El senador, Enrique Vaz Torres dijo que la suba de precios, que afecta más a los sectores desfavorecidos, responde a varios factores, pero el principal es el financiamiento de los gastos del Estado con emisión monetaria. Hizo notar la paradoja que el Gobierno que dice defender a los más pobres, en realidad los perjudica. El Norte «Grande», el peor de todos.
03-POLITICA-27Mientras ayer se difundían los índices de pobreza e indigencia en el país, que siguen manteniéndose en valores altos, se conoció paralelamente que el Gobierno nacional va a destinar 100 millones para carnavales y la semana pasada se reunió para tratar el tema de las figuritas del Mundial. Es decir, que en medio de la pobreza la agenda política pareciera poner el foco en otro lado: figuritas, carnavales, humedales, etcétera.
El ex ministro de Hacienda de la Provincia y actual senador provincial, Enrique Vaz Torres, al ser consultado por EL LIBERTADOR observó que el incremento de la canasta básica está muy por encima de los valores de la inflación en su novel general.
Se da la paradoja, dijo, que «la gente consume menos y tiene mayor precio, con lo cual el índice es más empinado. Por eso las mediciones estadísticas van cada vez peor». Y observó que «hoy la inflación en la Argentina ya es estructural».
No debe sorprender que en Corrientes se siente más la pobreza que en otros espacios territoriales (ver página 8).
El hecho es que, según algunas estimaciones, entre pobres e indigentes, el 45.3 por ciento no cubre sus necesidades básicas. Además, los números revelan la historia de siempre: el Noreste resulta la zona más pobre, con el 36,7 por ciento de pobres y 9,3 de indigentes. Lo sigue el Noroeste, con el 36 por ciento y el 6 por ciento respectivamente.
Esta es la foto de hoy del Norte «Grande» que, por ahora, sigue siendo el Norte Pobre.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer que la pobreza llegó a 36,5 por ciento y alcanzó a 17,3 millones de argentinos en el primer semestre de 2022. En tanto, el nivel de indigencia fue del 8,8 por ciento en los primeros seis meses del año.
El informe del organismo nacional señala, empero, que los indicadores sociales principales mostraron una sensible mejora respecto al 42 por ciento de pobreza que marcó el 2020. En tanto, en el primer semestre de 2021, la pobreza ascendió al 40,6 por ciento y la indigencia al 10,7 por ciento.
EMISIÓN NOCIVA
Consultado por EL LIBERTADOR sobre los números que difundió el Indec, el senador Vaz Torres dijo que «la visión que yo tengo es que no cede el efecto nocivo que la emisión monetaria genera en la sociedad. Porque financiar el déficit fiscal con emisión monetaria por no poder tener acceso al crédito; porque el crédito al que se accede es para pagar los vencimientos de deuda del FMI y el riesgo país está tan alto, que el acceso al crédito para inversiones que mejoren el perfil productivo de la Argentina no llega, porque básicamente el riesgo país está originado en el desorden macroeconómico que tiene la Argentina».
«Eso se ve -agregó- en el tipo de cambio; se cierra el país a la competitividad externa, y eso hace que el que más padezca estas cuestiones sea la gente común. Es la gente que cada vez tiene menos empleo, que cada vez reduce sus posibilidades de acceso a los bienes de consumo, porque los ingresos corren detrás del aumento de los precios».
«Existe una informalidad muy grande, prácticamente el 50 por ciento de la actividad económica es marginal, en negro como se dice», señaló, y agregó: «Es preocupante, porque el Gobierno, que tiene un discurso que protege a los más desfavorecidos, es el que más sepulta esa condición social, la hace cada vez más profunda».
Y apuntó a que «lo peor de todo es que una integrante de la alianza de gobierno, que es la Vicepresidenta (Cristina Kirchner), porque es parte del Gobierno, se constituye ahora en una oposición al Gobierno, como si no tuviera nada que ver con él».
Expresó que «es muy preocupante lo que está ocurriendo con estos índices que señalan la pobreza, que no es otra cosa que el aceleramiento de los precios en la canasta básica».
«Uno puede decir: ¿y por qué crece más la indigencia que la pobreza (que incluso ha disminuido levemente)? Es porque cada vez afecta a las clases más postergadas. O sea, el que estaba mal, está ahora más mal; y el pequeño descenso que se pudo haber logrado en la pobreza general debido a la situación, en algunos sectores, de mayor actividad económica, no alcanza a compensar el deterioro que se produce en el que está en un estado de indigencia», indicó.
Y agregó que «esto se expresa en los precios de la canasta básica, fundamentalmente. El aumento generalizado de los precios, que está en el orden del 6,5 al 7,5 por ciento, se refiere a los precios en general. Pero el incremento de la canasta básica está muy por encima de estos valores. Incluso cuando se construye el índice, se compara precios por cantidad. Y comparamos precios por cantidad de la unidad de medida del mes que se mide, contra precios por cantidad del año base».
«Entonces, qué es lo que ocurre ahí. El efecto nocivo es que disminuye la cantidad de consumidores y ahí aumentan los precios también. O sea que la gente consume menos y tiene mayor precio, con lo cual el índice es más empinado. Por eso las mediciones estadísticas van cada vez peor. Porque esto sólo se resuelve con crecimiento, con productividad, con reducción del gasto del Estado y con un financiamiento genuino de esta distorsión social que se hace a través de los planes sociales», expresó.
-La Vicepresidenta dijo que esta es una inflación de oferta, no de demanda -preguntó EL LIBERTADOR (ver aparte).
-Nada más equivocado que eso. Me parece que no entiende nada de economía. Nunca entendió, en realidad. En algún momento dijo que era multicausal, porque le convenía decir eso, cuando en realidad hoy la inflación en la Argentina ya es estructural. Responde a varios factores, pero el principal es el financiamiento de los gastos del Estado con emisión monetaria.
Eso produce el deterioro de la moneda. Es indiscutible eso. Genera expectativas hacia adelante en los procesos fabriles, en los procesos de oferta, que por la incertidumbre que se genera en la administración del Estado, existen remarcaciones por las dudas. Porque las expectativas son cada vez peores. Hay desabastecimiento».
Y explicó: «Si vos estás fabricando algo y por ahí un insumo no lo podés adquirir porque es importado, ¿cómo tomás cobertura de factibilidad? En los precios. Y lo trasladás hacia adelante. Y el último eslabón de la cadena es el consumidor. Y si esos productos son de subsistencia, estás en el horno, porque tu salario no sigue al mismo ritmo».
Remarcó que «el problema fundamental es el deterioro de la moneda; y el deterioro de la moneda se produce cuando el financiamiento de gastos excesivos del Estado, se hace con emisión monetaria, no con impuestos.
Y se produce el peor de los impuestos, que es la inflación. Porque la inflación es un redistribuidor ciego de la riqueza».
Para Cristina,
el problema es la oferta
Ante los datos de pobreza e indigencia difundidos ayer por el Indec, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tuiteó la siguiente reflexión:
«El Indec publica hoy datos sobre el descenso de la pobreza del 37,3 por ciento al 36,5 por ciento en el primer semestre de 2022. Sin embargo, en el mismo período la indigencia aumentó del 8,2 por ciento al 8,8 por ciento, esto evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos.
Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad.
El Ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia».
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