El Senador nacional del PRO hizo hincapié sobre lo que observa como un preocupante escenario de crisis nacional. Aseveró que hay un quiebre profundo en el Frente de Todos. Y, aunque recordó varios casos históricos de enfrentamientos internos en diferentes gestiones, remarcó que en este caso el Jefe de Estado fue catapultado por quien ahora le esmerila el gobierno. «El principal andamiaje político y de estructura para llegar al poder, lo puso justamente el kirchnerismo», advirtió el legislador misionero para graficar el endeble basamento en el que transita su último tramo Alberto Fernández como primer mandatario.
02-TAPA-POLITICA-2El senador nacional del PRO, Humberto Schiavoni habló en exclusiva con La Otra Campana, el clásico radial que se emite los domingos por LT7 Radio Corrientes y LT 25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá, bajo la conducción de Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez.
El legislador de la oposición advirtió un escenario complicado en materia institucional, apuntando los cañones al kirchnerismo y su estrategia de desgastar la figura presidencial en medio de una interna feroz del Frente de Todos.
La conversación se dio de la siguiente manera:
Vamos a hablar de la política nacional, su alta responsabilidad dentro del partido de la oposición.
-Estamos viviendo un momento muy delicado en el país. La verdad es que la crisis que se vive, producto de la pandemia, de los errores no forzados en su gran mayoría del Gobierno y básicamente una situación política muy compleja, porque ha quedado expuesta una fractura muy profunda en el Frente de Todos. Ya con dos proyectos indisimulablemente distintos, el proyecto que encarna la Vicepresidente y el del Presidente. Y no es cualquier Vicepresidente, como hemos tenido muchos otros casos en la historia argentina; es decir, Frondizi, con Alejandro Gómez; el más conocido, el «Chacho» Álvarez, con De la Rúa. Pero hubo muchos vicepresidentes que tuvieron sus diferencias con el Presidente, pero acá es un Presidente que fue puesto por la Vicepresidenta. El principal andamiaje político y de estructura para llegar al poder, lo puso justamente el kirchnerismo. Es una situación muy compleja que nunca la vivió el presidencialismo argentino. Esto se traduce en un vacío de poder, en una paralización del poder, donde hay segundas y terceras líneas que no responden a los mandos naturales del Presidente o los ministros. Ya lo hemos visto el tema con la pelea del subsecretario, Federico Basualdo y el ministro (de Economía) Guzmán, que terminó imponiéndose el criterio del Subsecretario. Esto es una cosa insólita para la estructura de un país que necesita tomar decisiones todos los días, muy graves, drásticas y profundas y esto no lo está pudiendo hacer.
Lo último que se estuvo debatiendo tiene que ver con este acuerdo del FMI, en el que se ha llegado a plantear la legitimidad del préstamo tomado por el Gobierno anterior.
-Esa más que una chicana política, es un disparate que no tiene absolutamente ningún sustento. Dicen que el crédito que tomó Macri es ilegal porque no pasó por el Congreso. Entonces, fueron ilegales los 21 créditos con el Fondo Monetario que no pasaron por el Congreso de la Nación, en el año 1958 con Arturo Frondizi, pasando por Menem, De la Rúa, etcétera. Eso no era necesario, la ley de administración financiera era muy clara, en el sentido de que cuando se trata de créditos con organismos donde la Nación es socia, no es necesario pasar por el Congreso. Además, clarito estaba dentro de la autorización global que daba el Presupuesto nacional en cada año. Después, en 2020, hubo una modificación, una ley específica que obliga a pasar por el Congreso, pero eso es respecto recién de este año. Con lo cual eso no tiene ningún tipo de sentido. Y otro tema que decían que no había ningún tipo de acción administrativa ni dictamines técnicos, como si el Presidente del Banco Central pudiera ir a Washington, firmar un papelito y traerse 44 mil millones de dólares en un avión. Hay dictamines, expedientes administrativos. Todas estas son cuestiones de dominio público, no vale la pena insistir en una chicana de tan bajo calibre. Pero más allá de eso, lo que hicimos fue aprobar el financiamiento, porque el Congreso lo que tiene que hacer de acuerdo a esa nueva ley que salió en 2020, es aprobar la operación de crédito, no el programa económico que puede conllevar esa operación de crédito o no. Eso es lo que le dejamos muy claro al oficialismo. Esa fue la modificación que propusimos en Diputados y apoyamos la refinanciación de la deuda para que no se entre en default, como oposición responsable y con vocación de poder. Pero eso no implicó convalidar un plan económico que no tiene absolutamente ninguna viabilidad ni sustentabilidad. Hoy mismo vi un reportaje al ministro Guzmán, donde dice que va a tener que revisar el plan. Entonces este plan ya nació para ser realizado, por lo tanto, esa no es nuestra responsabilidad. Es la responsabilidad del Ejecutivo, tal como lo marca la Constitución.
