Elbio Laucirica, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), participó de la segunda reunión con el equipo del ministro de Economía, Luis Caputo y el secretario de Agricultura, Fernando Vilella, quien, tras la reunión que mantuvo con los dirigentes de la Mesa de Enlace y referentes de la agroindustria, de la que participó también el secretario de Coordinación del Ministerio de Economía, Juan Pazos, confirmó que se tuvo en cuenta el reclamo de considerar los pedidos y observaciones de los productores agropecuarios y cooperativos. Sin embargo, persiste la preocupación en algunas producciones que no se tuvieron en cuenta, como es el caso del maní, girasol, o vino, entre otras.
Luego de sendas audiencias, Laucirica confirmó que: «Quedamos en que se iban a tratar tema por tema en mesas técnicas, pero se adelantó la presentación del DNU y del proyecto de ley que va al Congreso. Quedamos en presentar todos los números y la incidencia de cada producción, y que podían tenerlo en cuenta por ese 15 por ciento de Derecho a la Exportación (DEX). Tengamos en cuenta que la ley al Congreso autorizaría un «hasta» determinado porcentaje, por lo que, el Ejecutivo podría bajar ese porcentaje», deslizó el referente de las cooperativas del agro, quien añadió: «Se necesitan dar los números que justifica esto y con qué se cubre ese costo fiscal. Por otra parte, queda la instancia del Congreso, que es reunirse con legisladores para que puedan palpar y comprender la situación de nuestras producciones y la especificidad de cada una».
TENER UNA VISIÓN
DE LAS CADENAS
Sobre el final, en un apartado, Laucirica dialogó con funcionarios de economía y transmitió el problema severo que atraviesa la lechería: «Aún con 0 por ciento DEX, es inviable, por costo de alimentación y alquileres a valor soja».
«Es importante que se tenga la visión de cada producción junto a su cadena, la realidad de cada productor es diferente, por lo que la incidencia de las medidas desregulatorias y de ‘sinceramiento’ de la economía y los efectos de la devaluación y del impuesto País a los insumos importados debieran ser totalmente diferentes y atendiendo la particularidad de cada economía regional. Por ejemplo, no es lo mismo ver la incidencia sobre un producto que está a un paso del puerto, que, con ese mismo producto, pero de zonas distantes del puerto», redondeó Laucirica.
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