El rebrote de casos de Covid-19 de las últimas semanas, se da en la provincia junto a dos situaciones que se terminaron convirtiendo en una complicación para el registro certero de los contagios diarios. Por un lado, la escasez de test en las farmacias locales, derivado junto al faltante de otros medicamentos de los problemas con las importaciones. Por el otro, los costos del producto para hacer la prueba casera, que quedan prácticamente fuera del alcance de los que menos tienen.
Por una cosa o por la otra, hay un porcentaje cada vez más amplio de personas que no pueden realizarse el testeo y, en consecuencia, aunque tengan síntomas, no pueden tener la certeza de haber contraído el virus. Sin contar que tampoco informan de su estado a los organismos de salud y por tanto no hacen el correspondiente aislamiento para evitar contagiar a otras personas, en caso de ser positivos.
En cuanto a los centros de testeo provinciales y municipales, hace meses sólo realizan las pruebas en personas incluidas en la denominada población de riesgo. Estas son, las mayores de 60 años, embarazadas, trabajadores sanitarios y personas con comorbilidades (obesidad, hipertensión y diabetes tipo II) que hayan tenido un contacto estrecho con un positivo o tengan síntomas.
Para los que quedan fuera, lo que les queda es adquirir el producto de manera particular en las farmacias donde el valor va de los 1.600 pesos en adelante. Y también en este caso, existe la complicación de que hace semanas hay faltante del producto, en especial, de las marcas más baratas.
«La gente viene y pregunta por los autotests Covid y les tenemos que decir que no hay. Hay cuatro marcas que están aprobadas por la Anmat y ninguna se está consiguiendo. En las droguerías nos responden que no tienen», dijo hace unos días el vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Corrientes, Ricardo Peris.
La decisión de disminuir los testeos gratuitos sólo a un grupo prioritario, devino de la excesiva demanda que se produjo a principios de año, con la última ola de contagios que provocó la variante Ómicron en todo el país. Fue una acción de emergencia notificada por el Ministerio de Salud de la Nación ante el desborde en los puestos de testeos, en los que incluso se registraron agresiones al personal de salud. Corrientes no fue la excepción.
Sin embargo, eso derivó también en una pérdida del porcentaje real de los casos diarios. Incertidumbre que se mantiene hasta hoy.
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