Hace semanas llegan reportes de distintas partes del mundo con un tema en común: los incendios forestales de gran magnitud. Primero en Norteamérica, luego en Europa y por estos días en Brasil, Bolivia y también la provincia de Córdoba. En todos los casos, llamas consumieron miles de hectáreas y hubo dos factores que agravaron el problema: la sequía y el calor. Con el recuerdo latente de la catástrofe ambiental de 2022 en la provincia, la situación pone en alerta a los expertos ante lo que será la temporada estival en Corrientes.
La semana pasada, el Servicio Meteorológico Nacional publicó su pronóstico trimestral para la primavera en la provincia. En el informe destacan dos cuestiones que ponen en alerta a los especialistas en cuanto al riesgo de incendios. La primera es que habrá lluvias por debajo de lo normal y que las temperaturas podrían estar por encima de lo normal.
También en los últimos días y con temperaturas todavía otoñales, la Dirección de Recursos Forestales de la provincia emitió informes respecto del Índice de Peligro de Incendios y, particularmente, en dos localidades fue «alto» y «muy alto». Del primer tipo señalan: «Cualquier fuego que se inicie podría tornarse en un problema». Sobre el segundo, advierten: «Las condiciones de quema son críticas, pueden presentarse coronamientos y fuegos con comportamientos erráticos».
Ante un oscuro panorama, la principal recomendación va dirigida a la población para tome todos los recaudos y disminuya lo más que se pueda la posibilidad de que se inicie un incendio.
DESINTERÉS
Lamentablemente y pese al recuerdo de 2022, los reportes de incendios provocados siguen siendo una constante que aumenta la preocupación.
Solo por dar un ejemplo, durante la semana pasada, a diario, la Asociación Civil de Bomberos Voluntarios de la Capital reportó diferentes tipos de incendios que debieron atender antes de que se volvieran incontrolables. Fueron de pastizales, en descampados y de basurales los más reiterados. Todos, provocados por la irresponsabilidad.
Ante esta situación, la Asociación decidió comenzar a reforzar la campaña de prevención a través de sus redes sociales, con un mensaje claro: «No inicies incendios». Y, aunque hay castigos establecidos para quienes sean encontrados culpables de iniciar incendios forestales, todavía resta trabajo actualizar el grado de las penas de acuerdo con la gravedad de los daños ocasionados.
NECESIDAD
En junio, en nuevo pedido por una nueva Ley Provincial de Manejo del Fuego, el presidente de la Cámara baja e impulsor de la iniciativa, Pedro Cassani advertía: «Los incendios en Corrientes en el verano de 2022, y la información de centros científicos de jerarquía y de los organismos internacionales sobre el cambio climático han generado mucha preocupación por los peligros que provoca para las vidas humanas, el daño ambiental y las millonarias pérdidas económicas en bienes y recursos de todo tipo, han instalado en el primer lugar de la agenda pública esta compleja y grave problemática. Las normas vigentes no son suficientes ni idóneas, como señalamos al comienzo los desafíos ambientales y el cambio climático son fenómenos nuevos por eso presentamos un esquema general de los sectores involucrados tanto los niveles institucionales y sectores como medios y recursos para poder plantear un abordaje integral y sistémico».
Con estos pronósticos y las noticias de lo que ocurre en otras partes del mundo y el país, lo que resta es reforzar la prevención, insistir en la necesidad del compromiso comunitario y esperar que los daños no sean tan graves.
El humo y los daños colaterales
Durante los últimos días toda la provincia estuvo con un cielo aparentemente gris. No se trataba de nubes de lluvia sino del denso humo de los incendios forestales que ya afectaron miles de hectáreas en el Sur de Brasil y Bolivia.
El Cira, sigla en inglés que denomina al Instituto de Investigaciones sobre la Atmósfera, compartió en su página oficial las imágenes satelitales de los efectos de una mega nube de humo que se desplazó hacia el Sur del continente. Las fotografías eran una señal de alerta para que la población tome recaudos ante los efectos nocivos para la salud.
Como siempre, los más afectados son las personas que integran la población de riesgo, con las que hay que tener especial cuidado: embarazadas, adultos mayores, bebés y niños pequeños y, en particular pacientes de enfermedades respiratorias.
Prevenir antes que curar
A finales de 2022, Rewilding Argentina difundió una lista con las medidas para prevenir la dispersión de incendios:
·Armar cortafuegos (hasta el suelo mineral) en los sitios donde se reintroducen especies y se resguarda la biodiversidad nativa.
·Capacitar a nuestros equipos en el manejo del fuego y el accionar frente a la presencia de incendios.
·Equipar con los insumos necesarios a los equipos en el territorio para estar preparados ante la presencia de fuego.
·Evitar completamente el uso del fuego, que ha sido prohibido por el Gobierno provincial.
·Monitorear satelitalmente los focos de calor para actuar en conjunto con Parques Nacionales y el Gobierno de Corrientes.
·En caso de detectar fuego, denunciar inmediatamente llamando a la línea 100.
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