El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, mantuvo un encuentro con el presidente de la Nación Javier Milei, y un numeroso contingente de referentes empresarios, en el que el primer mandatario solicitó paciencia, especialmente en materia fiscal, y prometió que los impuestos bajarán.
Además de Pino, formaron parte de la convocatoria el presidente la Unión industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja; el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; el representante de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss; el presidente de la Asociación de Bancos de Argentina, Javier Bolzico y Mario Grinman, de la Cámara de Comercio.
Al término del cónclave, el Presidente de la SRA brindó detalles de la charla con el Presidente de la Nación: «El Presidente tiene clarísima la situación del sector agropecuario, conoce el tema y no de hoy como Presidente. En su etapa de candidato y de Diputado hemos charlado muchas veces sobre el tema del campo, y repite lo mismo que nos viene diciendo: en tanto y en cuanto los números se equilibren, el déficit fiscal sea cero y permanezca en el tiempo ese déficit; que esté nivelado y que los ingresos para la Argentina empiecen a ser mejores, lo primero que va a hacer es bajar impuestos, y dentro de la baja de impuestos, por supuesto que se habla de las retenciones».
RETENCIONES
Al respecto de las retenciones y el tiempo en que éstas comenzarían a reducirse, el Presidente de la SRA aclaró: «Él no dijo tiempos. El ministro Caputo se esperanzó en que si Dios quiere, el año que viene por ahí podemos empezar a tratar esos temas. Por lo que nos cuenta el Presidente, las cosas vienen dándose con un muy buen ritmo. Esperamos también, más allá de la ansiedad que tiene todo productor agropecuario, que esos tiempos se aceleren».
Pino aseguró que durante las dos horas con el Presidente no se tocó el tema devaluatorio, pero sí se habló del tipo de cambio y el cepo cambiario, para lo que también pidió paciencia: «Ponderó los valores del tipo de cambio oficial con respecto al dólar paralelo. Que esas brechas se van achicando. Ojalá eso se mantenga en el tiempo y que en poco tiempo el famoso cepo pueda ser liberado», sostuvo.
Campo en alerta
La Sociedad Rural Argentina (SRA), por otra parte, apuntó contra la creación de nuevos gravámenes en numerosos municipios del país y advirtió, en específico, en relación a la provincia de Buenos Aires, que los agricultores y ganaderos están en una «situación crítica»
«La SRA alerta por la situación crítica que enfrentan los productores bonaerenses frente a la presión impositiva, a la que se suman otros factores generales como la intervención de mercados, tipos de cambio diferenciales y subas indiscriminadas», indicó la entidad rural en un comunicado. Según sostuvo, «la situación en la provincia de Buenos Aires es crítica y debe poner en alerta a las autoridades competentes. Por su importancia productiva, económica y social, este diagnóstico se convierte en crítico para todo el país», y justificó tal aseveración al marcar que el sector «viene de tres años de una sequía que ha pegado fuerte».
«La SRA alerta por la situación crítica que enfrentan los productores bonaerenses frente a la presión impositiva, a la que se suman otros factores generales como la intervención de mercados, tipos de cambio diferenciales y subas indiscriminadas», expresó, recordando que «en algunas zonas los perfiles se fueron recuperando, pero en otras, como en el Sur, la seca sigue». «Esto sumado a políticas agropecuarias implementadas nos han dejado con la soga al cuello. Presión impositiva, intervención de mercados, tipos de cambio diferenciales y subas indiscriminadas, entre otros factores, han puesto en jaque la economía provincial y al arraigo rural», enfatizó el comunicado.
A esto, la SRA sumó que «el año 2024 empezó con aumentos desmedidos y creación de nuevos gravámenes al sector, sumado a incrementos en insumos y labores para producir. Las subas indiscriminadas en el inmobiliario rural y aumentos en tasas municipales con incrementos superiores a la inflación, sumado a la creación de nuevos tributos deterioran las ganas de invertir y producir».
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