El 15 de abril de 1983 se creó la Reserva natural del Iberá en el corazón de Corrientes. Se trató del primer paso en materia de protección de la flora y la fauna provincial, lo que se fue afianzando con el correr de los años hasta la creación del Parque Nacional.
Por iniciativa de lugareños y por la insistencia de Pedro «Perico» Perea Muñoz uno de los primeros conservacionistas del Iberá es que se logró la ley provincial Nº 3771 que estableció la creación de la reserva.
Tras ello, en Colonia Pellegrini junto a la lagua Iberá se construyó la primera seccional de guardaparques que incorporó a los reconvertidos mariscadores y ex cazadores furtivos, quienes se volcaron a la promoción del turismo en el gran humedal, el atractivo más importante de Corrientes.
El área protegida se extiende actualmente sobre una superficie de 550.000 hectáreas, y es uno de los destinos de naturaleza más importantes del mundo, posee siete especies declaradas monumentos naturales. Además se reintrodujeron nueve especies: Guacamayo rojo, Muitú, Pecarí de collar, Oso hormiguero gigante, Venado de las pampas, Nutria gigante, Yaguareté, Chuña de patas rojas y el Ocelote.
A la par de ello, también se revalorizó la cultura, la idiosincrasia y la identidad de aquellos que habitan el Iberá entendiendo al Ecoturismo como una herramienta de desarrollo local. Su gastronomía, su vestimenta, su sabiduría, su riqueza, se encuentran más intactas que nunca.
Fuente: Nicolás Duarte
Fotos: Gentileza Rewilding Argentina