Este sábado, abrieron las puertas del corral de Aramí (en guaraní, Cielo), la primera cachorra de yaguareté nacida en Corrientes con su hermana Mbareté (Fuerte), para que pueda recorrer, en libertad y como emblema correntino de identidad recuperada, la inmensidad de los humedales.
Ella decidirá el momento de abandonar el recinto de 30 hectáreas, que puede demorarse varios días. Así que el mundo, deberá seguir aguardando expectante su primer rugido con el que se declare como una de las imponentes guardianas de este poderoso corazón de agua de la naturaleza.
El momento de apertura fue compartido por un nutrido grupo de personas, incluyendo autoridades del Municipio de San Miguel, del Gobierno de Corrientes, representado por el senador Sergio Flinta, y de la Administración de Parques Nacionales, en la figura de su vicepresidenta Natalia Jauri y su jefa de Gabinete, Fernanda Álvarez.
«Corrientes vuelve a ser Corrientes con el retorno del yaguareté», es la máxima premisa del proyecto de reintroducción de esta especie, como parte del legado de Tompkins Conservation.
En junio de 201,8 nacieron Aramí y Mbareté en el Centro de Reintroducción de Yaguareté del Parque Iberá, las primeras cachorras correntinas en nacer en esta provincia después de más de 70 años de extinción. A lo largo de los años, se siguió su desarrollo para una futura vida en libertad y ambas se convirtieron en símbolo del esfuerzo correntino para la conservación de esta especie símbolo del pueblo guaraní.
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