Una lista de exigencias y una fuerte advertencia a los gobiernos fue lo que dejaron los 451 participantes de la Cumbre Climática de las Juventudes Argentinas, que se realizó el fin de semana en Corrientes. Reunidos en la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste los ambientalistas, provenientes de 21 provincias del país, debatieron y construyeron un documento colectivo, el cual esperan que se materialice en políticas públicas ambientales concretas.
En base a todo lo debatido colectivamente durante las tres jornadas, la Declaración Climática de las Juventudes tiene entre las principales demandas «que las provincias en su totalidad, a lo largo y a lo ancho de todo el país, implementen organismos provinciales en carácter de ministerios de ambientes con compromiso real y participación ciudadana, con presupuestos acordes a la crisis climática y ecológica actual, asumiendo así su responsabilidad sobre los recursos naturales de todos los argentinos».
«Solicitamos urgentemente al Estado nacional, a través de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable la realización de un plan de transición energética justa, descentralizada que incluya un presupuesto para su desarrollo e implementación con participación real teniendo en cuenta el consenso de todos los sectores incluidos los pueblos originarios», es otra de las cuestiones planteadas.
También se refirieron a la implementación de la Ley de Educación Ambiental Integral. «Es el reclamo, no sólo de las organizaciones ambientales sino de los propios estudiantes y la comunidad educativa. Tenemos el derecho de aprender sobre todas las cuestiones que atraviesan la crisis climática y ecológica actual, en todos los niveles», señalaron.
Asimismo, se reclamó «con énfasis el urgente tratamiento y aprobación de la Ley de Humedales consensuada» e indicaron que no avalarán «cualquier otro proyecto que no haya sido consultado».
Antes, remarcaron:
«Les advertimos que de este lado hay una juventud cada día más comprometida, presente, unida, informada, que no piensa darse por vencida ante la negligencia de quienes supuestamente nos representan. Vamos camino a ocupar esos espacios de poder para hacer de la agenda climática y ecológica una realidad política».
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