Un proyecto de extensión de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) fomenta la producción de hongos comestibles como recurso productivo alternativo en localidades de Corrientes y la región. Los hongos son alimentos cada vez más demandados, pero en Argentina es acotada su producción, pese a la baja inversión necesaria y que puede realizarse en superficies reducidas.
En ese sentido, una iniciativa del programa de extensión La Universidad en el Medio, de la Unne, tiene como objetivo promover la producción de hongos como alternativa productiva en Corrientes, mediante un trabajo con instituciones locales y productores de distintas localidades de la provincia.
En una primera etapa, el proyecto ya se está desarrollando y entre las primeras actividades se llevaron a cabo talleres con productores de Santa Ana, y alumnos de la escuela EFA Tupa Rembiapo del Ingenio Primer Correntino.
En una segunda instancia se concretaron los talleres prácticos, en los cuales los productores o alumnos realizaron sus propios cultivos, con sus respectivas cosechas, e incluso parte de la producción fue comercializada como gírgolas frescas o escabeches.
El proyecto es coordinado por un equipo de docentes, estudiantes y graduados de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Unne (Facena), y cuenta además con la participación de organizaciones civiles y organismos gubernamentales.
«Creemos factible la promoción del cultivo de hongos comestibles como una actividad sustentable para Corrientes y la región, en especial para pequeños productores o producciones familiares», explicó Nicolás Niveiro, responsable del proyecto e investigador del Instituto de Botánica del Nordeste (Unne-Conicet).
El grupo de trabajo a cargo del proyecto de extensión viene trabajando hace varios años en la temática de hongos comestibles, y realiza colecciones de hongos desde hace más de 10 años enmarcados en diferentes proyectos de investigación.
En los últimos, además de la obtención de colecciones para ser incorporadas al herbario Corrientes, el equipo dedicó esfuerzos en aislar y conservar cepas de hongos nativos con potencial biotecnológico, como, por ejemplo, especies comestibles que puedan cultivarse en sustratos lignocelulocíticos.
Así, se identificaron varias especies de hongos comestibles, adaptadas a las condiciones ambientales propias del Noreste argentino.
«Este proyecto de extensión busca canalizar todo el conocimiento generado en estos años en el estudio de hongos, y promover su cultivo como actividad productiva que además aproveche residuos locales», remarcó Niveiro, quien es investigador del Instituto de Botánica del Nordeste (Unne-Conicet) y además docente de Facena.
DETALLES
DEL PROYECTO
Para el desarrollo del proyecto se planificó la realización de talleres participativos en diferentes ámbitos de la comunidad de cuatro localidades del Norte de Corrientes.
Para la primera etapa se planificó trabajar con la Municipalidad de Santa Ana, la Secretaría de Ambiente de Apipé, la Asociación de Turismo de Apipé, Apipé Ecolodge y la Subsecretaría de Agricultura Familiar, que actúa de nexo con otras organizaciones.
En los talleres se proyectó ofrecer un paquete tecnológico considerando la utilización de cepas de hongos nativos, adaptados a las condiciones propias de la región, y la utilización de sustratos locales, provenientes de los residuos disponibles particulares de cada localidad.
Para los talleres se programan charlas demostrativas en el caso de escuelas primarias y secundarias o talleres participativos prácticos en los casos de asociaciones de productores o escuelas de formación agropecuaria.
Se planificó además la preparación de bolsas con sustrato esterilizado, e inóculo, para ser distribuido a los participantes de los talleres con la finalidad de que generen su propia producción, incentivando de esta manera el consumo y producción de hongos comestibles.
En caso de prosperar el primer taller, se prevé un segundo taller, en donde se discutirán las diferentes formas de conservación y agregado de valor a la producción de hongos comestibles.
En el marco del proyecto, además del aspecto productivo, se programaron actividades para exponer sobre las propiedades nutricionales y medicinales de los hongos, generar recetas para su cocción y realizar degustación de las diferentes especies cultivadas.
Relevancia del
cultivo
El doctor Niveiro reiteró que la producción o comercialización de hongos es una actividad poco desarrollada en el país, pese a ser una actividad con un alto potencial. «A diferencia de otros tipos de producciones primarias, es una actividad que puede desarrollarse en dimensiones reducidas, a escala familiar».
Por la escala que se maneja y los tiempos de producción, es un tipo de actividad que podría incentivar el trabajo asociativo.
Además, es un tipo de producción amigable con el ambiente, debido a que es una producción orgánica, que utiliza residuos lignocelulósicos, abundantes en los residuos agroindustriales y en los residuos sólidos urbanos, los cuales son difíciles de degradar y son generalmente incinerados.
«La utilización del paquete tecnológico planteado en el presente proyecto, considerando la utilización y producción de cepas nativas de hongos comestibles recientemente descubiertas en la región, la utilización de sustratos derivados de la actividad agroindustrial local, la producción del inóculo (semilla) de forma local, conjuntamente con el fomento a la producción cooperativista, permitirá el desarrollo de la producción de hongos comestibles como una alternativa rentable, no explotada en la región», sostuvo el responsable del proyecto.
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