Se realizó ayer el tradicional acto por un nuevo aniversario del natalicio de José Francisco de San Martín en Yapeyú. Hasta allá fueron referentes políticos de distintos puntos de la provincia, que fueron recibidos por la intendente anfitriona, Marisol Fagúndez. La noche anterior, el gobernador, Gustavo Valdés y su comitiva habían arribado con una agenda nocturna que incluyó inauguraciones, anuncios y la participación en la cantata.
En cuanto al evento por los 245 años del nacimiento del Padre de la Patria, que tuvo lugar en la plaza de Armas del Templete, se pudo atender un encendido discurso del mandatario provincial, en el que se resaltaron los valores que inculcó el máximo prócer nacional.
Valdés instó a mantener vivo su legado, y en tiempos difíciles como el que transita la Nación, pidió seguir con su ejemplo para lograr de una vez por todas la unidad del pueblo argentino, dejando de lado los egos y las mezquindades.
SI EL PRÓCER VIERA LA GRIETA
Más allá de la retórica heroica y patriótica, el Gobernador aprovechó para lanzar un tiro por elevación a la clase política, inmersa en una grieta feroz que invadió la vida de los argentinos. «Si estuviera hoy acá con nosotros nos diría: sean generosos, tengan grandeza y humildad que es la única manera de salir adelante», enfatizó para, de inmediato agregar: «San Martín se sorprendería viendo cómo está hoy el país que nos legó y tal vez se lamentaría mucho. Seguramente se preguntaría cómo hicimos para estar como estamos, teniendo todo para que nos vaya bien».
«Sabiendo de su generosidad y su bonhomía, lo imagino mirándonos como un padre indulgente que ve cómo sus hijos se equivocaron y nos daría unas recomendaciones», añadió.
«No tengo dudas que nos diría a los argentinos, únanse. La grieta no es un invento actual. A San Martín nunca le gustó andar peleándose entre hermanos, si hasta se exilió para no ser parte de esas disputas», manifestó con todo firme el mandatario correntino.
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