El Presidente avanza. En todos los frentes, y sin pausa. Sin equipo propio, no ha cumplido un mes de gobierno y está claro que no responde, sino a su propia iniciativa. Aunque en no pocas oportunidades ha agradecido el apoyo del ex presidente, Mauricio Macri, no ha dudado en calificarlo de desinteresado, quizás como forma de que quede en claro que no ha habido compromisos como se supuso en algún momento y se descontó puertas adentro del ala dura del PRO. La iniciativa de Milei, particularmente primero con el DNU; y luego, con el megaproyecto de ley ha acentuado la crisis en los bloques legislativos con idas y vueltas en procura de redefinir una estrategia a la hora de encarar el tiempo que se viene. Los que tienen detrás responsabilidades de gestión, sean intendentes o particularmente gobernadores, se diferencian de las cúpulas de los espacios a los que pertenecen y de sus propios partidos. Apuestan en sus propias responsabilidades de administrar el pragmatismo a que los legisladores entiendan que la retórica discursiva encuentra sus límites en la realidad de los números con los que mueren las palabras.
04-05-06-07-CONFUCIOPor CONFUCIO
Hace varias décadas, la frase de un célebre ex Ministro de Economía, también liberal, luego devenido a menemista, pasó a la historia: «Hay que pasar el invierno». Por estas horas, no hay dudas, frente a los calores de enero y febrero, el desafío es pasar el verano de 2024, que es el desafío que tiene por delante más que el gobierno el país, cuya suerte está depositada en el acierto de las medidas tomadas y a tomar por un Presidente que parece tenerla clara. Que no duda a la hora de avanzar, con una decisión que desconcierta, pero que a la vez genera confianza, incluso en los sectores que sienten en carne propia el efecto de las medidas ya establecidas.
Argentina está en la vidriera del mundo. Los mercados externos responden con una cuota de confianza que se manifiesta por distintos indicadores, mientras el FMI, como el Gobierno de Estados Unidos muestras simpatía por el rumbo de la política económica del novel Presidente.
La encuesta de una reconocida firma del medio divulgada en las últimas horas, señala que el primer mandatario mantiene una elevada imagen, mientras algunas cuestiones, como las del costo del combustible, las tarifas o las prepagas, así como el precio de artículos de consumo masivo registran aumentos con signos -en algunos casos como la carne- que, luego de registrar una importante suba, ha entrado en una baja sostenida, producto de la retracción de la demanda.
El Gobierno, en los hechos, lo había anticipado. En una economía fuertemente indexada como dejó el ex Ministro de Economía, con una inflación contenida, era previsible una etapa de sinceramiento que comenzó con el ajuste del dólar oficial. Una medida necesaria para asegurar la vuelta a la normalidad progresiva y el ingreso de dólares frescos, única posibilidad de enderezar las cuentas oficiales y enfrentar la negociación con el Fondo Monetario Internacional. A ello, la recomposición, a valores internacionales de los combustibles con alta incidencia -como el nuevo dólar- en productos de la vida diaria de los argentinos.
La distorsión que dejó el Gobierno que se fue estaba a la vista de todos. Quienes viven en las fronteras advertían el flujo permanente de vecinos de países limítrofes que ingresaban al país para abastecerse de combustible con un drenaje diario de millones de dólares que alteraban aún más los números de una economía cortoplacista en la que el objetivo fue, primero, llegar y luego, tratar de ganar cueste lo que cueste, con políticas a plazo fijo, como los precios cuidados o negociaciones con diversas cámaras empresarias, a costa de acuerdos -en muchos casos- gravosos, que tenían una fecha límite, coincidente con el cambio de gestión.
Ese es el país que recibió el Presidente. La indexación de la economía tiene como efecto principalísimo una alteración formidable de los precios relativos. Lleva a que un producto, que normalmente se equipara a ciertas pautas de correlación con otros, de golpe valga mucho más o mucho menos en la serie histórica.
