Un grupo de jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de Itatí concluyó la misión evangelizadora de verano en el paraje Soledad, actividad que llevan a cabo habitualmente en esta época distintas comunidades eclesiales en el país, con un servicio especial destinado a los habitantes de zonas rurales.
En este caso de Goya, la iniciativa estuvo impulsada por la Pastoral Juvenil parroquial, la que se desplegó en la zona del basural, en el barrio Devoto 2 y en el ex vertedero, en el paraje La Soledad, perteneciente a la Parroquia.
Un grupo de 35 jóvenes misioneros que integran los grupos Alma Misionera y el grupo Emaús, junto al Párroco y dos seminaristas que realizan su formación sacerdotal en el Seminario Interdiocesano La Encarnación, en Resistencia, participaron de la misión que se llevó a cabo del domingo 5 al viernes 10.
Acompañados por el vicario general de la Diócesis de Goya, padre Juan Carlos Mendoza, los jóvenes agradecieron a Dios «por estos días, en los que hemos podido experimentar la alegría de ser comunidad».
Además de visitar a cada una de las familias que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad y pobreza, los misioneros tuvieron encuentros de formación sobre la Bula del Papa Francisco sobre el actual Jubileo de la Esperanza.
La Bula: Spes non confundit (del Latín «la esperanza no defrauda»), presenta 25 puntos clave, divididos en cinco secciones: «Una palabra de esperanza», «Un camino a la esperanza», «Signos de esperanza», «Llamamientos a la esperanza» y «Anclados en la esperanza». Todos, aspectos que reflejan los deseos e invitaciones del Papa para este Año Santo que se inició el 25 de diciembre pasado y concluirá el 6 de enero de 2026.
En los centros de misión realizaron actividades recreativas con los niños, compartiendo la merienda con juegos y la entrega de obsequios.
Un fogón misionero con las familias que se visitaron constituyó un verdadero encuentro fraternal, porque, también estuvieron otros integrantes de la comunidad parroquial.
MISIÓN A SEGUIR
«Es nuestra intención que esta misión no termine con el cierre, sino que sea el inicio para lograr una mayor inserción en esa zona de la Parroquia», señaló el seminarista de esta Diócesis, Lucas Manchini, quien estuvo misionando acompañado por el seminarista Iván Pighin, de la Diócesis de Reconquista, provincia de Santa Fe.
Destacó que el Papa alienta «a ser signos de esperanza, especialmente para los más necesitados, como los pobres, refugiados, jóvenes, presos y ancianos».
Los misioneros se alojaron en la Escuela Nº 717 Obispo Alberto Devoto, que se encuentra contigua a la capilla Nuestra Señora de los Dolores, en el paraje Soledad.
La comunidad parroquial agradeció a todas las personas que donaron mercaderías y elementos de limpieza para llevar adelante las jornadas misionales.
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