Por Fernando Arbonies
Según un nuevo informe de Accenture (Nyse: ACN), son 10 las tendencias que marcarán el accionar y devenir del sector bancario en 2023. La mayoría de estas tendencias se verá afectada por el retorno de los tipos de interés positivos, en este sentido las cuentas de depósito volverán a alimentar al sector y los balances volverán a ser importantes. Este año no estará exento de sorpresas y revoluciones. La reactivación de los tipos de interés puede que no suponga la vuelta a la normalidad, pero sin duda será bien recibida por la mayoría de los bancos.
CONTEXTO
Hasta la crisis financiera de 2008/9, los tipos de interés eran la fuerza gravitatoria que mantenía el modelo bancario integrado de depósitos y préstamos. Sin esta gravedad, varias distorsiones sacudieron el sector. Los bancos se vieron privados de una importante fuente de ingresos, lo que los llevó a cambiar su enfoque. Esto, a su vez, reforzó la cartera de productos dentro de la mayoría de los bancos. Al mismo tiempo, estalló el universo Fintech. Haciendo caso omiso a los modelos de negocio tradicionales, la experiencia del cliente se vio profundamente afectada. Los consumidores que querían aprovechar el nuevo valor que se estaba creando tuvieron que ampliar su cartera de proveedores de servicios financieros y construir su ecosistema financiero con una combinación de los mejores productos procedentes de los distintos bancos. Algunos jugadores llevaron las cosas al extremo, creando dinero de la nada: acuñando criptomonedas y NFT. El valor estaba en el ojo del espectador, hasta que dejó de estarlo.
Tendencia 1: la subida de tipos de cambio cataliza la innovación de productos.
La subida de los tipos de interés moverá la innovación de productos de los bancos. La innovación vendrá en forma de ofertas similares a las de Amazon Prime: un conjunto personalizado e integrado de productos y servicios, una propuesta de valor amplificada por un efecto multiplicador. Los bancos que probablemente tengan mejores resultados durante el próximo año serán los que vuelvan a integrar sus productos en una oferta integral, impulsada por los depósitos, que genere mayores beneficios al abordar la totalidad de necesidades de cada cliente.
Tendencia 2: el renacimiento de la sucursal.
La pandemia nos demostró que sin la interacción cara a cara, la mayoría de los bancos luchan por mantener relaciones con sus clientes estrechas y leales. La digitalización llevó a que los consumidores fueran más autosuficientes, pero al mismo tiempo erosionó la diferenciación entre cada banco, facilitó el cambio de banco y, en general, hizo que la banca fuera mucho menos personalizada, lo contrario de lo que se necesita para tener éxito hoy en día. Este año, los bancos volverán a invitar a los clientes a sus sucursales y le darán la bienvenida a casa. Y lo que es más importante, cambiarán el foco y pasarán de satisfacer necesidades específicas y de vender productos a preocuparse por el bienestar financiero general de sus clientes. Los bancos utilizarán sus sucursales para conocer mejor a sus clientes, mostrar interés y empatía, ofrecer asesoramiento y fidelizarlos.
Tendencia 3: el Metaverso se desmitifica.
El Metaverso no es nuevo, pero sigue siendo oscuro y difícil de entender para muchos. Y los bancos quieren una respuesta definitiva a la pregunta obvia: ¿cómo podemos ganar dinero con él? Si nos atenemos a las estimaciones, algunos analistas prevén que el mercado podría crecer a 8 billones de dólares en tan sólo ocho años. Por lo que la oportunidad es demasiado grande para ignorarla. El Metaverso será una de las mayores tendencias de la banca en los próximos años aportándole un valor significativo. Es difícil imaginar todo lo que abarcará, pero se pueden ir perfilando algunas tendencias. El rapero Snoop Dogg compró un terreno y construyó una mansión virtual en la plataforma Sandbox, tras lo cual un fan compró un terreno vecino por unos 450.000 dólares. La pregunta para los banqueros es: ¿prestarían esos 450.000 dólares? ¿Asegurarían la propiedad? Las fuentes de ingresos podrían ser sustanciales, y con 400 millones de usuarios y más de 20 bancos que ya se han establecido en el Metaverso, seguro que alguien aprovechará la oportunidad.
Tendencia 4: cultura adecuada, talento adecuado.
Muchos de los cambios positivos que experimentaron los empleados como resultado de la pandemia hace que se sienten incómodos con la cultura actual de los bancos. Sus estructuras rígidas y compartimentadas están chocando con empleados que quieren trabajar cada vez más en equipos fluidos y cambiantes, adquiriendo nuevas competencias y cambiando a menudo de carrera. Por eso mismo, el liderazgo y la cultura del sector bancario debe ponerse al día con las nuevas exigencias. Las empresas bancarias exitosas tendrán un plan detallado que modifique el tamaño, el costo y las cualificaciones de su personal, y unirán sus estrategias de contratación, selección, movilidad, desarrollo y retención. Se replantearán sus tradicionales jerarquías verticales y experimentarán equipos multifuncionales en los que primen las competencias. Diseñarán modelos organizativos fluidos que favorezcan el movimiento y la progresión de trabajo ágiles y una colaboración fluida entre compartimentos estancos.
Tendencia 5: el riesgo está en todos lados.
