Gabriel Corvalán, estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), presentó un proyecto para la fabricación de ladrillos sustentables a partir de desechos biomásicos.
Este proyecto fue enmarcado en la convocatoria para la Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional.
«Este mes se aprobó el proyecto, la investigación comenzaría en septiembre. Junto a los docentes del Grupo de Investigación de Energías Renovables empezamos a evaluar cómo lo vamos a ir haciendo», comentó Corvalán a Nota al Pie.
El prototipo de ladrillo ecológico abre un nuevo campo en la construcción y un objeto de estudio distinto, permitiendo conocer la manera en la que incide en el medio ambiente los efectos de la construcción tradicional.
DETALLES
DEL PROYECTO
«Construcción Sustentable NEA: Evaluación del aporte a la sustentabilidad ambiental con innovaciones en la fabricación de materiales de construcción con insumos reciclados», es una iniciativa que busca darle un nuevo uso a los residuos orgánicos tales como el aserrín, la viruta o la hojarasca.
El proyecto que presentó el futuro ingeniero se enmarca dentro de otro que es mucho más abarcativo, «Estudio integral de residuos biomásicos del Nordeste desde el punto de vista constructivo y energético».
Comentó que el desafío fue proponer una idea que sea compatible con la que ya se encuentra en ejecución. «Así surge la idea de poder realizar estos ladrillos a partir de los desechos biomásicos y estudiarlos desde la conductividad térmica y la resistencia al fuego; como así también evaluar la resistencia de los mismos», dijo Corvalán.
PROBLEMÁTICA
AMBIENTAL
La región del NEA presenta una importante actividad forestal. Teniendo en cuenta los datos aportados por la Secretaría de Agroindustria, Corrientes representa el 25 por ciento de productos que son extraídos de bosques implantados.
Entre ellas, las especies que sobresalen son: el pino, el eucalipto, y, en menor medida, el álamo y el sauce.
Con respecto a los residuos que son generados en la región del NEA, el volumen es de un millón seiscientas mil toneladas al año aproximadamente. Además, uno de los actuales fines que tienen estos residuos es la quema de los mismos. Este proceso deja como resultado la emisión de más de dos millones de toneladas de carbono a la atmósfera.
«Este estudio pretende aprovechar estos desechos, que no son más que los sobrantes de los aserraderos. Es trabajar con estos materiales que por ahí no son reutilizados, sino que la mayoría de las veces son quemados y contaminantes», dijo Corvalán.
A su vez, agregó que «es una forma de reutilizar esto que, de otra forma, sólo son desechos».
El ingeniero Pablo Martina y la magíster María Raquel Aeberhard son los docentes que acompañan al estudiante en la dirección del proyecto. Además, integran el Grupo de Investigación de Energías Renovables, junto con el que se realizarán los distintos ensayos del prototipo de los ladrillos sustentables.
Según los plazos establecidos, los estudios iniciales comenzarán en septiembre y los primeros resultados estarán disponibles en septiembre del año próximo.
BECAS DE
ESTÍMULO
El proyecto avanzó y fue aprobado en la instancia regional de la convocatoria 2021 para las Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas, por lo que el estudiante tiene el apoyo para ejecutar todas las planificaciones propuestas.
Las becas están destinadas a les estudiantes universitarios de grados que desean iniciar su formación dentro del campo de las investigaciones científicas. Las intervenciones se dan a partir de proyectos acreditados que se desarrollen en las disciplinas científicas, humanísticas, tecnológicas o artísticas.
De esta manera, se financia la investigación de nuevas líneas de estudios, con proyectos que establezcan nuevos planteamientos desde el campo científico.
Para finalizar, Corvalán señaló la repercusión que tuvo el proyecto «porque se ve que la sociedad está bastante interesada en el tema y creo que por eso puede tener buena aceptación», dijo.
Si bien queda un largo trabajo por realizar aseguró que una vez que se obtengan los resultados «vamos a poder hacer una comparativa de los ladrillos sustentables con los de la construcción tradicional, y demostrar las ventajas».
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