El Gobierno apuesta al funcionamiento de los mercados. A restablecer la ley de la oferta y la demanda. Y aquí surge la responsabilidad no individual, sino de la sociedad en su conjunto de saber comprar. De mirar precios. De recorrer comercios en búsqueda de menores valores. Las diferencias que existen, aun en las cosas más triviales y en negocios ubicados en una misma ciudad, a pocas cuadras, es realmente demostrativo de la necesidad de hacer valer «el poder de compra» no sólo en beneficio de la familia, sino de la sociedad en su conjunto. Es, en los hechos, un control de precios no efectuado de manera policiaca a través de organizaciones sociales, gremiales o militantes, sino por el ciudadano común que hace valer su propio dinero, obligando a que los precios busquen su propio nivel. Es el caso del valor de la carne, de otros productos de uso masivo que en diciembre se distribuyeron con aumentos considerables porque los proveedores buscaron un margen adicional de cobertura del que luego debieron volver.
Intertanto, hay aspectos de la vida diaria que están a la vista. El dólar «blue», que llegó a pasar los 1.200 pesos en las postrimerías del gobierno K, se ancló en los 1.000 pesos. El dólar oficial se mantiene alrededor de los 800. La brecha entre ambos, que alcanzó a casi el 200 por ciento, con quince tipos de cambios diferenciados, se reduce al día de hoy al 25 por ciento, lo cual facilita enormemente la recuperación del proceso económico, mientras se espera ansiosamente la llegada de miles de millones de dólares que aportará particularmente una cosecha gruesa que, a estar de lo que se prevé, será récord en cantidad y en volumen de dinero.
Este periodo que se transita estaba previsto. Fue anunciado por el Presidente el día que habló frente a la Plaza de los Dos Congresos. Advirtió que, antes de verse los resultados de las medidas a tomar, se conviviría con altos índices de inflación causados por sinceramiento de las variables económicas, que recién después comenzaría un proceso de inflación decreciente y progresiva que sería la respuesta del mercado a la dureza de las medidas a adoptar.
Anunció medidas fuertes que alcanzaron privilegios enraizados en un empresariado prebendario acostumbrado a vivir del Estado. Alcanzó a sectores del campo, motor de la economía nacional y aliado fundamental en el tiempo que se viene, que debe entender la necesidad de adaptarse a una época en la que debe acompañar la morigeración del efecto inflacionario sobre los precios. Algo lógico si se advierte que se inicia un proceso de recuperación y reconocimiento de la importancia del sector.
Los medios de prensa, un sector que ya venía de una crisis estructural en los últimos años, en progresiva caída, fueron alcanzados por la decisión de suspender por un año la pauta nacional que, como muchas de las provinciales, llegaron a ser fuente de financiamiento espurio para la llamada casta política, en desmedro de las empresas instaladas con costos demostrables, cuya existencia y subsistencia no sólo hace a la conservación de las fuentes de trabajo, sino a la preservación del funcionamiento de las instituciones democráticas con vigencia de la libertad de expresión, reconocida en los tratados internacionales.
Otro sector que, en definitiva, deberá poner el hombro en búsqueda del necesario equilibrio en las cuentas públicas que, controlando el proceso inflacionario, haga de Argentina un país viable, con previsibilidad para invertir y crecer. No pocos son los que creen que la pauta es un beneficio gracioso de los gobiernos.
En los hechos, son estos quienes necesitan más de los medios que estos de los gobiernos de turno. Es que, como tales, tienen fecha de vencimiento, mientras los medios con arraigo y tradición sobreviven a estos, mantienen su vigencia, incidencia e influencia en que muchos políticos -atados a la confusión que les genera el ejercicio temporal de los cargos- olvidan la diferencia sustancial que existe entre lo que es poder y la función de un cargo público, a cuyo término -no pocas veces- deben responder desde el llano.
Importa recordar aquella frase de un hombre de los quilates del ex gobernador, Juan Ramon Vidal, cuando decía: «Un día en el llano es una eternidad, treinta años en el poder son un suspiro». Es habitual y muchas veces se paga el no entender la naturaleza misma del poder y el carácter de servidor público que tiene quien pasa por la función pública.
