Por medio de estudios realizados en la región, investigadores del Instituto de Botánica del Nordeste (“Ibone”, Unne-Conicet) colaboran en un proyecto internacional coordinado por la Universidad de Zúrich (Suiza) que busca estimar la incidencia del cambio climático sobre poblaciones de helechos nativos. El NEA, por sus características climáticas, constituye un territorio propicio para este tipo de estudios.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático viene comunicando hace varios años que la influencia humana en el sistema climático es clara y está en aumento, y muchos de los cambios registrados desde la década de 1950 no tienen precedentes en decenios o milenios.
Las consecuencias del cambio climático para la biodiversidad han sido objeto de muchos estudios y el consenso indica que las plantas pueden enfrentar estos cambios, mediante adaptación genética, cambios en rangos de distribución temporal o geográfica.
Con aproximadamente 10.600 especies a nivel mundial, los helechos son el grupo de plantas vasculares más grandes después de las plantas con flores, sin embargo, este grupo ha sido ignorado casi completamente en estudios que analicen las posibles reacciones al cambio climático.
Ello a pesar que los helechos tienen una serie de características que los hacen particularmente interesantes para este tipo de estudios, ya que poseen un sistema vascular y un modo de reproducción estrechamente vinculados con sus hábitats, por lo cual son mucho más sensibles a estos cambios.
En esa línea, desde el Instituto de Botánica del Nordeste (Ibone), dependiente de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) y Conicet, el licenciado Saúl Páez en el marco de su Doctorado lleva a cabo el estudio “Inferencias del cambio climático en la distribución de helechos en el nordeste argentino, sobre la base de un gradiente de precipitaciones”.
El proyecto se realiza bajo dirección de los doctores Esteban Meza Torres (Ibone) y Michael Kessler (Departamento de Botánica Sistemática y Evolutiva, Universidad de Zúrich), este último coordinador de un proyecto a nivel internacional sobre diversidad global de helechos.
La investigación busca inferir sobre los mecanismos y estrategias ecológicas de los helechos nativos del NEA, que pudieran ser funcionales como respuesta al cambio climático.
En el estudio se realizarán análisis de datos ecológicos, fisiológicos y anatómicos.
LA REGIÓN NEA
El doctor Meza Torres, explicó que el noreste argentino presenta la particularidad de poseer un gradiente de precipitaciones creciente, en sentido oeste a este, empezando en la provincia de Formosa, atravesando Chaco y Corrientes, y finalizando en Iguazú, Misiones.
Además, las temperaturas regionales también muestran un gradiente decreciente en el mismo sentido, registrando las temperaturas más altas en Formosa.
Esto hace que esta región pueda ser utilizada como un “laboratorio natural”, ya que las temperaturas moderadas y clima húmedo se encuentran en el extremo este de Misiones, y un ambiente más seco y más cálido en el extremo oeste de Formosa.
“De este modo, se puede estudiar a los helechos y sus adaptaciones a lo largo de esta gradiente” indicó Meza Torres.
DETALLES DEL ESTUDIO
En tanto, respecto a la metodología de trabajo, el licenciado Saúl Páez explicó que se debe realizar un arduo y minucioso trabajo en el campo, realizando numerosos censos, mediciones y muestreos de las especies de helechos presentes en las áreas naturales de las cuatro provincias.
En el campo se debe prestar atención a los micro hábitats, que podrían funcionar como micro refugios. Posteriormente, se deben procesar gran parte de las muestras en el laboratorio para poder realizar más mediciones.
“Estos análisis mediciones nos servirán para estudiar las estrategias de adaptación al ambiente, particularmente en las especies de amplia distribución” resaltó el investigador del Ibone.
Conocer la ubicación y dinámica de los microrrefugios es indispensable para este proyecto, “ya que permitirá comprender la distribución de las especies frente al cambio climático” agregó el licenciado Páez.
Al respecto, explicó que algunas especies de plantas pueden refugiarse en microhábitats favorables, o microrrefugios, durante tiempo considerable, incluso en regiones con clima desfavorable.
Estos microrrefugios son sitios que poseen microclimas favorables en medio de climas regionales desfavorables, lo cual permite que las poblaciones de determinadas especies persistan fuera de su distribución geográfica principal.
EL ESTUDIO DE HELECHOS
El licenciado Páez y el doctor Meza Torres explicaron que la pteridología es la rama de la botánica que se encarga de estudiar a los helechos, como así también a los licófitos (grupo de plantas que comprende a los licopodios y a las selaginelas).
En conjunto, son considerados como el segundo grupo más grande de plantas vasculares, sumando cerca de 12.000 especies a nivel mundial.
En Argentina están registrados cerca de 802 taxones concentrados en tres centros de diversidad pteridofítica, ubicados en el Noreste de Argentina (Provincia de Misiones), Noroeste (Jujuy, Salta y Tucumán) y en la Región cordillerana de los Andes (Neuquén y Río Negro).
“Nos gustaría continuar trabajando y fortalecer los lazos de cooperación con el Departamento de Botánica Sistemática y Evolutiva de la Universidad de Zúrich, pues trabajar en este proyecto sobre diversidad global de helechos coordinado internacionalmente por el doctor Kessler resulta muy productivo. Además, integrar nuestros datos a una base de datos global ayudará al entendimiento integral de la ecología de este grupo de plantas”, finalizó el doctor Meza Torres.