En diálogo con EL LIBERTADOR, el jefe de la Policía de Corrientes, Félix Barboza reflexionó sobre cómo se dio el cumplimiento del Decreto provincial 640/20 durante este período. Destacó que se acató en un comienzo, pero que hoy en día, ante la gran movilidad y relajación social no. También remarcó que la periferia de la Capital es el lugar donde más incumplen los protocolos. Así como los jóvenes, con las fiestas clandestinas. Días atrás, el médico infectólogo que asesora al Presidente de la Nación, Luis Cámera señaló al tapabocas como » lo único que tenemos para salvarnos».
Se cumple un año, del momento en que el Gobierno provincial decretaba el uso obligatorio del barbijo en todo el territorio correntino debido al avance del Covid-19.
Asimismo, días previos, en varias localidades del Interior como Monte Caseros, Paso de los Libres, Sauce y Empedrado ya hacían uso de la obligatoriedad, y a partir del Decreto provincial 640/20, se extendió en todo Corrientes.
Tales medidas tuvieron impacto a nivel nacional por ser uno de los primeros distritos provinciales en implementarlo, junto con Catamarca, La Rioja, Misiones, Jujuy y Santiago del Estero. A su vez, las autoridades policiales fueron las encargadas de controlar su uso correspondiente, y en caso de detectar fallas obtuvieron la potestad de aplicar multar y realizar demoras en la vía pública.
«En los primeros momentos fue bastante acatada la orden que se daba del uso del barbijo, después se fueron relajando bastante, ahora es notorio y se advierte un relajamiento principalmente en la noche y la madrugada», afirmó el jefe de Policía, Félix Barboza en diálogo con EL LIBERTADOR.
A su vez, cuando las fallas en los protocolos aumentaron gradualmente, explicó que comenzaron a tomar medidas, donde aseguró que «en un primer momento se le demoraba, y se aplicaba una contravención, que era el equivalente a cuatro unidades de multas, que ahora sería entre 4 y 5 mil pesos».
Pero resaltó que dejaron de aplicar las sanciones cuando se resintió la actividad económica, «y nosotros conscientes no usábamos ese tipo de correctivo, pero le demorábamos, le molestábamos, le mandábamos a la casa. Teníamos que hacer de niñero, cosa que hasta ahora estamos haciendo», advirtió.
En este sentido, el Jefe de la Policía reconoció que las indisciplinas no fueron tan numerosos, ya que «el ser humano es como el hijo del rigor, y «no guarda que la policía tal cosa, y que la Policía», eso se señaló que hubo como una suerte de concientización forzada, por el hecho que se tuvo que aplicar alguna sanción para cumplir», destacó.
SEGUNDA OLA
En la actualidad, Barboza aseguró que hay un relajamiento muy contundente, y que la mayoría de los casos los infractores son los jóvenes. «Se observan en las reuniones autorizadas, y no autorizadas, que se detecta prácticamente que no se usa el barbijo», indicó.
Además, enfatizó que los incumplimientos de protocolos se dan más en las zonas periféricas, y es ahí donde se vuelven más exigentes con la correcta utilización, y en casos particulares la aplicación de multas.
En relación al DNU establecido en la semana por la Presidencia de la Nación, explicó que «seguramente el Gobernador va a dar algunas medidas restrictivas, pero de acuerdo de la realidad nuestra. La Capital va a ser una cosa, Goya similar, también Curuzú Cuatiá», y agregó que «el resto entiendo que no todavía, pero menos los pueblos chicos no van a ser materia de restricciones, calculo, es lo que más o menos se deslizó».
Por lo tanto, concluyó: «Nosotros ahora vamos a estar atentos más que nada a las fiestas clandestinas, para evitar la aglomeración».