POLÍTICOS Y JUECES QUE HAYAN ESTADO
DEL OTRO LADO HACEN FALTA EN UN PAÍS DONDE
ABUNDAN LOS OPINÓLOGOS
Hay algo que es importante definir. El concepto de «la necesidad y la urgencia». La reforma constitucional de 1994 avanzó bastante en esta cuestión en términos del Derecho constitucional y dejó determinada la legalidad de esa norma excepcional, en tanto una de las cámaras del Congreso las apruebe. Es decir que para que un DNU sea dejado sin efecto debe tener el rechazo de los dos recintos parlamentarios de la Nación. Es este un primer paso. La Justicia debe ajustarse al proceso temporal que la propia Constitución fija.
En este marco, el Presidente, con criterio acorde a una realidad que -guste o no- no puede soslayarse, porque está a la vista de todos los argentinos «una real emergencia económica y social» que exige medidas duras y urgentes. Urgentes, porque todo tiene que ver con todo y para la eficacia del programa en curso lo peor que podría pasar sería que, frente a una situación terminal que exige cirugía de fondo, se entre en un debate interminable en los medios y en el Congreso, donde muchas veces quienes toman la palabra no tienen la mínima preparación, buscan protagonismo mediático y desconocen la realidad práctica porque llegaron a las bancas sin haber trabajado y sin saber hacer un 931, que es el ABC de todo hombre de empresa.
En este contexto, de acuciante gravedad económica, con una negociación en curso con el FMI y con una impresionante cantidad de vencimientos que deben ser afrontados, la responsabilidad del Gobierno está en «no perder tiempo» para que las medidas adoptadas comiencen a surtir efecto.
Entre otras muchas, se ha tomado la decisión de suspender toda obra pública nueva. Otra decisión claramente realista en cuanto a que apunta a gastar lo que se recauda, sin convalidar un Presupuesto donde se vuelva a quedar con los números en rojo. Ese rojo, que se llama déficit fiscal, obliga a emitir dinero sin respaldo o a buscar una financiación que no hay en el mercado.
Pareciera claro entonces que la suspensión de la obra pública es otra de las medidas que, además de impedir la salida de fondos que no hay, contribuye a impedir la lamentable desviación de recursos en beneficio no sólo de la llamada casta política con los llamados retornos, sino los sobreprecios a los llamados empresarios prebendarios que se enriquecieron a costa de los argentinos.
EL MÁS PERVERSO
DE LOS AJUSTES
«Ajuste» ha quedado como una mala palabra para el común de los argentinos. En un contexto de precisión terminológica, hay que tener en claro que el peor de los ajustes es el que produce la propia inflación, que destruye el poder adquisitivo del salario y perjudica a las clases más necesitadas.
La graciosa liberalidad de otorgar planes, de facilitar el ingreso de extranjeros a los que se les costea los estudios, se le paga la salud pública y hasta se le otorgan planes sociales termina pagándolo el conjunto de los argentinos. El Estado, en definitiva, somos todos y la administración de ese dinero no debe llevar al país ni a emitir dinero, ni a contraer deuda.
LOS GOBERNADORES «CON
LAS BARBAS EN REMOJO»
Algunos creen que el problema de la aprobación o no del DNU, o del llamado megaproyecto que ingresó en la Cámara de Diputados, son algo que ocupa y preocupa sólo al Gobierno.
Craso error. Para no equivocarse, antes que nada, es necesario, absolutamente necesario, conocer y estudiar el perfil del hombre sobre cuyos hombros reposa el futuro de los argentinos. Es, como se dice, un hombre que no viene de la política, que no conoce a los actores de la misma, no comulga con los códigos de ella y, de hecho, es poco afecto al cuidado de las formas. Todo ello es una realidad.
Alguien que cree que lo suyo es una misión, que está dispuesto a llevarla a cabo, sea como sea, que no le preocupa pagar costos y que, si tiene logros y es reconocido irá por su reelección. Aunque admite que está dispuesto a irse a su casa no sin antes cumplir con lo prometido. Alguien que, contrariamente al común de los políticos, no tiene nada que perder.
Bajo este análisis, fundamental en un contexto de realidad y responsabilidad, están los gobernadores, sean del signo que sean. Ellos son los más vulnerables y el Presidente lo sabe. Por eso mantiene bajo la manga el proyecto de restituir el Impuesto a las Ganancias que tendrá «su costo». En este marco, pareciera claro que los libres pensadores de la política, legisladores cuyo número es determinante en ambas cámaras del Congreso de la Nación, no pueden desentenderse de gobernadores e intendentes que sí están llamados a bailar con la más fea si el círculo no llegase a cerrar.
