Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
En marzo de 1937, hace 86 años, la mítica revista Caras y Caretas le dedicaba un número a la provincia. Un enviado especial del semanario, retrató con palabras e imágenes las postales más emblemáticas del territorio correntino. Y el título anticipaba una profunda admiración por la gente, la arquitectura y los paisajes por parte del cronista: «La provincia de Corrientes está llamada a ser la California argentina». Este es un repaso por esa publicación.
Las valiosas imágenes de archivo de la nota periodística fueron compartidas por Jorge Gastón Brégains Sizun, administrador del reconocido grupo de Facebook Corrientes del Ayer. El suplemento fue publicado el 27 de marzo de 1937, el número 2008 de la legendaria revista de circulación nacional.
«Sus habitantes, cultos y generosos, tienen mucho de esa amabilidad de los países tropicales. Un poco de historia, mezclada con los afanes e inquietudes del momento», adelantaba en la presentación el enviado especial Urbano H Peraita, en una portada ilustrada con el retrato del gobernador de entonces, doctor Juan Francisco Torrent.
En sus escritos adornados con imponentes imágenes de la Capital correntina, Peraita hizo un breve repaso histórico de la provincia y luego fue remarcando detalles que leídos casi un siglo después no dejan de ser llamativos. Por ejemplo, cuando hace referencia a la capacidad de recuperación de la población.
«Corrientes, como ciudad fronteriza de choque, ha sufrido mucho; pero siempre logró reaccionar. Fue en medio de tantas vicisitudes engrandeciéndose. Hoy, es una ciudad moderna, en la que más de sesenta y cinco mil habitantes construyen una comunidad cívica de admirables actividades», redactó.
Fue él quien se refirió a la provincia como «la futura California criolla» y lo hizo con una aguda crítica al gobierno nacional de entonces. «El Ministerio de Agricultura debería estudiar más a fondo los medios de convertir la huerta correntina en un verdadero depósito de productos tan útiles… La California Argentina necesita estímulos y ayuda», remarcó.
OBSERVACIONES
Alojado en lo que supo ser el Buenos Aires Hotel, en el edificio de Pellegrini al 1.000, Peraita hizo una apreciación sobre algunas costumbres que le llamaron gratamente su atención. «Nadie os mira con descaro inquisitivo. Las sonrisas amables y, por menor raro, las damas no fuman… Será un hábito doméstico. Solamente a una señorita hemos visto sacar un cigarrillo egipcio», describió.
Otro detalle que no dejó pasar y al que le dedicó también un apartado, fue a las correntinas. Resalta dos admiraciones: «La primera es fácil de adivinar y consiste en el elogio de la hermosura típica de la mujer correntina. «Los ojos negros, mejor, los ojazos de mirar dulce, profundo abundante… La segunda, la cultura femenina, una cultura sin énfasis, expresada por medio de palabras musicales… Conocen las obras clásicas españolas, francesas y argentinas, y nuestros buenos escritores se quedarían admirados al oír los conceptos críticos de estas sus admiradoras», escribió.
Peraita cierra esta crónica de antaño con palabras que revelan una profunda admiración por la manera en que Corrientes se mostraba al mundo.
«Esta nota encierra impresiones que jamás olvidará. Sólo queda agradecer cordialmente las innumerables y gentiles manifestaciones de afecto que ha recibido en esta ciudad ‘archivo de la cortesía’, según la frase de Cervantes», completó el cronista en ese suplemento que quedó como registro de la pujanza de una tierra por descubrir.
PUJANZA. Ya en ese tiempo comenzaba a destacar el comercio, turismo y la producción industrial provincial. SOCIEDAD. También muestra una lista de personajes y familias de renombre en la aristocracia de esa época ARQUITECTURA. Las imágenes resaltan la belleza de los edificios, las calles y los paseos públicos locales.
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