Tras 17 años al frente de la Arquidiócesis de Corrientes y con 75 años de edad recién cumplidos, Monseñor Andrés Stanovnik, con sentidas palabras se despidió anoche del pueblo correntino que lo saludó con vítores durante la ceremonia de asunción de su sucesor, Monseñor José Adolfo Larregain como nuevo Arzobispo Titular Metropolitano de Corrientes.
El mensaje:
“Querido hermano José Adolfo, hermanos obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, autoridades, y querido pueblo de Dios. La palabra que en este momento expresa mis sentimientos más hondos es ¡gracias!.
A ustedes querida comunidad Arquidiocesana les agradezco sobre todo el testimonio de fe que manifiestan ante la Cruz de los Milagros y el amor a la tierna Madre de Itatí que me hicieron mucho bien al alma.
Nunca podré olvidar esos gestos conmovedores y ejemplares, de cercanía, de bondad y de generosidad de muchos de ustedes, entre los que se encuentran niños, jóvenes, adultos y personas muy mayores, enfermos y sanos, instruidos y muy simples, consagrados, diáconos, presbíteros.
Inicié mi servicio Episcopal entre ustedes, ya he iniciado el Año Jubilar con motivo del centenario de la creación de la Diócesis. ¿Se acuerdan que abrió solemnemente mi antecesor o Monseñor Domingo Salvador Castagna?, a quien recuerdo ahora con entrañable afecto.
El servicio en vísperas del Jubileo que iniciaremos pasado mañana (por este domingo 29), con toda la Iglesia inspirados en el sugerente lema, “Peregrinos de la esperanza”, que hace un eco muy fuerte en el corazón del correntino. Hoy me toca una nueva etapa como peregrino de la esperanza cristiana, en la cual, aunque cambien las circunstancias, siempre y hasta el final peregrinaré con ustedes.
Juntos le deseamos a Monseñor José Adolfo un fecundo servicio como pastor que anime la unidad de nuestras comunidades en la escucha, el discernimiento y la misión y personalmente le agradezco a él del corazón, su cercanía fraterna y ayuda pastoral que me brindó desde su nombramiento como Obispo Auxiliar y pongo su vida, la de ustedes y la mía ante la Cruz de los Milagros y en las tiernas manos de María de Itatí, Amén”.
Acompañaron a Monseñor Larregain y Stanovnik, los obispos de Goya, Adolfo Canecin, Gustavo Montini de Santo Tomé, y sus pares de las Diócesis del NEA en la concelebración de la eucaristía en el atrio de la Catedral Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Corrientes.
Fotos y video: gentileza Rodolfo Acosta