La creciente inseguridad que se vive en las calles de Corrientes, se traslada, también, a kioscos y comercios que, en ocasiones, son los puntos predilectos de los ladrones. En el último tiempo se registró un incremento de asaltos en locales comerciales de todo tipo, aunque las maniobras ilícitas se dan mayormente en kioscos que permanecen abiertos las 24 horas.
Los casos de atracos en este tipo de comercios son de todo tipo, aunque la modalidad empleada por los maleantes parece repetirse: se hacen pasar por clientes y, a partir de una primera interacción con quienes se encuentran detrás del mostrador del negocio, concretan el ilícito.
En ese sentido, se observan todo tipo de asaltos, algunos con violencia y otros en los que los malhechores escapan con los productos ocultos entre sus pertenencias. Este tipo de situaciones se repiten tanto en la Capital como en el Interior correntino, y los dueños de los locales se sienten cada vez más expuestos a los robos.
Asimismo, denuncian que, aunque mayormente los atracos se dan en horas de la madrugada, los asaltantes no tienen preferencia y atacan en cualquier momento del día y a cara descubierta. Ese tipo de datos son relevantes, luego, para que, a partir del material fílmico con el que cuentan algunos locales, por las cámaras de vigilencias empleadas, la Policía puede trabajar rápidamente en la identificación de los autores, para más tarde proceder a su localización y captura.
Un modus operandi en común:
se hacen pasar por clientes
La mayoría de los asaltos registra un modus operandi similar. Los últimos hechos registrados muestran que, en su mayoría, los delincuentes llegan hasta el punto en el que van a concretar el ilícito y se hacen pasar por clientes. Una vez establecido el primer contacto con la persona que se encuentra a cargo de las ventas, se denotan dos modalidades diferentes: en una solicitan con vehemencia al cajero la recaudación, a la vez que agarran mercadería y luego se van; y en la otra, al hacerse pasar como clientes, distraen con pedidos al vendedor, mientras ocultan entre sus cosas los productos.
Mecheras, filmadas
en pleno acto delictivo
Pocos son los movimientos que no son registrados por las cámaras de vigilancia instaladas en comercios. El contenido de esos dispositivos permite en la mayoría de los casos brindar la información a las autoridades para identificar a los maleantes y con ello trabajar más rápido en la investigación del caso y posterior recuperación de la mercadería. En ese sentido, mecheras son filmadas en pleno acto delictivo y, aunque pretenden pasar desapercibidas, son captadas por las videocámaras que revelan su paso por los negocios y cómo intentan esconder productos entre sus pertenencias.
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