El gobernador del Chaco, Jorge «Coqui» Capitanich se encargó de realizar un análisis de lo que será un 2023 de alto voltaje político e institucional. Lo hizo al comenzar el año, cuando redactó un artículo en el que aseguró: «No puede haber libertad sin igualdad. No puede haber representación sin representatividad. No puede haber legalidad sin legitimidad».
De esta manera, el mandatario de la vecina provincia hizo hincapié en el escenario internacional, calificándolo de «particularmente complejo» para 2023, «con perspectivas de menor crecimiento, inflación elevada, incubación de un proceso recesivo, reducción del precio de bienes exportables y sostenimiento de tasas de interés crecientes con aumento de la tasa de desempleo junto a la agudización de las desigualdades sociales».
Capitanich desglosó el difícil panorama latente en el mundo en tres problemas medulares: a) insatisfacción democrática, b) cambio climático y c) desigualdades sociales. La insatisfacción democrática se manifiesta en tres tensiones esenciales irresueltas: a) tensión entre libertad e igualdad, b) tensión entre representación y representatividad y c) tensión entre legalidad y legitimidad.
«Finalmente, estas tres tensiones delimitan los alcances de la democracia formal y de la democracia social, junto a la confrontación directa con las corporaciones en el marco de una contradicción principal que ha marcado el sendero de la historia de la humanidad», aseveró Coqui. «Hoy, la confrontación es entre democracia versus corporaciones como antes lo fue la confrontación de patria versus colonia, liberación o dependencia, lo cual dio origen a los procesos de descolonización creciente a una velocidad inusitada con posterioridad a la segunda guerra mundial pasando de 50 países en 1947 a 194 en la actualidad», agregó.
Fue así que insistió: «No puede haber libertad sin igualdad. No puede haber representación sin representatividad. No puede haber legalidad sin legitimidad. Se trata de la construcción de un modelo de inclusión, equidad, solidaridad en el marco de una sociedad fragmentada y heterogénea».
Luego, centrando su foco en el impacto destructivo del cambio climático, sostuvo que el crecimiento demográfico «promueve tensiones entre sostenibilidad ambiental y desarrollo productivo capaz de satisfacer la demanda de alimentos, minerales, energía y agua para consumo humano y productivo». Y aportó datos concretos respecto a la población mundial, que creció en los últimos 12 años a un ritmo de 1.000 millones de personas, constituyendo el planeta un espacio habitado por 8.000 millones de habitantes que se alimentan en 1.400 millones de hectáreas cultivables con 3 por ciento de agua dulce total para distribuir en dos opciones de hierro: consumo humano y productivo.
«Pero al mismo tiempo, el cambio climático perjudica siempre a los más pobres. A los países más pobres y a las personas más pobres», advirtió para lanzar un mensaje: «Cuidar el planeta es cuidar a los pobres del mundo».
Al referirse a la insatisfacción democrática, remarcó que se puede resaltar «la injusticia social y las desigualdades estructurales en la distribución del ingreso como factores esenciales que promueven el ‘anarco capitalismo’ y el individualismo exacerbado y feroz, bajo el principio de sobrevivencia única: ‘Que se salve el que pueda'».
Para Capitanich, se trata de un «modelo perverso», que «destruye el capitalismo productivo con las capacidades institucionales regulatorias del Estado, generando una concentración del ingreso con el desarrollo de corporaciones económicas poderosas que minimizan el poder estatal».
«Este modelo corporativo construye sentido, concentra el mensaje mediático, promueve la exclusión y el individualismo como herramienta de dominación sutil y al mismo tiempo coopta factores de poder como el judicial a los efectos de galvanizar instrumentos eficaces destinados a destruir la capacidad de acción colectiva de la ciudadanía», añadió el mandatario chaqueño.
No se olvidó de apuntar contra los distintos casos de lawfare que vienen denunciando desde el Frente de Todos. «Poder económico, mediático concentrado y judicial para condenar socialmente mediante el proceso ejecutivo de otorgar culpabilidad antes de cualquier juzgamiento de conductas instala un peligroso precedente de dominación autoritario destinado a destruir los cimientos de una sociedad plural y democrática», aseveró.
En este contexto, el Gobernador del Chaco instó a definir una estrategia. «Para eso tenemos que ser capaces de aglutinar las diversas expresiones del campo nacional, popular y democrático a los efectos de lograr una identidad y cohesión a través de un programa de gobierno holístico, integral e integrado», detalló para especificar tres características: a) el plan debe ser quinquenal, con acuerdos programáticos que involucren un pacto político, económico y social, b) este plan debe contar con equipos profesionales, técnicos y militantes activos capaz de ejecutarlo con detalle, c) debe ser liderado por las personas que acrediten solvencia, experiencia y capacidad para conducir un proceso sumamente complejo condicionado por la deuda y por las condiciones objetivas de desenvolvimiento con alta incertidumbre.
Por ello, Capitanich remarcó que «no se puede especular. No hay un tiempo ilimitado», aprovechando para enviar un mensaje interno para apretar el acelerador en las decisiones. «Es preciso definir en marzo, los candidatos o candidatas, la estrategia de posicionamiento y campaña electoral junto a los compromisos destinados a transformar nuestra realidad», indicó. «La transición que nos espera es ciertamente compleja y es preciso lograr consensos estructurales respecto a la reforma institucional, económica y social. Sin superar la restricción externa mediante un nuevo régimen monetario, sin superar la restricción energética con políticas sostenibles y sin una inversión en logística integrada el futuro estará severamente condicionado», agregó.
Por último, manifestó que se trata de «una gran oportunidad para ponernos de acuerdo en cuestiones esenciales». Y parafraseó al general Perón: «A este problema lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie».
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