Gustavo Valdés mostró que está para circular por la alfombra roja de la política nacional. En más de una oportunidad fue destacado tanto por los referentes nacionales de la UCR como por los del PRO. Sin embargo, lejos de prestar toda su atención a las luces de Buenos Aires, el Gobernador sabe que para que se lo siga considerando como exponente dentro de Juntos por el Cambio (JxC), deberá mostrar en la mesa chica números contundentes de apoyo electoral. Por ello la convocatoria para las provinciales del 11 de junio, fecha que le vendrá como anillo al dedo para, en caso de ganar con contundencia en Corrientes, engalanarse con los porteños y aquellos dirigentes correligionarios instalados en Buenos Aires. Podrá detallar algún resultado que le otorgue capacidad de negociación semanas antes de que den la señal de largada para la campaña electoral de las Primarias.
Se debe tener en cuenta que la Justicia Electoral Nacional estableció el 24 de junio como día del inicio del periodo proselitista para las Paso, con el fin del plazo para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas electorales partidarias. Un momento crucial para el radicalismo correntino, en un turno de medio tiempo que combinará la oportunidad de apuntalar algún posible triunfo presidencial.
Así, el 11-J se transformó en una jornada clave para los radicales y sus aliados locales. Más todavía para Valdés, quien podría replantearse la posibilidad de dejar el escenario de cabotaje para andar por los pasillos de Balcarce 50. Aunque, es cierto, en su discurso sostiene que seguirá en Corrientes.
Más allá de eso, y con la necesidad de que la UCR provincial gravite a escala nacional, el andamiaje electoral para junio se convirtió en un factor vital de gestión.
El objetivo de primer término trazado por la «cofradía radical» correntina apunta a los bastiones principales de Corrientes, para asegurar un caudal de votos suficientemente importante que haga transitar las últimas horas del escrutinio provisorio sin sobresaltos.
Por ello, no fue casualidad que el Gobernador haya visitado Goya, acompañado nada menos de Horacio Rodríguez Larreta, apenas días después de que el Jefe de Gobierno porteño se postulara como precandidato presidencial dentro de JxC. Es más, el mandatario provincial aprovechó la visita para anunciar ante todos cuál sería el día en el que los correntinos irían a votar por primera vez en el año.
Después, este viernes, fue el turno de Bella Vista. Allí estuvo con la intendente anfitriona, Noelia Bazzi, con quien inauguró espacios remodelados de la playa municipal y entregó más de 600 netbooks para alumnos bellavistenses y de los alrededores.
Entre ellos, el diputado Walter Chávez, quizás el hacedor de este bastión en un reducto recuperado por el radicalismo. El dos veces Intendente supo traccionar para quitarle al justicialismo la «Capital de la Naranja». Uno de los encargados de encarar la política fina en dicho distrito y alrededores, apuntalado por un aparto oficialista decidido a no dejar ningún detalle librado al azar. Mientras, una oposición que transita sobre sus debates internos, tal como ocurre en suelo goyano, donde algunos de los referentes intentan encauzar las estrategias para evitar pleitos mayores (ver Contratapa).
En este contexto, el itinerario del Gobernador promete más asiduidad en las comunas de relevancia en cuanto a electorado, sin descuidar una marca registrada de las victorias de ECO, los pequeños reductos donde cada disputa electoral se convierte en un «mboyeré» político particular, con elecciones que suelen definirse hasta por un voto, como ocurrió en 2021, con Villa Olivari.
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