La próxima cosecha gruesa podría enfrentar nuevamente, casi en un 70 por ciento, un nuevo escenario Niña durante el verano 2021-22, como consecuencia de la situación climática que hoy reporta el área del Pacífico Ecuatorial. Sin embargo, el auxilio podría llegar desde el Atlántico con un aporte de lluvias y humedad, el cual de todas maneras estaría por debajo de lo normal.
José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas y asesor climatólogo de la Bolsa de Comercio de Rosario, planteó que el clima en el Pacífico Ecuatorial muestra una leve disminución de su enfriamiento, pero no alcanza para las necesidades para moderar el preanuncio de un clima con falto de precipitaciones que se avizora para el próximo verano.
Según Aiello, los indicadores que evalúa la anomalía de la temperatura superficial del océano (conocido con la sigla ONI) para “el mes de julio, no alimenta una evolución a neutralidad plena en verano” y comentó además que “el valor pasó de menos 0,5 en junio a menos 0,4 en Julio. Si bien indica escasa influencia del forzante sobre el régimen pluvial de Argentina, llevamos casi ocho meses con valores ascendentes pero negativos. Y no hay señales de cambios significativos: el océano en esa zona se mantiene moderadamente frío”.
También Alfredo Elorriaga, consultor de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa rosarina manifestó que “los organismos internacionales cambiaron la proyección y muestran una probabilidad de evolución a ‘Niña’ del 68 por ciento. El análisis de los registros históricos de índices similares de temperatura superficial (en la transición otoño/invierno/verano) muestra que en un 80 por ciento el forzante volvió a evolucionar en un enfriamiento o en un nuevo evento Niña, generalmente moderado o bajo”.
“Si bien los datos estadísticos –expresó Elorriaga- van en ese sentido, es muy pronto para asegurar que el semestre cálido estará afectado por un evento seco, o de lluvias por debajo de la media. Es necesario esperar la evolución de los indicadores durante el mes de agosto para proyectar una tendencia definitiva”.
Para los especialistas de la bolsa rosarina, más allá de la situación que reporta el clima en el Pacífico, donde todo hace prever que se asiente un pronóstico de seca para la región pampeana en el próximo verano, dicha situación podría ser modificada en parte por el aporte húmedo que podría generar el Océano Atlántico. Así las lluvias que provengan desde el oeste le permitirían auxiliar a la cosecha gruesa que está por venir en la Argentina.
Según Elorriaga, “el Atlántico presenta una realidad muy diferente (al Pacífico): la temperatura superficial actual es más elevada que la normal. De seguir así durante la primavera podría compensar en parte la eventual posibilidad de un nuevo evento Niña con lluvias por debajo de lo normal”.
LA ESPERANZA DE LLUVIAS
Respecto al nivel de lluvias para este invierno, los especialistas en clima explicaron que la situación va de “regular a mal”, ya que indicaron que el comportamiento de las precipitaciones está bastante por debajo de lo que se esperaba hasta hace un par de meses. “Las lluvias de la primera mitad del invierno de este año están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos treinta años, tal como pasó en el 2020. Las diferencias se ven en Buenos Aires y La Pampa que, a pesar de la influencia del evento Niña, a esta altura del invierno del 2020 no solo alcanzaban, sino que superan los valores medios estadísticos del periodo”, indicaron en sus últimos informes.
Fuente Infobae