Cuál es la importancia que se le da a la ropa en estos días. Para Carmen Asenjo, asesora de vestimenta y reconocida por su podcast Viva la moda, la respuesta es simple: «La vestimenta sirve para expresar la identidad propia y distinguir la propia esencia». Con este pensamiento pareciera ser que la noción de comprar una prenda y reservarla sólo para ser usada en una situación especial ya quedó atrás o, en todo caso, es mejor abandonarla ni bien se pueda.
Las nuevas ferias americanas o de segunda mano, encuentran en este punto su lugar de distinción, marcan la diferencia frente a tendencias que por momentos estandarizan las maneras de vestir y limitan las opciones de quienes buscan variedad.
ARMARIO
Desde hace ya tiempo que referentes de la moda le rinden culto a los beneficios que genera adquirir ropa usada y también de crear un armario cápsula en una búsqueda por desarrollar un consumo más responsable. Generalmente, esta última opción está compuesta por prendas de estación de distintas texturas y tamaños, en su mayoría de colores plenos sin estampas, lo que permite que se puedan combinar entre sí. Lo que no se usa se regala o se vende a un menor precio del que fue adquirido. Ya no se sueña con un placard atiborrado de numerosas prendas, sino que el anhelo se centra en pocas, pero de buena calidad que sean fáciles de combinar entre sí y de encontrar en el día a día.
De esta forma, aseguran que se puede llegar a construir y a comunicar una identidad mucho más real o por lo menos más personal, al no ir de forma desesperada tras el último grito de la moda. El objetivo aquí es hacer mucho con poco, o con lo que se tiene y adquirir mínimas cosas, lo indispensable. Lo más importante es que todas las prendas tengan alguna relación entre sí y más que nada que tengan coherencia con el estilo propio. Ya que se busca que perdure en el tiempo, para evitar comprar, usar y tirar en un sinfín de consumos. Eso sí, la tarea demandará observación, análisis y un ejercicio constante de autoconocimiento, esas serán las claves para desarrollar la acción con éxito.
Son grandes las discusiones que hoy en día se generan en torno al uso de las prendas de vestir. Si bien la industria textil es la que más desechos y contaminación a nivel mundial genera, vestirse será una de las pocas cosas que todas las personas harán hasta el fin de sus días.
BONITO
En este contexto, se hizo lugar en la Capital correntina el emprendimiento The Ganga, el cual cuenta con un local ubicado en San Lorenzo 1.356. El lugar, invita a recorrer percheros en busca de aquellos tesoros textiles ocultos.
El lugar especifica qué recibe y qué no. Se recomienda que «cada una esté limpia y no cuente con imperfecciones, roturas o desgastes». Lo principal es que la persona que la adquiera pueda lucir una vestimenta sin desperfectos, tal como si la hubiera adquirido en una tienda regular. En la descripción de su cuenta de Instagram, se puede leer al ingresar: «Selección de joyitas nuevas y usadas».
Cada prenda pasa por un proceso de selección y de curaduría. Cualquier botón roto o hilo flojo, se compone y se arregla, así queda lista para la venta. Hay quienes van de forma continua, como si encontrar esas prendas fuera una invitación a no dejar de lado la opción de volver a usar lo que otros ya descartaron.
SOSTENIBLE
Locales como The Ganga Store o La Tienda Sin Nombre, pregonan los mandamientos de la moda circular. Desde el último local ubicado en Cervantes 297, dirección perteneciente a la capital chaqueña pregonan el lema «reusar, es cuidar». Y en sus etiquetas se puede leer el siguiente posicionamiento: «La moda no se trata sólo de seguir tendencias, sino de ser amables con nuestro planeta. Prolongar la historia de cada prenda u objeto y reducir el impacto ambiental de la moda rápida».
Al respecto de su forma de trabajar, desde Tienda Sin Nombre sostuvieron que «creemos que cada prenda tiene una historia y muchas más por vivir. Nos dedicamos a seleccionar y ofrecer ropa usada en excelente estado, dándole una nueva oportunidad antes de que termine en el olvido. No somos sólo una tienda: somos un espacio donde las prendas siguen su camino con nuevos dueños, promoviendo un consumo más consciente y auténtico. Nuestro enfoque va más allá de la moda; buscamos generar un impacto real, valorando la calidad y la historia detrás de cada prenda. Si algo todavía puede usarse, merece seguir en movimiento. Consumir es inevitable, pero podemos hacerlo conscientemente».