El mundo se enfrenta a la inestabilidad geopolítica y climática, la escasez de energía y un repunte de la inflación. La globalización está cada vez menos a la moda a medida que los gobiernos se centran más para proteger los intereses nacionales. Actualmente, muchas más personas están adquiriendo experiencia de manera digital. El mundo crypto se desplomó. Con el aumento de las tasas y una recesión inminente, los analistas predicen una vez más que la morosidad se disparará y tensionará los balances de los bancos. Estos nuevos riesgos y retos obligan a los especialistas a determinar -a gran velocidad- cuál es el impacto probable que tendrá en la estrategia y las operaciones del banco. Por lo tanto, los bancos deberán adoptar un enfoque más holístico y prospectivo para determinar qué riesgos deben priorizarse, cuáles son las respuestas adecuadas y qué inversiones tiene sentido realizar en este momento.
Tendencia 6: la data se convierte en un producto.
Hay que considerar a los datos como el oxígeno que alimenta cada acción del banco. El valor que tiene el banco y sus clientes debe recibir el mismo trato que un producto. Los datos deben tener propietarios que identifiquen y definan los casos de uso, limpien los datos y establezcan las API y las estructuras que permitan a los diferentes equipos y sistemas de todas las partes del banco acceder a ellos. Estos propietarios de producto deben promover los datos y ayudar a la empresa a utilizarlos con la mayor eficacia posible. No estamos yendo demasiado lejos si decimos que deberían ser incentivados para ayudar al banco a cumplir con los objetivos de uso de datos.
Tendencia 7: fintechs: de ser una amenaza a convertirse en facilitadores.
El número y el valor de las operaciones de las fintech también han disminuido. En el tercer trimestre de 2022, las financiaciones de empresas privadas, y adquisiciones en todo el mundo cayeron un 73 por ciento desde su pico en el tercer trimestre de 2021. Hay varias razones que explican este cambio de tendencia. Una de las más importantes es el aumento del costo del dinero. Los bancos exclusivamente digitales han sobrevivido hasta ahora en los márgenes de la rentabilidad, a menudo mantenidos por la inversión de capital de riesgo. Esto no solo impactó a las fintech existentes, sino que también es probable que se reduzca el número de nuevas empresas. Y la volatilidad de este sector puede hacerlo menos atractivo para los empleados, para quienes la seguridad laboral se ha convertido en una preocupación. Aunque las fintechs pueden convertirse en una amenaza menos directa, los bancos no deben dormirse en los laureles. Las start-ups seguirán innovando, y como habilitadoras del sector permitirán a los competidores tradicionales mejorar sus ofertas. Es probable que estos bancos utilicen sus experiencias y capacidades recién adquiridas para competir en el vacío dejado por las fintech y aumentar agresivamente su cuota de mercado y sus ingresos. Los bancos también deberían poder reafirmarse como los «propietarios legítimos de la banca» poniéndose al día con las fintech en la prestación de servicios al cliente, experiencias y valor. Pero para ello necesitarán desarrollar o adquirir ventajas de mercado y nuevas tecnologías a precios razonables y utilizarlas para entrar en nuevos mercados o ampliar su oferta.
Tendencia 8: lo verde se hace realidad: la búsqueda de un terreno común.
La mayoría de los bancos han respondido positivamente a su papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Muchos se unieron a la Alianza Financiera de Glasgow para el Net Zero luego de la COP26 en 2021, y una encuesta reciente de Accenture reveló que casi el 60 por ciento de los principales bancos del mundo quieren convertirse en pioneros de la transición mundial hacia una economía Net Zero. El problema es que los bancos no están diseñados para asumir todo el espectro de riesgos que conlleva tal transición global. Su trabajo fundamental es utilizar los depósitos de clientes, prestando el capital que impulsa la economía. Sin embargo, la transición a una economía Net Zero es una iniciativa incierta que está llena de riesgos que normalmente se espera que los bancos eviten. Un enfoque más realista para financiar una economía verde sería mirar más allá de la banca, a una ambiciosa asociación público-privada.
Tendencia 9: la centralidad en la vida: del viaje a la intención.
En 2023 los bancos pasarán de pensar en los recorridos de los clientes a sus intenciones. Lo llamamos centricidad de la vida, e implica que los bancos trabajarán para comprender mejor las diferentes fuerzas que conforman la vida de los clientes y ofrecer las soluciones que más se adecúen a sus contextos individuales. Los bancos que adopten este enfoque estarán bien posicionados para prosperar junto a sus clientes. La mejor defensa de los bancos frente a las bigtechs y superapps será ampliar su apertura y centrarse en sus clientes, no solo como consumidores de productos bancarios específicos, sino como seres humanos complejos y polifacéticos que hacen todo lo posible por adaptarse a circunstancias que escapan a su control. Lo llamamos el cambio de la centralidad del cliente a la centralidad en la vida.
Tendencia 10: modernización del núcleo: un cambio de mentalidad.
La modernización tecnológica es, por supuesto, un proceso «eterno», pero por las razones expuestas creemos que 2023 será el punto de inflexión para el inicio de la modernización del núcleo. El equilibrio entre pros y contras ha ido cambiando desde hace años; ahora es cuando alcanzaremos el punto de inflexión.
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