La ola de inseguridad se replica en distintos barrios de la Capital correntina y, en ese sentido, la Policía incrementa los controles, sobre todo en barrios en los que últimamente se sucedieron episodios de violencia extrema.
Es así que la semana pasada efectivos de la fuerza provincial reforzaron los operativos preventivos en el barrio La Chola, donde a mediados de agosto, en menos de siete días, se produjeron dos ataques a balazos, cuyo resultado dejó a una víctima fatal y a un muchacho con severas heridas.
MAYOR PRESENCIA
Ante esa situación, las tareas se centraron en la identificación vehicular y de personas, en el barrio y en zonas aledañas de los cuales participaron integrantes de distintas áreas de la institución.
En ese sentido, agentes de Departamento de Distritos Policiales y Unidades Operativas demoraron a varias personas y secuestraron preventivamente vehículos por falta de documentación.
UN EPISODIO QUE
CONMOVIÓ A LA CAPITAL
Uno los casos que conmovió a la ciudad fue el que ocurrió el 10 de agosto, cuando un joven de 28 años murió baleado luego de «protagonizar alguna clase de incidente o inconveniente previo con otras personas», indica el reporte policial.
Sucedió en inmediaciones de la avenida Iberá y el pasaje Bonastre, en el barrio La Chola, y luego de las tareas investigativas, se procedió a la captura de un joven quien «se presume tendría vinculación directa con el hecho registrado», sostuvo el informe de la fuerza. Tras la aprehensión, el implicado fue puesto a disposición de la Justicia.
Apenas cuatro días después, en el mismo sector de la Capital, un muchacho de 31 años fue atacado a balazos, en el momento en el que se encontraba en un kiosco, junto a su pareja. Resultó con gravísimas heridas, por lo que fue auxiliado en el lugar y trasladado hasta el hospital Escuela.
En esa ocasión, la víctima fue un hombre de 31 años, conductor de una reconocida aplicación de viajes, quien minutos antes de las 21 del miércoles 14 de agosto recibió los disparos. «Esperábamos a que nos atiendan en el kiosco, no pasaron ni cinco minutos y de golpe sentimos el estruendo y ya lo vi a mi marido en el piso, con el balazo en la cabeza, todo ensangrentado», relató en ese momento su pareja, en contacto con la prensa.
DESESPERADO
PEDIDO DE VECINOS
Los trágicos ataques se suman al constante pedido de vecinos por mayor presencia policial en distintos puntos de la ciudad, debido a la incesante ola de robos. Hartos de la inseguridad, en varios barrios se registraron enfrentamientos entre delincuentes y los propios vecinos, quienes en el afán de defender sus pertenencias arriesgan sus vidas al batallar contra los maleantes.
En ese contexto, tal como lo marcó este medio, en el último tiempo se registró un notable incremento en casos en que los damnificados eligen hacer justicia por mano propia y linchar a los implicados.
Asimismo, en otros barrios, las personas se agrupan e intentan alertar a los peatones y conductores que circulen cerca de zonas donde habitualmente ocurren arrebatos, con carteles y hasta fotos de los presuntos ladrones, captados por cámaras de vigilancia, todos pegados en sitios visibles, postes de luz, en comercios y kioscos.
Hartos de los delincuentes,
los enfrentan a las trompadas
Cansados de tanta inseguridad, en algunas zonas de la ciudad, vecinos optan por enfrentarse a los delincuentes. Es así que hace algunas semanas se incrementaron los casos en que los damnificados le hacían frente a los ladrones y peleaban a las trompadas, en el afán de resguardar sus cosas, y, en muchísimas ocasiones, arengados y hasta ayudados por peatones y conductores que transitaban por las inmediaciones en las que ocurrió el episodio. Así, existieron casos en los que los maleantes terminaron totalmente golpeados y hasta humillados.
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