En consonancia con la tienda de Resistencia, al ingresar al sitio web de la tienda correntina, el siguiente lema te da la bienvenida: «Vende y recicla con estilo. Es momento de soltar lo que ya no va con vos». Se puede observar la posición que toman ante el llamado «Fast Fashion», modelo de negocio actual en la industria textil que se basa en producir y vender grandes cantidades de ropa de manea rápida, en general de baja calidad, a muy bajo costo. Se suele regir por las tendencias de la moda o los cambios de temporada actuales que se realizan al menos una vez por mes en la actualidad.
Entre los consejos que se dan desde la página oficial se encuentran: «Intercambiar ropa con amigos, donar ropa en buen estado, reparar y cuidar la ropa, evitar la compra compulsiva». Y entre sus beneficios describe: «El precio es más bajo que la ropa nueva, reduce el impacto ambiental, la oportunidad de ser original y de encontrar piezas únicas, así como también incorporar al armario prendas de calidad y duración».
Además, la filosofía que está por detrás busca «alargar la vida útil de la ropa y reducir su cantidad». Se enfoca en generar «menos producción de nuevas prendas, lo cual significa menos consumo de agua, energía y materiales». Mediante los preceptos de la economía sostenible se «fomenta la reutilización y el reciclaje de materiales», mientras que a través del estilo sostenible «se busca promover la creatividad y la individualidad a través de la combinación de estilos junto con otras tendencias». Y además se democratiza el acceso a la moda, ya que «se fomenta que sea para todos, la ropa de segunda mano es más asequible y accesible».
BUENO
Ya Steve Jobs, el renombrado creador de Apple, pregonaba el uso de un estilo minimalista. Él sostenía que no quería perder tiempo en elegir qué atuendo llevar cada día. Por eso había adoptado usar todos los días el mismo modelo tanto de jeans y como de remeras del mismo color, todo en grandes cantidades. Cada día usaba la misma ropa, casi a modo de uniforme, aunque uno a su medida. Si bien se trata de una manera práctica y resolutiva, quizás la consecuencia esté en renunciar a algún tipo de inventiva, pizca de creatividad o expresión a través de la vestimenta.
DISEÑADORA
En conversación con la diseñadora de indumentaria textil, Abigail Figueroa, dio su parecer y al respecto emitió sus opiniones sobre un negocio que existe hace ya tiempo y supo reinventarse en la actualidad. «En ese tipo de ferias no vas a encontrar ropa de moda, por decirlo de alguna manera, si pueden aparecer ciertos hallazgos, pero nunca va a ser lo mismo que ir a un local. Hay un cambio constante en cuanto a lo que es la vestimenta. Las personas, hoy en día, se visten de manera distinta. Muchas piensan en si les es necesario comprar ropa, por eso es importante tener en cuenta el perfil del usuario», señaló.
También dio su parecer sobre darle otro uso a la ropa, al respecto señaló que «a la ropa se le pueden dar millones de usos, yo como diseñadora puedo decir que a la ropa la renovamos, porque estamos abocados a la sustentabilidad. Ahora está todo relacionado con la preservación del ambiente y en cómo evitar su contaminación, porque hay muchos estudios que demuestran la toxicidad de las telas. Así que por mi parte me enfoco en crear cosas innovadoras, las hago a mi gusto, desarmo y vuelvo a armar. Ahora bien, si es para un cliente se trabaja en conjunto con él para resolver su pedido».
El análisis lo volcó más sobre el tipo de clientes y no en lo que ofrecen estas nuevas ferias. Al respecto, señaló que «incide mucho y tiene que ver el tipo de público o el rango de edad de los usuarios que más se acercan a comprar a este tipo de ferias. La búsqueda es diferente, varía mucho entre si son usuarios que se acercan al lugar porque están interesados, o si en cambio es porque no tienen tantos recursos económicos como para obtener ropa nueva. Quizás el motivo para ir en busca de estas opciones es que no les da el monto o el presupuesto para ir a un local».
«Las personas van adquiriendo otros intereses, toman decisiones diferentes. Como toda moda va cambiando, la vestimenta también se va haciendo diferente. En las ferias americanas es muy difícil que consigas ropa en tendencia, por ejemplo, las prendas oversize, no se encuentran en esos tipos de lugares. A diferencia de lo que hay a disposición en un local que sigue las modas y podés conseguir lo que usan todos», puntualizó.
«Ahora las personas tienen más presentes a las ferias americanas, las consideran más al momento de vestirse, eso sí cambió con respecto a lo que sucedía en años anteriores. Cada vez es más caro comprar ropa en un local», finalizó.