QUÉ SE ESPERA
DE LOS TIEMPOS
Por un tiempo, está claro que las formas están llamadas a pasar a segundo plano y está claro que a la Corte Suprema de Justicia de la Nación le corresponde poner orden en el accionar de jueces de distinta jurisdicción que puedan crear un estado de complejidad e incertidumbre que afecta la estabilidad económica, social e institucional del país.
El Presidente tiene la convicción de que juega contra el reloj. Que los tiempos y el círculo cerrará si la política y la Justicia entienden que no es momento de poner palos en la rueda.
Apela a que los argentinos le dieron un contundente aval el 19 de noviembre para la ejecución de un plan en el que prometió lo que está haciendo. También, a que el resultado dependerá de que la inflación comience a bajar sin necesidad de un retoque fuerte de la paridad del dólar, que vuelva a empujar para arriba los números de la economía, particularmente los precios.
De lo que se trata es el entendimiento de la necesidad de que la estabilización evitará que los recurrentes aumentos de salarios empujen a nuevas subas. Si se logra éxito en la ecuación buscada, se producirá una revaluación del peso. Así, con un dólar planchado en torno a los 1.000 pesos, se llegará a que el valor del salario medido en dólares sea significativamente mayor.
EL DEBATE PUERTAS
ADENTRO DE LA UCR, Y
ENTRE LOS VIEJOS
EXPONENTES DE LA POLÍTICA
Los gobernadores son realistas. Son pragmáticos. Admiten la cuestión de las formas. Admiten y comparten que el Gobierno no se deja ayudar. Que no hay canales de diálogo fluidos, más allá de que no ha sido un hecho menor el viaje a Santa Cruz.
El Gobernador quedó exultante. Con otra imagen del Presidente que asegura que la misma relación entablará con el resto de los mandatarios proclives al diálogo. El tiempo dirá.
Lo cierto es que los que administran provincias o municipios no quieren que esto estalle, y es lo que ocurrirá inevitablemente, como efecto de la economía, si es que la agudización del debate político en las cámaras legislativas conlleva a que el dólar paralelo vuelva a tener una paridad política, que el riesgo país vuelva a subir y que el Fondo Monetario endurezca su posición.
Son ellos, en definitiva, gobernadores e intendentes quienes quedarán en la primera línea de riesgo, pasando por primera vez en años de tener superávit a tener déficit, al menos la mayoría de las provincias con excepción de algunas como Buenos Aires, La Rioja o Santa Cruz que arrastran desfasajes sólo corregibles con la buena voluntad del poder central. Algo que pareció entender claramente el mandatario santacruceño, que se deshizo en elogios hacia el Presidente.
Algo está claro. Milei, contrariamente a su predecesor, está dispuesto «a usar la birome» y no pareciera temblarle el pulso ni someterse a las presiones. Por lo pronto, está dispuesto a dar batalla a la ofensiva cegetista que analiza volver atrás en el anunciado paro del 24 de enero. Aunque si las señales son conciliadoras, está dispuesto a conversar.
Como dice el refrán: «Poderoso caballero don dinero». Ahí mueren las palabras. Les queda a los gobernadores hacer entender a sus terminales que están todos en el mismo barco, cuyo «capitán» es el Presidente.
