El senador correntino, Eduardo Vischi apuntó a la mala gestión del Gobierno por el faltante de un insumo vital para miles de productores.
04-POLITICA-1Senadores que reportan al bloque de la Unión Cívica Radical recibieron en la Cámara alta a representantes de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), para conocer de primera mano la crítica situación que atraviesa el sector del transporte en razón de la escasez en el suministro de combustible.
Al respecto, el senador nacional, Eduardo Vischi explicó: «Desde Fadeeac, nos transmitieron que no hay combustible suficiente y, de conseguirlo, pierden largas horas, para finalmente pagar un precio mayorista por encima del que pagan los particulares en el surtidor. La situación es preocupante. Se destina el gasoil para generar energía, lo cual es razonable, pero es una manta corta: restringen de un lado para cubrir otro. Esto pone en jaque a la actividad y, por consiguiente, a toda la cadena productiva, impactando incluso en los consumidores finales».
«De acuerdo a los datos que brindara el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Empresarios del Combustible de Corrientes (Cescor), Carlos Gold, en su disertación Problemática actual de los combustibles, Argentina sólo produce entre un 60 y un 70 por ciento del combustible que necesita. Si bien contamos con la cuarta reserva mundial de petróleo, no existen refinerías suficientes para cubrir las demandas actuales. La solución sería una nueva refinería, pero es algo que lleva tiempo. Hoy las estaciones proveen combustible del llamado ‘barril criollo’, que por estar subsidiado cuesta menos de 60 dólares, pero tiene cupo. Cuando ya agotaron esa parte, deben vender el diésel importado, cuyo precio de referencia es internacional y, en este contexto de guerra, cuesta más del doble», continuó el legislador correntino.
Sobre las posibilidades de paliar esta situación, Vischi afirmó que «lo ideal sería contar con una nueva planta de refinamiento del petróleo, pero es una medida a mediano y largo plazo, no soluciona el problema actual. Para salir de esta encrucijada, la opción más viable sería bajar el impuesto a la importación de combustible. El Gobierno nacional no recaudaría menos, ya que hoy, al no contar con ese combustible, no está ingresando divisas por esto y, por otro lado, dinamizaría las actividades productivas que lo requieren, generando un ciclo virtuoso. Lamentablemente, el oficialismo sigue encajonado en sus rencillas internas y no resuelve los problemas de los argentinos. No reciben al sector de transporte de cargas desde hace 3 meses, ni escuchan a la oposición, quienes ya alertamos sobre el tema desde fines de marzo, cuando acompañamos un proyecto del senador Zimmermann solicitando informes sobre la provisión de combustibles líquidos y gas. No es un problema nuevo, es un problema que finalmente llegó».
Culminando con su alocución, el dos veces intendente de Paso de los Libres puntualizó: «Esta situación pega en un momento donde la producción requiere más combustible, al ser nuestros productos muy demandados por el mundo y, pega especialmente en áreas de cosecha y cercanas a las fronteras, como Corrientes. Es un freno a quienes producen. Exigimos respuestas».
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