Una investigación de la Dirección de Seguridad Metropolitana de la Capital, derivó ayer en la inspección a un taller mecánico. En el lugar, ubicado en un sector del barrio Nuevo, secuestraron dos motocicletas porque ambas presentaban anormalidades. Y cuando revisaron con más detenimiento, descubrieron que una estaba denunciada como robada. Se trató de Yamaha IBR de 125cc, que con el dominio apócrifo que resultó tener pedido de secuestro, por haber sido robada de un domicilio por calle Nápoles. También una Motomel de 110cc, con partes de plásticos de diferentes marcas, número de motor limado y el dominio colocado, que no coincidía con el modelo. Ambos rodados fueron puestos a disposición del magistrado en turno, y se inició una causa de oficio por supuesta adulteración de motor. En la mencionada dependencia policial continúan, en tanto, con la investigación y los trámites del caso.
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