El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por tormentas para gran parte de la provincia de Corrientes, que coincide con la fecha de la tradicional Tormenta de Santa Rosa.
El viernes, la alerta abarca a toda la provincia excepto a los departamentos de Esquina, Bella Vista, Goya y Lavalle.
Para el resto del territorio correntino, se esperan que durante toda la jornada haya “tormentas, algunas de las cuales pueden ser fuertes”, y que “las mismas estén acompañadas por abundante caída de agua en cortos periodos, ráfagas de viento, posible caída de granizo e intensa actividad eléctrica”.
Además, “se estiman valores de precipitación acumulada entre 40 y 60 mm, pudiendo ser superados de forma puntual”, indicó el SMN.
El sábado, la alerta continuaría con las mismas condiciones en Berón de Astrada, Capital, Empedrado, General Paz, Itatí, Mburucuyá, Saladas, San Cosme, San Luis del Palmar, Ituzaingó, San Miguel, Alvear, Paso de los Libres, San Martín y Santo Tomé.
El pronóstico indica que la posibilidad de tormentas fuertes en la provincia se extiende desde la madrugada del viernes hasta la mañana del sábado, jornadas donde las temperaturas se moverían entre los 17°C y los 30°C.
Durante la tarde del sábado se podrían registrar lloviznas y el domingo vuelve a estar presenta la posibilidad de tormentas, especialmente durante la tarde-noche.
Vale mencionar que a partir del domingo se registraría un leve descenso térmico, con mínima de 17°C y máxima de 23°C.
Luego, desde el lunes hasta el miércoles se disipa la probabilidad de mal tiempo, y el termómetro bajaría hasta los 12°C en las tres jornadas y subiría hasta las 21°C en las dos primeras y hasta 28°C en la tercera.
LA LEYENDA DE LA TORMENTA
Popularmente se conoce como tormenta de Santa Rosa a una tormenta muy intensa que ocutre alrededor del 30 de agosto en el sudeste de Sudamérica. La expresión tiene su origen en una leyenda de 1615 que atribuyó poderes místicos a Isabel Flores de Oliva, una religiosa beata peruana conocida como Rosa.
Según la leyenda, la ciudad de Lima estaba amenazada por un ataque de piratas holandeses. Rosa, conocida por su piedad y devoción, se retiró a orar en el desierto de Lima. Durante toda la noche, Rosa oró para que Dios protegiera a su ciudad. Al amanecer, una fuerte tormenta azotó la costa, impidiendo que los piratas desembarcaran. Los holandeses, creyendo que se trataba de una señal de Dios, abandonaron el ataque y regresaron a su país.