La Ley de Restauración de la Naturaleza, adoptada este lunes 17 por los miembros de la Unión Europea (UE), tiene como objetivo detener el deterioro de la biodiversidad y la recuperación de los ecosistemas dañados, aunque el plan original resultó diluido en una amarga batalla política.
De acuerdo con la UE, el 80 % de los hábitats naturales en el bloque se encuentran en un estado de conservación considerado «malo o mediocre» y hasta el 70 % de los suelos se encuentran en mal estado de salud.
«Este día pasará a la historia como un punto de inflexión para la naturaleza y la sociedad», dijeron en un comunicado conjunto organizaciones ecologistas como BirdLife, ClientEarth, la Oficina Europea del Medioambiente y WWF.
El texto exige que los países del bloque establezcan medidas de restauración de aquí a 2030 en el 20 % de los espacios terrestres y marinos a escala de la UE, que hacia 2050 cubra todas las áreas que lo requieran. La normativa prevé flexibilidad para aquellos países cubiertos mayoritariamente por un único tipo de ecosistema, como los escandinavos.
AUSTRIA DA EL «SÍ» QUE PONE FIN A LA NEGOCIACION
El Consejo de la UE adoptó definitivamente y con suspense hasta el último momento el reglamento, que ya estaba negociado y pactado entre los propios Estados, y también con el Parlamento Europeo, que lo aprobó el pasado febrero en sesión plenaria, pero un cambio de posición de Hungría en marzo obligó a reabrir un expediente ya cerrado.
Y en la víspera de la votación de este lunes, Austria pasó al bando del «sí» y eso ha permitido que el Consejo de la UE alcance por la mínima la mayoría cualificada necesaria: un 66,07 % de la población de la UE, justo por encima del 65 % requerido.
Esta legislación es una pieza clave del ambicioso Pacto Verde de la UE, y fue objeto de una demorada y difícil negociación en el Parlamento Europeo.
Fuentes: Dw, Ee, Efe y Afp.