El ya casi eterno letargo que padece la obra de la autovía sobre ruta 12 comenzó a generar bronca en los correntinos e inquietud en los legisladores. Es que se trata de un proyecto planificado para 24 meses, cuyos trabajos se iniciaron en 2018, por lo que existe un retraso de dos años en los avances, con el sinfín de inconvenientes que ello acarrea para la gente. Es más, en provincias de la zona como Formosa, en menos tiempo se avanzó con iniciativas de más kilómetros.
Fue así que en la semana que se termina, el bloque del Partido Autonomista en la Cámara de Diputados presentó un proyecto de resolución para que Vialidad Nacional informe sobre la demora latente.
Los legisladores, Silvia Galarza y José Romero Brisco hicieron hincapié en que se trata de una obra fundamental para mejorar el tránsito en la Capital y las adyacencias, remarcando que sólo se trata de un tramo de casi 13 kilómetros que conectan a Riachuelo con el acceso a Santa Ana.
Remarcaron que desde abril de 2018 (cuando comenzaron las tareas) a la fecha, apenas se avanzó en un 50 por ciento del proyecto. Ya pasaron casi 5 años, destruyendo el plazo de ejecución de 24 meses. Por ello advirtieron que, a este ritmo -que ya duplica lo estipulado inicialmente- aún faltarían «cuando menos otros cuatro años más para que sus beneficios se vuelvan, de una vez por todas, una realidad para los correntinos».
Por ello, consideraron necesario solicitar informes sobre la autovía Travesía Urbana Corrientes «que permitan conocer, por un lado, cuáles han sido las causas para las demoras; y por el otro, qué reclamos se han hecho al respecto y cuál es actualmente el verdadero plazo estimado para la finalización de las obras».
EFECTOS COLATERALES
DEL LETARGO
«Es menester hacer hincapié en los beneficios, ya que, como toda obra de esta envergadura, hoy genera múltiples inconvenientes para quienes transitan por la zona, obstaculizando gravemente el normal flujo de vehículos a lo largo de su trazado en la Ruta Nacional N° 12», señalaron los diputados autonomistas Galarza y Romero Brisco.
Los legisladores indicaron además los «múltiples riesgos que, lamentablemente, ya han ocasionado siniestros y se ven amplificados por una mala señalización de advertencia de los mismos».
Errores evidentes
Otra cuestión que se le achaca a la obra que comanda Vialidad Nacional, cuyo referente regional es Daniel Flores, tiene que ver con las obras que por el momento se pueden apreciar.
-Una variable de cuestionamiento fue el angostamiento de las trochas de la rotonda de la Virgen. Ello, a pesar de contar con el espacio propicio para dos carriles que hoy es ocupado por parterres improductivos. De esta manera, se provoca un cuello de botella en la desembocadura hacia ruta 5 o hacia la misma continuación de la 12 hacia Riachuelo o hacia Santa Ana.
-Los camiones apenas pueden acceder en dichos tramos, obligando a cualquier otro vehículo a detenerse para evitar algún siniestro. Es más, al reportero gráfico de este medio que tomó las imágenes que aquí se muestran, los propios camioneros le esbozaron sus quejas al pasar.
-Los guardarrails de hormigón colocados para la incorporación a la rotonda viniendo desde ruta 5 o el abandono del carril circular hacia San Luis del Palmar. Los vehículos de mayor porte pasan raspando, provocando un riesgo extremo para ciclistas y motociclistas. Como antecedente próximo, en abril de este año, un conductor de un Ford Focus impactó contra la barrera central y terminó volcando sobre la calzada.
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