EN SU DEBILIDAD ESTÁ SU FORTALEZA. Milei destaca que su trabajo es ser Presidente. Considera que lo suyo es «una misión». Está dispuesto a hacer valer su respaldo en las urnas y a cumplir con las promesas electorales. No tiene reparos en pagar los costos políticos que sean necesarios y sabe que el tiempo le juega en contra. Debe lograr resultados y está dispuesto a jugar fuerte para ello. Quemar las naves si fuera suficiente. Por lo pronto, el mensaje a los gobernadores no admite dudas. Está listo para restituir el Impuesto a las Ganancias, pero quiere que hagan buena letra. UN GOBERNADOR QUE MIRA A 2027, PERO SABE QUE LLEGAR ENTERO NO SERÁ FÁCIL. Kicillof es uno de los exponentes del PJ mejor posicionados para dar la pelea por la sucesión de Javier Milei. Aunque, con este sistema electoral, su perfil quizás no sea el mejor, porque en un eventual ballotage podría quedar en minoría como expresión del kirchnerismo, al que no le resulta fácil mantener la supremacía que en otros tiempos supo tener en el PJ. La preocupación inmediata es corregir el déficit fiscal de su administración, a sabiendas de que el Gobierno nacional no está dispuesto a auxiliarlo, más allá de los límites que le autoriza la ley de Coparticipación vigente. En 2023, Buenos Aires se llevó el 45% de las transferencias discrecionales para las provincias que este Gobierno se comprometió a eliminar. En este marco, la beligerancia del Gobernador bonaerense hacia el Presidente quizás no sea la política más inteligente. LOS TIEMPOS PARA LA DEFINICIÓN DE LA NUEVA CORTE SON OTROS. El Ministro de Justicia apuntaba a completar la Corte Suprema y designar el Procurador General en los meses venideros. La realidad muestra que eso no será posible hasta mediados de 2025, luego de que se produzca la vacante que dejaría el ministro, Julio Maqueda, en diciembre de este año. Lograr dos tercios para ambos cargos supone una dura negociación que deberá incluir en el mismo paquete un tercer y no menos importante cargo que es el Procurador General de la Nación, vacante desde el año 2016 cuando renuncio Alejandra Gils Carbó. La importancia del jefe de fiscales, en el marco de las facultades que le otorga el nuevo Código Procesal Penal hacen que sólo un consenso muy fuerte con concesiones recíprocas permita cerrar el número de los 48 votos necesarios. Habrá que ver, para entonces, la geografía política en el Senado de la Nación que, con seguridad, será distinta a la actual. ALGO DE LO QUE TODOS HABLAN. Es un secreto a voces, desde hace tiempo, que el ex Gobernador está empeñado en refichar. Lo dice a los cuatro vientos y actúa en consecuencia con recurrente presencia en todo el Interior, donde el mensaje que baja no admite dobles lecturas. En el Gobierno la convicción es otra. Gustavo Valdés, que lucha por mantener presencia en el escenario nacional, donde ganó un espacio importante como opción a la dupla Lousteau-Morales, es consciente de que debe tener la espalda bien cuidada; algo que él mismo se aseguró con la oportuna nominación de Pedro Braillard Poccard en el segundo término de la fórmula. El hombre elegido no parece ser otro de su hermano, Juan Pablo. En esta pulseada entre ricardistas y valdesistas podría asomar un tercer hombre, aunque ello recién se produciría cuando se blanquee hacia afuera esta ya sórdida puja que pone en veredas opuestas al actual mandatario provincial con su predecesor. Algo hay que tener en cuenta. El escenario de 2025 será distinto. El oficialismo tendría ante sí a dos frentes con un sistema electoral que no debe dejar de ser tenido en cuenta. UNA PROTESTA FALLIDA. Los movimientos sociales intentaron presionar sobre el Presidente con una convocatoria frente al hotel Libertador. La respuesta de la gente no fue la esperada, algo comprensible porque nadie quiere poner en riesgo los planes sociales que recibe. A la postre, Milei pudo mostrar que los números de las encuestas, que le dan al día de hoy una buena consideración social, se corresponden con la realidad. ALGO DE LO QUE TODOS HABLAN. Es un secreto a voces, desde hace tiempo, que el ex Gobernador está empeñado en refichar. Lo dice a los cuatro vientos y actúa en consecuencia con recurrente presencia en todo el Interior, donde el mensaje que baja no admite dobles lecturas. En el