Por Soledad Acuña
Los ciudadanos argentinos nos caracterizamos por la resiliencia, por nunca bajar los brazos, y por siempre buscar la forma de salir adelante. No queremos que nadie nos regale nada, al contrario, queremos que todo el esfuerzo que hacemos día a día tenga recompensas, que valga la pena.
Sin embargo, el populismo que nos ha gobernado en dieciséis de los últimos veinte años, se empeñó siempre en poner trabas al que quiere desarrollar su plan de vida a partir de su esfuerzo. El discurso kirchnerista tiene como uno de sus pilares más importantes, el desprestigio y la crítica a la creencia en el mérito. No quieren ciudadanos libres, los quieren dependientes de un Estado paternalista que les diga cómo vivir y qué pensar.
Recuperar la cultura del trabajo tiene que ser la prioridad para impulsar un cambio en el país. Tengo la firme convicción de que la educación es la mejor herramienta para igualar oportunidades, para que cualquier persona, sin importar sus orígenes, pueda encontrar el camino para salir adelante. Por lo tanto, la educación es el mayor garante de libertad, porque una sociedad educada, es una sociedad libre. Por eso, debemos dirigir todos nuestros esfuerzos a diseñar políticas educativas que contribuyan a crear más posibilidades de progreso.
El informe Education at a Glance elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, explica que hoy por hoy, casi uno de cada cuatro jóvenes argentinos de entre 18 y 24 años no estudia ni trabaja. A su vez, evidencia que en la población que tiene entre 25 y 29 años, el 35 por ciento de los que no terminaron el secundario son «Ni-Ni». Un número que disminuye al 9 por ciento para los que finalizaron un estudio terciario ¿Qué nos dice esto? Que ofrecer una mejor educación es sinónimo de más oportunidades de trabajo. En este sentido, tenemos que generar nuevas instancias para que todos y todas puedan finalizar sus estudios.
En la Ciudad de Buenos Aires, desde 2007 venimos desarrollando un proyecto a largo plazo para lograr una transformación cultural que logre reivindicar a la educación y el trabajo como motores de la sociedad. Esto lo estamos logrando porque confiamos en la gente, porque sabemos que, si se crean oportunidades, las personas van a aprovecharlas.
De esto se trata Terminá la Secundaria, una iniciativa que venimos implementando desde la gestión de Mauricio Macri, y que hemos profundizado con Horacio Rodríguez Larreta. Les damos la posibilidad a cualquier adulto de retomar sus estudios y terminar la escuela de forma gratuita, virtual y desde cualquier lugar de la Argentina.
Estoy orgullosa de poder decir que hoy la Ciudad es un ejemplo para todo el país, una muestra de que existe una alternativa política que se centra en resolver los problemas que realmente importan. Aunque todavía tenemos mucho que profundizar. Pero estas son las medidas que de verdad van a impulsar el cambio en la Argentina. Las que se basan en la igualdad de oportunidades, para que cualquier ciudadano y ciudadana tenga la libertad de elegir y decidir sobre su propio futuro.
Este es el modelo de país que proponemos desde nuestro espacio. Uno que tenga confianza en las personas y su capacidad de reinventarse, uno que premie el trabajo y el mérito, en definitiva, uno que brinde las oportunidades para que todos puedan salir adelante a partir de su esfuerzo.
La autora es
Ministra de Educación porteña.
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