La Capital provincial se convirtió ayer en una gran fiesta, luego de la coronación de la Argentina como campeón mundial en Qatar. El epicentro, como no podía ser de otra manera, fue la Costanera, pero en cada rincón de la ciudad se pudieron apreciar los festejos.
Un microsegundo después de que Gonzalo Montiel sentenciara la definición por penales ante Francia, en cada rincón de la Capital provincial empezaron a escucharse los gritos, cánticos, pirotecnia y bocinazos que no dejaron de oírse hasta bien entrada la noche.
Fue un festejo sin precedentes, inigualable, cargado de felicidad, emoción y pasión del que no pudieron escapar ni aquellos pocos correntinos que no se interesan normalmente por el fútbol.
La primera gran convocatoria fue en el Fan Fest instalado debajo del puente General Belgrano, donde una multitud eligió ver el partido en pantalla gigante y a ellos, a penas terminó el encuentro, se sumaron personas de toda la ciudad, quienes llegaron en sus vehículos hasta lo más cerca de la Costanera que pudieron, debido al gran operativo de seguridad montado en la zona que limitó el paso de vehículos. Otros tantos se movilizaron a pie, incluso desde los barrios periféricos.
Jóvenes, niños, adultos mayores y familias festejaron juntos, nadie se quiso perder ese momento histórico, incluso el gobernador Gustavo Valdés salió junto a familiares y amigos a festejar fuera de la residencia oficial, vestido con una camiseta argentina, short y alpargatas.
Hasta el cierre de esta edición, los festejos se desarrollaron sin mayores inconvenientes, gracias en gran medida al inmenso operativo de seguridad montado en el área de los festejos, que contó con más de 130 policías e inspectores de Tránsito de la Municipalidad.
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