Una problemática que, aunque no es nueva, nunca dejó de estar vigente es la de los enganchados a la red de energía eléctrica. En esta ocasión, vecinos del barrio San Gerónimo expresaron su malestar debido a los constantes casos en que varias personas se enganchan de los tableros electrónicos pertenecientes a otros.
EL LIBERTADOR recibió las denuncias de los habitantes de un edificio ubicado a escasos metros de la avenida Laprida, donde en el último tiempo se incrementaron los episodios de inquilinos que aprovechan y se cuelgan de vecinos que pagan las tarifas energéticas todos los meses.
EL MIEDO POR LOS
ELECTRODOMÉSTICOS
Así, quienes viven en el edificio lo hacen en medio de la constante preocupación por posibles cortocircuitos y el riesgo que estos conllevan respecto a los electrodomésticos y, ese mismo sentido, algunos acusan que tampoco pueden salir de los inmuebles para no dejar a las mascotas solas ante el miedo a que se provoquen explosiones eléctricas.
EPISODIO RECIENTE
Las frecuentes avivadas de un grupo de inquilinos del mismo edificio, en el barrio San Gerónimo de la Capital correntina, generó la explosión de dos bombas de agua. Indignados, el resto de los vecinos reclamaron ante las autoridades de la inmobiliaria, aunque la respuesta fue negativa.
En ese contexto, se conoció que los propios habitantes del complejo de departamentos deberán abonar la suma total de los arreglos de las bombas, por un valor de 320 mil pesos. Se trata de un monto que, aunque dividido entre varios domicilios no es significativo, implica las quejas de quienes tienen los medidores en regla y se ven obligados a que las consecuencias sean grupales y no individuales.
IRREGULARIDADES
Ante esa situación, se multiplican las denuncias a la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (Dpec), cuyos agentes acuden hasta el lugar y desconectan a quienes se encuentran enganchados. Desde la entidad, además, instan a que, ante irregularidades, los damnificados realicen una denuncia anónima, a través de la página oficial de la institución, con datos de identificación y dirección de las personas que cometen los actos ilícitos, además de información adicional que pueda ser de interés para la resolución del caso.
El robo de cables, otro
delito que genera preocupación
Con los riesgos que conlleva, sigue la ola de robo de cables, tanto en la Capital correntina como en el Interior. Uno de los hechos más conocidos fue el ocurrido a inicios de este año, en Santo Tomé, donde un joven de 25 años falleció al recibir una descarga eléctrica, mientras intentaba llevar cables de un transformador. Así, los constantes casos en que ladrones se hacen con cientos de metros de cableado genera preocupación, no sólo por la obstrucción de servicios que puedan llegar a causar, sino porque en varias ocasiones, los delincuentes terminaron electrocutados y hasta muertos.
Asaltos en escuelas
y establecimientos a oscuras
Hace poco más de un mes, una institución educativa fue víctima del robo de cables. Se trató de la escuela Fe y Alegría, en el barrio Ongay de la Capital, que denunció que delincuentes ingresaron al establecimiento y se llevaron cables del predio, lo que provocó un apagón y, por consiguiente, la suspensión de distintas actividades programadas para la jornada. No se trata de casos aislados, ya que, en el afán por quedarse con el cableado, los ladrones en diferentes oportunidades dejaron a sectores completos sin luz, en varios puntos de la ciudad.
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