Gobierno la convicción es otra. Gustavo Valdés, que lucha por mantener presencia en el escenario nacional, donde ganó un espacio importante como opción a la dupla Lousteau-Morales, es consciente de que debe tener la espalda bien cuidada; algo que él mismo se aseguró con la oportuna nominación de Pedro Braillard Poccard en el segundo término de la fórmula. El hombre elegido no parece ser otro de su hermano, Juan Pablo. En esta pulseada entre ricardistas y valdesistas podría asomar un tercer hombre, aunque ello recién se produciría cuando se blanquee hacia afuera esta ya sórdida puja que pone en veredas opuestas al actual mandatario provincial con su predecesor. Algo hay que tener en cuenta. El escenario de 2025 será distinto. El oficialismo tendría ante sí a dos frentes con un sistema electoral que no debe dejar de ser tenido en cuenta. BAILANDO CON LA MÁS FEA. La «tijera» en el presupuesto del Poder Judicial los obliga a repasar los números. Los reclamos de los empleados y de los magistrados están a la orden del día. Aunque hay que tener en cuenta que un ministro gana el doble de lo que perciben el Gobernador de Corrientes o el del Chaco, y más que los legisladores. El Superior tiene por delante no sólo lo salarial, sino atender los requerimientos para la aplicación del nuevo Código Procesal y la activación de las varias fiscalías, así como las rurales, que sólo se completaron tres de las doce creadas hace más de diez años. En este marco, hizo ruido la decisión de la Corte provincial de contratar un servicio de limpieza para dependencias judiciales, siendo que hay ordenanzas que cobran para eso. En los hechos, muchos no cumplen porque sus superiores, que debieran ejercer el control de la limpieza, los distraen para tareas personales, una práctica que se extiende a los choferes. MÁS QUE JUGANDO EN PRIMERA, JUGANDO EN LA CHAISE LONGUE. «Peteco» Vischi ha pasado a ser la figura del radicalismo correntino más relevante a escala nacional. No sólo preside el bloque de senadores de la UCR, cargo importante si los hay en este contexto, sino que además representa al radicalismo en el Consejo de la Magistratura de la Nación, lo que la abre el juego para estar en el análisis de la designación y remoción de jueces. EN LA GATERA. En las horas y días posteriores a la derrota electoral, el tres veces Gobernador chaqueño anunció un pase al costado y hasta un retiro de la política. Las evidencias indican que Jorge Milton Capitanich será de la partida en 2025 para volver al Senado de la Nación. Importa señalar que, en el ballotage, el Chaco fue una de las cuatro provincias en las que Unión por la Patria se atribuyó un triunfo. En este caso como el de Buenos Aires, por muy ajustado margen, pero victoria al fin. Algo que ubica a «Coqui» entre los pocos dirigentes nacionales con resto para el tiempo que se viene, en el que quedará el tendal para el inicio de un nuevo tiempo en el peronismo. A VECES PERDIENDO SE GANA. Cristina anticipó que la de 2023 sería una elección por tercios y que el desafío era llegar a la segunda vuelta. Su objetivo estaba puesto en al menos conservar la provincia de Buenos Aires y así fue que respaldó, aun con Máximo en contra, la reelección de Kicillof. Para ello y para obtener una buena cantidad de legisladores nacionales, debía apostar a quien le garantice el mejor resultado electoral en la primera vuelta. Los que saben aseguran que puso en carrera a «Wado», cuya candidatura no oficializo, pero que nunca dudó que para el 22 de octubre, el candidato más taquillero era Sergio Massa, que contribuiría a esos dos objetivos centrales: la Gobernación y un lote importante de legisladores nacionales de todo el país que reportan a ella; uno de ellos, el propio Wado que, como candidato presidencial, infinitamente superior para el ballotage, corría el riesgo de no llegar a él, hacerle perder Buenos Aires y tener una cosecha legislativa menguada. EL DIABLO SABE POR DIABLO, PERO MÁS SABE POR VIEJO. El legendario líder sindical observa con un discreto perfil bajo. Sabe que el escenario es confuso y no hay margen de error. Los capitostes sindicales tienen mucho que perder si van de frente contra el poder y Hugo Moyano lo sabe. JUGADOR DE SEGUNDO TIEMPO. El ex Ministro del Interior no está en el banco, pero en el