Aníbal Tosetti (Especial)
Para EL LIBERTADOR
¿Cuándo decidió ser psicólogo?
-Me decidí a ser psicólogo en el año 1995.
¿Por qué hay quienes creen que es una profesión «que poco sirve»?
-La Psicología puede ser de mucha o poca utilidad, según quien interactúe con este campo del conocimiento. Y, sobre todo, si está dispuesto a hacerse genuinos interrogantes sobre su posición subjetiva y su modo de funcionar y vincularse. Esto implica que, como paso previo, esa persona debe asumir que no puede ni debe «arreglárselas solo» con lo que es para él materia de sufrimiento.
¿En qué se especializó y porqué lo hizo?
-Trabajo como psicólogo del Poder Judicial de la Provincia de Corrientes, desde el año 2002 y desde 2010 como Jefe del Cuerpo de Psicología Forense. El trabajo en un servicio público implica una apuesta por una sociedad, donde la vulneración de los derechos de alguien son un problema que es responsabilidad de todos afrontar. Lo opuesto de la lógica del individualismo, y del sálvese quien pueda.
¿Cuándo una persona decide ir al psicólogo?
-De diferentes maneras decide ir cuando pierde su equilibrio interno. Cuando puede reconocer que puede haber un saber fuera de él, que lo ayude a afrontar su padecimiento subjetivo.
¿Cuáles son las preguntas más frecuentes de los pacientes?
-Al inicio de un tratamiento, un paciente lo que pregunta es, cómo debe conducirse con las situaciones sobre las que le toca decidir. Si tiene constancia en su tratamiento, llegará a otra etapa en la que logre preguntarse por las causas que motivan sus elecciones. Podrá empezar escuchando lo que lo inquieta para poder terminar eligiendo sus inquietudes.
¿Hay un rango etario, de género, y/o de situación social que más acuden?
-Favorablemente, la atención clínica se ha ido democratizando con el paso del tiempo, y va siendo aceptada como algo natural y «normal» el poder ser ayudado por un profesional de la salud mental. Y, actualmente, las consultas, si bien son por distintas problemáticas abarcan a los diferentes grupos etarios y sociales.
¿Las circunstancias por las que se acude varían en el tiempo?
-Cada cultura produce sus propios síntomas y, actualmente, hay trastornos que no existían hace un siglo, porque las nuevas configuraciones familiares, la vida laboral y la tecnología, entre otros factores los han modificado. Por ejemplo, ya no son frecuentes las consultas por síntomas tales como parálisis histéricas, como podría darse en la época de Freud, pero abundan los trastornos de la alimentación y los ataques de pánico, sobre todo la depresión.
¿Qué analizaría primero a quien acude por bullying?
-Lo primero es poder alojar y escuchar el sufrimiento. Darle la entidad que se merece, es decir, no minimizarlo. Y, por otra parte, romper con la lógica de proyección que hace de la víctima la responsable de la agresión que recibe, cuando en realidad es depositaria de la imposibilidad del agresor de lidiar con la diferencia y con su límite, en definitiva.
¿Como psicólogo, qué recomendaría a sus hijos?
-A mis hijos podría darles muchas y muy sabias recomendaciones. Se las doy relacionadas al valor de la palabra empeñada, al lugar que deben tener el saber y el tener en la vida de una persona. Pero lo que va a escuchar un hijo y lo que lo va a referenciar no es lo que uno le diga, sino el tipo de vínculo que logre establecer con él, el modo de funcionar y la conducta que vea en un padre. Eso es lo decisivo.
De uno a diez, califique la salud pública del país.
-La salud pública de la Argentina debería tener una calificación muy alta, porque las personas que trabajan en ella lo hacen con pocos recursos y bajas remuneraciones, pero convencidos de que es un derecho y los organismos públicos son los lugares a los que recurren los que no pueden pagar un tratamiento privado en lo que se refiere a salud mental.
¿Qué le diría o pediría a nuestros gobernantes?
-La función de gobierno de cualquier institución pública o privada será humana y humanizadora en la medida en que esté fundada en una profunda empatía. Porque no habrá verdadero éxito si ese éxito sólo lo pueden disfrutar algunos.
Enumere tres medidas que deberían tomarse para mejorar la situación del país.
-No estoy seguro de ser una persona indicada para dar una respuesta a eso. Y me parece que estamos en una época en la que la gente se autoriza de un modo excesivo a opinar de temas que no son de su especialidad.
¿Qué valores le falta a nuestra dirigencia?
-La crisis de autoridad que afrontamos no se limita a las autoridades que ejercen la función pública, sino la función normativa en general. La construcción de autoridad es un proceso que se construye muy lentamente y puede destruirse muy rápidamente. Lo que construye autoridad es un comportamiento ético y un diálogo que parte de la base de que el otro tiene aportes valiosos que hacer.
¿Por qué, en su opinión, aumentó tanto la pobreza últimamente?
-Por la misma razón que aumentó la acumulación. En relación a esto, el Papa Francisco se ha referido recientemente a lo irreal y lo injusto (las dos cosas) que es la teoría del derrame de las riquezas.
¿Tiene algún lema o lemas que guíen su vida, qué expresan?
-Este año me nace remarcar: «Que estamos todos flojos de papeles». Lo que da cuenta que la finitud y fragilidad tiene que ver con todos.
¿Cuál es su principal virtud y defecto?
-Mi principal virtud quizás sea la practicidad y el principal defecto la autoexigencia que a veces puede ser desmedida.
¿Qué valora y detesta de otra persona?
-Valoro especialmente la honestidad y por lo mismo, tolero bastante mal la falsedad.
Cite algún sueño hecho realidad y uno frustrado.
-El mayor sueño cumplido es la familia que construimos con mi esposa.
¿Qué cosa no lograda quisiera que obtengan sus hijos?
-Disfrutar más de los procesos y de los recorridos sin esperar tanto al final, cuando se concretan los resultados.
¿Qué lugar desconocido le gustaría conocer?
-Israel.
¿Si no viviera en la Argentina, qué lugar preferiría?
-Italia.
¿A qué personaje le hubiera gustado conocer?
-Nelson Mandela.
¿Qué le pide hoy a Dios?
-«Que a los que nos sobran las cosas, no nos falte la decisión por el Reino», que es el proyecto de Dios para el Hombre.
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