El miércoles pasado, cerca de las 20, una pareja estaba en su vivienda ubicada por calle Moreno entre San Juan y Mendoza de la ciudad capitalina cuando dos delincuentes ingresaron al domicilio para robarles a punta de pistola. Situación que hizo que Julio Manuel Seoane Riera, comerciante de 61 años, falleciera en el momento.
EL HECHO
Según explicó su esposa en diálogo con medios locales, Seoane tenía antecedentes clínicos producto de haber sufrido Covid-19. Este cuadro clínico preexistente, fue la antesala de su final. Según se determinó a través de la posterior autopsia realizada, la causa de muerte fue un infarto como consecuencia del alto nivel de estrés al que se vio sometido.
En un acto de valentía mientras luchaban con los delincuentes, su mujer golpeó a uno de los ladrones, lo que provocó que el mismo suelte el arma. Con esta acción el sujeto quedó expuesto, ya que el revólver era añejo y, según las pericias policiales pertinentes, no estaba cargado. Si bien la pareja pudo resistir el intento de asalto y logró que ambos malhechores abandonen su hogar, los intrusos habrían reducido a las víctimas bajo amenaza, pero luego, sin llevarse nada, se dieron a la fuga.
Tras el hecho, Seoane Riera los habría corrido hasta la calle y al regresar a su hogar, se desplomó en la zona del comedor como consecuencia del infarto.
Un primer examen médico realizado en el lugar descartó signos de disparos de arma de fuego, pero el cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Forense para la realización de una autopsia, con el objetivo de determinar las causas exactas del deceso.
La hipótesis principal indica que el fallecimiento habría sido consecuencia de un golpe al caer producto de la descompensación, aunque no se descartan otras circunstancias que son materia de investigación.
Según la reconstrucción de los hechos, los ladrones ingresaron rápidamente, intimidaron a la pareja con un arma oxidada y sin cartuchos, y huyeron en minutos.
OPERATIVO CERROJO
Fuerzas policiales acudieron al lugar al poco tiempo de lo sucedido y con la intención de resolver el caso lo antes posible decidieron establecer un operativo cerrojo.
El operativo cerrojo es un procedimiento que lleva adelante la Policía u otra fuerza policial para impedir que se escape un delincuente. La finalidad del mismo es establecer un perímetro determinado para cercar al prófugo. Esta maniobra incrementa las chances de atrapar a quien cometió el robo.
De esta forma comenzaron a hacer las averiguaciones pertinentes y realizar el seguimiento de la actividad de los tres sospechosos por la cuidad a través del sistema de monitoreo de cámaras de seguridad instalado en todo el territorio capitalino.
Gracias a los testimonios de los vecinos y de las propias víctimas, que en el hecho estuvieron involucrados tres hombres de entre 25 y 30 años. Dos de ellos ingresaron con armas de fuego en sus manos al domicilio, mientras que un tercero los esperó afuera dentro de un auto.
Las grabaciones evidenciaron que los hombres llevaban la cara cubierta por barbijos. Hasta el momento, la Policía cree que los delincuentes podrían haberse equivocado de domicilio, ya que abandonaron el lugar sin llevarse ninguna pertenencia. También abandonaron la hipótesis de una venganza o un ajuste de cuentas, ya que a través de distintas averiguaciones establecieron que la familia no cuenta con antecedentes penales o conflictos con terceros.
EL AUTOMÓVIL
Luego de esta noche fatídica, el jueves por la mañana, miembros de la fuerza de seguridad policial dieron con el paradero del auto con el que se escaparon los tres delincuentes. Se encontraron con un coche totalmente calcinado en la ribera del río, entre los barrios Santa Marta y Patono. Además, fuentes cercanas al caso detallaron que «el lugar es de poca accesibilidad y sólo una persona que conoce perfectamente la zona podría haber llegado hasta allí». El modelo sería un Peugeot 208, gris plomo de vidrios polarizados. Además, se descubrió que el vehículo posee una patente robada días atrás en Resistencia, Chaco.
CENTRO DE OBSERVACIÓN
Y MONITOREO
La investigación se vio beneficiada gracias a la implementación del programa Ciudad Segura que lleva adelante la Municipalidad. Ya que al invertir en tecnología como la instalación de cámaras de seguridad permitió avanzar en el esclarecimiento del caso.
En su momento, el secretario de Movilidad y Seguridad municipal, Jorge Sladek Uffelmann expresó que «uno de los ejes principales de la gestión es el tema de la seguridad. La competencia municipal se basa plenamente en la prevención de determinadas cuestiones, como es el esclarecimiento de algún tipo de delito o en lo que respecta a determinadas infracciones que se produzcan en el ámbito de la ciudad».
«Cuando asumió esta gestión municipal, en diciembre de 2017, la Municipalidad contaba con 65 cámaras y hoy tenemos más de 300 cámaras en servicio. Con las cámaras tenemos buenos resultados, trabajando siempre de forma mancomunada con la Policía de la Provincia a través del 911».
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