Senado mantiene un perfil deliberadamente bajo, consciente de que su tiempo es otro. El protagonismo lo tienen otros y él sabe que eso lo preserva para el tiempo que se viene que, si sabe manejarse, lo tendrá en los primeros planos. UNA JUEZA QUE SE FUE POR LA PUERTA DE ATRÁS. El protagonismo tomado en las últimas horas por el juez en lo Contencioso Administrativo, Quiroga Lavie hizo recordar que este magistrado fue quien, en un fallo polémico, habilitó a la ex ministra Elena Highton a continuar en la Corte a pesar de cumplir los 75 años. Su caso distaba de asimilarse al de Carlos Fayt o Enrique Petracchi. Pasó a formar parte del alto Tribunal luego de la reforma constitucional y juró sobre el nuevo texto. Aun así, cometió perjurio. Logró un fallo amañado y luego, en una negociación, espuria con el macrismo se aseguró que el mismo no fuera apelado. Afecta a las volteretas, después cambió sus lealtades en la Corte. Dejó en la estocada a Ricardo Lorenzetti de quien había obtenido muchos favores y se plegó a quienes produjeron su relevo. Finalmente, ante la inminencia de un pedido de juicio político, decidió dar un paso al costado a pesar de los ruegos de su amigo, Alberto Fernández. EL PODER TRAS EL TRONO. Carlos Rovira, el hombre fuerte de Misiones desde hace 24 años, es uno de los dirigentes más inteligentes de la política argentina. Sucedió a Ramón Puerta en 1999. Fue reelecto de la mano de Néstor Kirchner en 2003 y, aunque perdió en 2006 la posibilidad de la reelección indefinida, al perder el plebiscito ante monseñor Joaquín Piña, terminó entendiendo que el poder no pasa por los cargos. Delega la Gobernación desde 2007 a delfines que no tienen posibilidad de tener juego, ejerciendo el control desde la Cámara de Diputados que presidió desde 2007 hasta 2023, cuando pasó a ser un diputado más de entre 40, cansado de escuchar lo que se escucha en todos los parlamentos. Desde hace años forma parte de las listas de diputados, aunque no tiene reparos en ser el tercero de la lista. Y a partir de este año, no tuvo problemas en colocar en la presidencia del cuerpo a un hombre de probada lealtad. En Buenos Aires, tienen en claro que el poder real es de Rovira, y este tiene como moneda de cambio sus senadores como sus diputados nacionales que saben hacer valer el peso de esos votos en ambas cámaras. UN HOMBRE IMPORTANTE. El Presidente sabe que el radicalismo del Chaco puede aportar legisladores y contribuye a formar opinión entre los mandatarios provinciales que ya cayeron en la cuenta de que el Jefe de Estado no es fácil. Aunque son conscientes que quienes tienen para perder son los que están al frente de gobernaciones o municipios. La situación económica nacional es de una inusitada gravedad y obliga a no quedarse en las formas cuando de lo que se trata es nivelar los números de la economía. Leandro Zdero tiene un hombre en la comisión del DNU: el senador, Víctor Zimmerman, cuyo voto tendrá importancia decisiva tanto en la comisión como en el plenario. Más allá de la necesidad de enfrentar las urgencias financieras de la gestión, el «Zorro» sabe que lo político pasa a primer plano de cara a 2025 y, particularmente, a 2027. Si no usan la fuerza de Milei, en el caso del Chaco, la sombra de Capitanich es una realidad. AL FINAL, EL BUSTO DEL EX PRESIDENTE SERÁ DESEMPOLVADO. Por esas cosas difíciles de entender en los Kirchner, el busto de Carlos Menem aguarda desde hace años en un depósito de la Casa Rosada sin ser ubicado junto con el de los demás presidentes. La nueva gestión de Javier Milei tendría ya dispuesto que el 2 de julio, en una solemne ceremonia, se lo ubique con la presencia de todo el arco político. UNA REIVINDICACIÓN QUE NO PASÓ DESAPERCIBIDA. El flamante Procurador del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, ex convencional nacional constituyente y ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, destacó -en un reportaje al diario Clarín- la figura de su antecesor, Carlos Zannini. Señaló que no encontró nada raro y hasta puso de relieve el nivel y la jerarquía de quien estuvo antes en su cargo, para quien sólo tuvo palabras de elogio, algo edificante para un hombre de reconocida inteligencia, muy respetado en todos los niveles.
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