Las autoridades del estado semiautónomo de Puntlandia, en el norte de Somalia, dejaron de reconocer este domingo 31 las instituciones del Gobierno federal somalí, después de que el Parlamento del país aprobase el sábado una serie de reformas constitucionales. De esta forma, Puntlandia reivindicó que tendrá «su propia autoridad gubernamental integral” hasta resolver las tensiones con Mogadiscio.
«La administración de Puntlandia ha revocado su reconocimiento y confianza en las instituciones del Gobierno federal hasta que se lleve a cabo un proceso constitucional abierto que se acepte mutuamente», señaló el estado norteño en un comunicado. Se trata del último episodio de tensiones entre esta región y el poder central somalí.
Esto ocurre un día después de que el Parlamento somalí aprobara enmiendas constitucionales que introducen por primera vez desde 1969 el sufragio universal directo en el país (un ciudadano, un voto) y expanden los poderes del presidente. En Somalia, las elecciones se desarrollan a través de un complejo sistema indirecto basado en los clanes, pieza esencial del engranaje social somalí.
CAMBIOS POLÉMICOS
Tras los cambios constitucionales aprobados por el Parlamento, además del sufragio universal directo para las elecciones locales de junio, los legisladores aprobaron la extensión del mandato del presidente de Somalia de cuatro a cinco años, y otorgaron al mandatario la autoridad para nombrar y destituir al primer ministro sin pasar por el Parlamento. Las reformas contaron con el apoyo del presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, pero no con el respaldo de Puntlandia.
La principal crítica es que las enmiendas concentran el poder en las manos del mandatario, relegando el papel de los estados que componen Somalia. Puntlandia exige un referéndum para aprobar los cambios. Las autoridades de este estado semiautónomo también acusan a Hassan Sheikh Mohamud de violar la Constitución y perder su legitimidad.
El presidente de Puntlandia no participó en las conversaciones para acordar las reformas ni tampoco firmó el acuerdo. Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, como Al Shabab, y señores de la guerra. Además, enfrenta tensiones con Puntlandia y Somalilandia, que no esconden su interés por independizarse.
Fuentes: DW, DZC, EFE, Reuters y AFP.