A una semana de la desaparición de Lautaro Rosé y el posterior hallazgo de su cuerpo en las aguas del río Paraná, en un predio de Costanera Sur de la ciudad de Corrientes, familiares y amigos marcharon este martes hasta los juzgados ubicados por calle Pellegrini, para insistir en su pedido de justicia por la muerte del joven de 18 años que conmocionó a la provincia y el país.
“Lo extraño y lo voy a seguir extrañando. Por culpa de ellos, ya no lo tengo. El ministro o quien tenga que acercarse para dar la cara”, declaró al participar de la marcha su madre, Juana María Luz Sotelo, en diálogo con EL LIBERTADOR. “Para el día del voto teníamos que estar, con o sin duelo, pero cuando yo pedí ayuda me dieron vuelta la cara, como si no tuvieran hijos, como si no tuvieran mamá”, apuntó.
“Cuando fui a pedir ayuda, los propios policías se me rieron en la cara”, recordó. “Me toman como una madre ignorante talvez, pero tengo corazón y sentimientos, y sufro”, expresó con dolor.
SITUACIÓN DEL CASO
A la fecha, el abogado de la familia Rosé, Hermindo González indicó que son 11 los efectivos policiales investigados por el hecho y solicitó su detención para evitar que entorpezcan la causa o se fuguen. Además, informó que pidió que el menor de 16 años que acompañaba a Lautaro, que fue agredido por los policías, sea incluido en el programa de testigos protegidos.
«Los resultados del informe estadístico de defunción, que habla como causa de muerte asfixia por sumersión, es coincidente con lo que manifestamos y acredita la hipótesis delictual que planteamos. Nosotros manifestamos que, producto de una persecución que se llevó adelante por parte del personal policial, Lautaro Rosé terminó en las aguas del río Paraná. Independientemente de que no tenemos constatado si fue empujado o se arrojó voluntariamente, lo cierto es que terminó en el agua y no sabía nadar», comentó el abogado de la familia, Hermindo González, en un diálogo anterior con EL LIBERTADOR.
Además, reveló que por no saber nadar, la víctima «pidió auxilio al personal policial que había provocado esa situación» aunque la respuesta por parte de los agentes fue que «invisibilizaron el pedido, detuvieron al otro chico que lo acompañaba y dejaron abandonado a Lautaro, sin prestarle el auxilio necesario para salvarle la vida».
En ese marco, el letrado señaló que «al no prestar ese auxilio y al hallarse el cuerpo sin vida de Lautaro ayer, constituye el delito de abandono de persona seguida de muerte. Y la constancia inicial y embrionaria del certificado estadístico de defunción, acredita lo que venimos diciendo: por alguna circunstancia, Lautaro Rosé terminó en el río Paraná y, como consecuencia de ello, se produjo su fallecimiento por asfixia por inmersión».