La Sociedad Rural Argentina (SRA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), concluyeron en la última reunión de la Comisión de Enlace de las Entidades Agropecuarias (Ceea) reiterar al Gobierno nacional observaciones y reclamos inherentes a la producción agropecuaria.
En ese sentido, decidieron reiterar el pedido de audiencia al Presidente del Banco Central (Bcra) debido a la falta de respuesta a solicitudes anteriores relacionadas con recargos en las tasas para productores de trigo y soja con más del 5 por ciento, especialmente ante las necesidades crediticias para la próxima campaña 24/25, y expresaron su preocupación por las facilidades anunciadas para la importación de alimentos, señalando el riesgo que esto representa para la producción local si no se garantiza igualdad de condiciones, especialmente dada la alta carga impositiva y los costos inflacionarios, que afectan especialmente a las economías regionales.
Las entidades, además, destacaron la necesidad de abordar los problemas impositivos, señalando los perjuicios de los aumentos desmedidos de impuestos y la creación de tasas, e hicieron un llamado a los legisladores para que consideren estas preocupaciones en sus decisiones.
En paralelo, discutieron sobre la importancia de tomar medidas urgentes sobre la reducción de los Derechos de Exportación, destacaron la necesidad de crear leyes que generen previsibilidad y promuevan el desarrollo económico. En esa dirección, remarcaron que la reforma laboral, la Ley de Semillas y la Ley de Fomento a las Inversiones Agroindustriales, conservan la atención del agro en todo el país.
Por otra parte, calificaron como preocupaciones específicas de carácter urgente el alto costo de la vacuna contra la fiebre aftosa y la necesidad de invertir en infraestructura y en valor agregado en las zonas rurales.
El «perjuicio impositivo»
Las entidades rurales enfatizaron que, en temas impositivos, el agro sigue advirtiendo un «severo perjuicio» por «los aumentos desmedidos de impuestos» y «la creación de tasas en varios distritos del país», a los que se suman «la alta carga fiscal» y «los riesgos de caer en una doble imposición».
Esto ocurre «tan sólo con el fin de recaudar más y no racionalizar el gasto o brindar mejores servicios», remarcaron reiterando su llamamiento «a los legisladores tanto nacionales, como provinciales y municipales, que son quienes aprueban estas medidas con su voto».
«En este marco, la alta carga impositiva, que se lleva el 65 por ciento de la renta en general y aún más en ciertas producciones, significa un importante aumento en los costos de producción, no sólo por los aumentos en los combustibles (que tienen un 47 por ciento de impuestos), de la logística, y ahora por el Impuesto país, aplicado a los insumos dolarizados», detallaron.
«Gran parte de las producciones y en especial de las economías regionales, pasan por una situación crítica», alertaron, y advirtieron: «Ante esta situación, es importante tomar medidas urgentes de tipo fiscal y, por ejemplo, como señal y estímulo para la próxima cosecha, la de anunciar ya una baja en los Derechos de Exportación, que promovería y daría la previsibilidad que incentive la producción y en consecuencia la economía del país».
«Si bien esto es importante para todas las producciones, en el caso de muchas economías regionales que vienen con situación complicada y que además se basan en cultivos perennes, hacen imprescindible y urgente dar señales sobre el futuro de estas», señalaron las entidades, remarcando que «en este punto, es importante leyes que generen previsibilidad para promover el desarrollo económico, como serían la reforma laboral (poniendo límites a los costos de litigación), Ley de Semillas (debidamente consensuada por las partes, donde se observe el reconocimiento de la propiedad intelectual como asimismo el derecho al uso propio del pequeño productor) y la Ley de Fomento a las Inversiones Agroindustriales (donde se prevé la amortización acelerada de inversiones, y la doble desgravación impositiva al uso de insumos como fertilizantes y semillas fiscalizadas)».
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