Esta chicana atenta contra la institucionalidad, porque entre frases y frases, alguien dijo que el Vicepresidente solamente está para tocar la campanilla del Senado. Algo que es incorrecto. Y ya de forma belicosa, alguna vez, una Senadora de la Nación, en su propio bloque dijo, «yo no soy la recluta Fernández, para recibir órdenes». Vemos estas conductas que atentan contra la institucionalidad.
-Esa conducta, como usted bien dice, la tomó Cristina Fernández de Kirchner y ya prefiguraba una serie de actitudes políticas en el mismo sentido. El kirchnerismo se ha caracterizado por no hacerse responsable de las decisiones que toma, siempre armando un relato para adjudicar la culpa a otro. Han desconocido parte de la historia del propio peronismo. Lo han negado a Menem, por ejemplo, cuando apoyaron la privatización de YPF. Tal es así que Parrilli, el escudero de la Vicepresidenta, fue el miembro informante en la Cámara de Diputados y fueron los que recibieron sus cifras millonarias del Estado argentino para la provincia de Santa Cruz, justamente por la privatización de YPF. O sea, que este tipo de actitudes no nos puede llamar la atención y son graves para el tema de la institucionalidad.
Algo que también presentó conflicto, tiene que ver con el impuesto a las grandes fortunas ¿Cómo ve esto usted?
-Hoy no tiene ningún tipo de viabilidad, no digo en el Senado, porque ahí la disciplina del Frente de Todos va a seguir funcionando, pero sí en Diputados. Desde ya estamos en contra de ese impuesto, por entender que justamente son los grandes contribuyentes los que tenían -en el contexto de la pandemia- la capacidad de invertir y poner en marcha de nuevo al país. Si uno le seguía sacando plata, esa inversión iba a quedar en los agujeros negros del Estado. En estos momentos ya ratificamos, una vez más, que no vamos a avalar ningún tipo de suba de impuestos, bajo ningún concepto. Es un compromiso que hemos tomado con nuestro electorado en 2021.
¿Cómo sigue su agenda legislativa?
-Tenemos un tema sobre el tapete, que es el tema del Consejo de la Magistratura. Saben que hay un fallo de la Corte Suprema de Justicia, donde declara inconstitucional la ley que promulgó Cristina Fernández de Kirchner en el año 2006, y le insta al Congreso a sancionar una nueva ley, o sino recobra vigencia la ley primigenia, la que fue modificada por Cristina Fernández. Esto es muy importante para el país, porque el Consejo de la Magistratura tiene la administración de la justicia, en el sentido de no solamente lo material, sino en la selección de los jueces y en la remoción de los mismos. Por eso es tan importante que ese poder sea equilibrado como lo marca la Constitución y que tenga presencia de la Corte Suprema de Justicia en su dirección, composición y manejo. Tenemos un proyecto en minoría, que presentaron todos los senadores de Juntos por el Cambio, que prácticamente es calcado de la ley anterior y que le da al Presidente de la Corte Suprema de Justicia la potestad de ser el titular del Consejo de la Magistratura. Después, si una composición equilibrada, tal como lo marca el fallo, es una ley ajustada a lo que dice la Corte Suprema de Justicia. En cambio, el oficialismo, acaba de dictaminar en el Senado un proyecto de ley que justamente le saca esa posibilidad de la integración a la Suprema Corte de Justicia, cuando el artículo 114 de la Constitución es muy claro cuando habla de todas las instancias judiciales. Y la Suprema Corte es la última instancia, la tercera en algunos casos y la última en otros. Por lo tanto, no nos cabe duda de que ese proyecto es inconstitucional de movida. Esperemos que en la Cámara de Diputados no prospere. En el Senado va a prosperar, estamos convencidos de que la mayoría kirchnerista se va a ajustar de nuevo y va a imponer este proyecto.
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