El último sábado se llevó a cabo la asamblea de socios en coincidencia con el 52º aniversario de la entidad. Hubo una inédita participación que hace pensar en un nuevo tiempo también en el sindicalismo rural, con mayor grado de compromiso y efectividad en las acciones, algo que se critica a las cúpulas nacionales y de la propia provincia en la búsqueda de soluciones y la necesidad de estar más cerca de los representados.
Con dos listas en competencia, los productores cruceños eligieron a la nueva comisión directiva. Rodolfo Martínez Llano fue nominado -por unanimidad- para presidir una asamblea que no asomaba fácil, y fue él mismo quien, a la vista de todos, contó los votos. Destacó la gestión de la comisión que concluía su mandato, a cargo de la presidenta saliente Margarita La Menza, e hizo votos para que ambos sectores trabajen juntos para darle mayor presencia en el ámbito provincial a la Sociedad Rural de La Cruz. Recordó que, décadas atrás, en la década del 70, tuvo activa participación en el ruralismo como vicepresidente de la Asociación de Sociedades Rurales a nivel nacional, presidente de la Asociación de Productores de Soja, secretario del Centro Agrario Yerbatero Argentino y director de la Confederación Económica, por lo que sabe valorar el esfuerzo que implica asumir responsabilidades de esa naturaleza.
Quizás el hecho de que haya habido dos listas y la movilización de unos y otros llevó a que, como en otras épocas, la Sociedad Rural vuelva a mostrar un marco de participación que no es habitual en los últimos tiempos, no sólo en La Cruz, sino en el resto de las sociedades rurales de la provincia, o en otros ámbitos. Esto refleja la crisis de representación que existe en todos los estamentos de la vida ciudadana, comenzando por la política y extendiéndose a sindicatos, clubes de fútbol y otras organizaciones, donde la preeminencia de círculos cerrados de control hace que la gente prefiera no involucrarse.
Lo del sábado fue un ejemplo desde el inicio hasta el final, tanto por el correcto desempeño de la comisión saliente, a cargo de Margarita La Menza, como por el nivel de respeto de la lista opositora. En ningún momento se llegó a votarse en los distintos puntos, salvo en lo que respecta a la elección de la nueva comisión. Se acordó que sólo se votaría de manera presencial, ya que el estatuto no contempla otra modalidad, y por el carácter secreto del voto, que se cumplió «a rajatabla» con la utilización de sobres firmados por fiscales y el Presidente de la asamblea, además de la habilitación de un cuarto oscuro donde los socios entraron de a uno bajo el control de una escribana. También se acordó la validez del voto por carta poder, aunque quedó determinado que debía ser con firma certificada por escribano, autoridad policial o juez de paz, descartándose varios poderes que no cumplían con la formalidad.
Luego, se llevó la urna con los votos a la cabecera. Se abrieron los sobres y se ordenaron en dos pilas las listas de un sector y otro. Finalmente, a la vista de todos, el Presidente de la asamblea procedió a contar los votos, que arrojaron 38 votos a favor de Gianelli contra 13 de la lista oficialista liderada por Arturo Roldán. Margarita La Menza, quien presidió en el difícil tiempo de la pandemia, declinó la posibilidad de ir por su reelección. Con los resultados sobre la mesa, la presidenta saliente, Margarita La Menza, y el entrante, Fernando Gianelli, se estrecharon las manos con amplia satisfacción de ambos sectores, decididos a iniciar una nueva etapa de trabajo en común.
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