La prensa española resaltó en las últimas semanas las herencias que acarrean los inmigrantes. Muchas de ellas, relacionadas con las religiones. Así fue uno de los casos abordados por 20 Minutos, de Madrid, que entrevistó a un correntino. Se trata de Benjamín Maldonado, el hijo de Aníbal, el reconocido músico autor de obras como Buen Día Mburucuyá, Levantando el Avispero, y Camino a San Juancito.
El joven, llegó a la «madre Patria» como sacerdote umbanda. Hoy, tiene un templo, en el barrio de San Isidro, en Carabanchel.
«En realidad todos tenemos una ascendencia afro. Nosotros cultuamos ancestros, a los que llamamos santos, y todos, cercanos o lejanos, tenemos un ancestro afro, en nuestro árbol genealógico, allá muy lejos, en alguna ramita perdida, hay algún ancestro afro», explicó el pai, Benjamín Maldonado al ser entrevistado.
El periodista español lo describió como alguien de «piel clara y pelo negrísimo, afeitado por los lados y peinado hacia detrás desde el tupé». Asimismo, específica que su barba y bigote están perfectamente perfilados. Detalla además su camisa y el vaquero, así como el uso de aros, grandes anillos de plata en las manos que se destacan y resalta que toma mate. Algunas veces, sostiene un colorido rosario que posa después sobre el mostrador.
«Los cultos africanistas acogieron a todos aquellos que eran excluidos de la fe cristiana y se hicieron grandes inevitablemente. Y se sigue multiplicando en América. Aquí no se nota tanto, pero en América salen de debajo de las baldosas como si fueran cucarachas, nos multiplicamos de una manera tremenda», expresó Maldonado.
Como ocurrió con muchas otras religiones minoritarias, los cultos africanistas tuvieron un auge en los años 70, muy relacionado con el movimiento por los derechos civiles de las poblaciones afrodescendientes. A esa primera oleada, le ha seguido la caída de fieles del catolicismo y la difusión mediante Internet de todo tipo de cultos que, aunque, aún muy minoritarios, recientemente están ganando más adeptos.
«Todo el africanismo cree en un solo dios, en el mismo dios en el que cree cualquier religión», agregó. «Lo que hay son diferentes interpretaciones según la cultura, según el idioma, según la situación geográfica, pero Dios es uno solo y las religiones todas son caminos que te llevan al mismo Dios», comentó.
Benjamín hizo hincapié en su descendencia. «Tengo hijos españoles que son incluso, hasta me arriesgaría a decir, más devotos que yo. El catolicismo está solucionando ese tema de la lejanía con el pueblo, pero, en general, la exclusión que hacen en las otras religiones hace que la gente venga a buscar a Dios aquí. Aquí no se discrimina a nadie. Tú puedes ser negro, blanco, chino, da igual. Hombre, mujer, perro, gato, da igual. Nosotros no miramos a la gente por cómo se viste o de qué color de ojos o pelo tiene. Miramos almas», indicó.
Homosexualidad y religión
«Todos aquellos que eran excluidos de la fe cristiana encontraban a Dios dentro de un templo umbandista. Yo mismo soy homosexual y mi pareja es tan religioso como yo», declaró Maldonado, quién en Argentina trabajaba como militar y ahora equilibra su rol como pai de santo con la docencia y la música.
Así, Benjamín demuestra cómo se siente uno más en esta religión, sin importar los prejuicios conservadores que se suelen naturalizar entre la religión y la sexualidad, sin mencionar que posee una actitud muy abierta de bienvenida, a quienes deseen unirse, respetando también las elecciones de los demás.
Maldonado reconoce la importancia de defender su fe en Dios, en un rol tan importante como lo es ser sacerdote de un culto umbandista, donde transmite y guía a sus fieles creyentes sobre cómo es ser un umbandista actualmente, sin estigmas de ninguna índole. De este modo, Maldonado se convierte para muchos en un ejemplo, al tomar como filosofía de vida al umbandismo de una forma más libre y compartida para todos.
El camino de Benjamín Maldonado
El pai Benjamín Maldonado tuvo un acercamiento con estos cultos por primera vez en Cuba, cuando aún era un niño que viajó durante varias temporadas a la isla caribeña para estudiar música. Al regresar a su país, descubrió el afroumbandismo, que consiste en la versión brasileña de la santería cubana que ha cautivado a muchos adeptos también en Argentina. En Buenos Aires conoció a su mai de santo, la sacerdotisa responsable de unirlo definitivamente en el culto.
EL PAI Y LA MAI
«Tanto el sacerdote hombre como la sacerdotisa mujer tienen la misma jerarquía, no se hace diferencia ni de género, ni de raza, ni de sexo, ni de orientación sexual ni de nada. Eso es algo que a mí me enamora del batuque y de la umbanda», dijo el guía espiritual, Maldonado.
LA VUELTA
En su regreso a España, Maldonado fundó la capilla de la que ahora es eclesiástico. Primero en su propia casa y, desde hace nueve años, en este local mientras que ganaba más adeptos. Hoy le acompañan algunos de sus 198 «hijos», los fieles adscritos a su santuario: su pareja, que es ruso, una mujer brasileña, un hombre venezolano y una joven argentina. Para todos, con excepción de su compañero de vida, la práctica de los cultos africanistas surge de familia, pero Benjamín afirma que, muchos españoles también están incorporándose a este ritual religioso en los últimos tiempos.
El templo como encuentro
Los españoles que transitan este sitio en Madrid, no deducen de ninguna manera que detrás de las puertas metálicas de dicha dirección, puede encontrarse con un nuevo estilo de vida, como lo es la religión afroumbandista, que no es tan común actualmente.
DETALLES DEL LUGAR
El sitio se compone de una larga nave con suelo de parqué y paredes blancas, este se encuentra iluminado y rodeado de vegetación. Seguidamente al fondo hay un punto de encuentro clave de los creyentes, el altar. Asimismo, los elementos llamativos que se pueden incluir en la habitación pueden ser desde un reloj de escritorio vintage, a una espada medieval pegada enmarcada de madera y flanqueada por dos herraduras, además de un osito de peluche y una imagen de Jesucristo.
CORRENTINO
Frente al altar, una mesa, y junto a la misma, una mujer que entró en el templo se ha tumbado boca abajo y mueve los brazos mientras susurra unas palabras en portugués. Está saludando a los espíritus. Es una fiel afroumbandista y este es su templo. En la mesilla se sienta su «pai de santo», quién es un sacerdote y guía espiritual llamado: Benjamín Maldonado, nacido hace 35 años en Corrientes, Argentina, en la frontera con Brasil y Paraguay. Es también el pai de Ángel Neira y de tantos otros hijos repartidos por todo el país.
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