Un vuelco radical en la renovación de Lionel Messi con Barcelona surgió en las últimas horas y sacudió a España. El argentino no continuará en el conjunto catalán. La noticia fue confirmada por el club en un comunicado oficial.
La información se conoció hace algunas horas a través del diario Marca, de Madrid, que informó que las negociaciones, que parecían resueltas hace unos días, habrían llegado a un punto de no retorno. El capitán de la selección argentina descartó entonces la posibilidad de renovar con el club español.
Los medios catalanes, más cautos, reconocen los problemas, pero dicen que aún hay posibilidades de que el argentino siga en el club. El diario Sport publicó: “Barcelona admite que ha habido un freno en los últimos días, pero confían en poder cerrar la renovación de Messi. Este jueves, recordaron que todavía no hay una fecha estipulada para el anuncio de su renovación. También es verdad que el presidente Laporta lleva el tema personalmente, con la ayuda del vicepresidente Yuste, y que la información la manejan sólo ellos y, por la parte de Messi, su padre y representante, Jorge”.
Sports agregó que este jueves, en una de las reuniones de la que participaron Laporta y Jorge Messi, fue cuando surgió el punto de conflicto. El problema sería económico. Incluso pagándole el 50% del contrato que tenía hasta la última temporada, el Blaugrana necesitaba deshacerse de varios jugadores para poder cumplir con el tope salarial impuesto por el Fair Play financiero de la Liga de España.
En su comunicado, Barcelona expresó: “A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de La Liga española). Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club”
Por último, el club agradeció al futbolista “de todo corazón” por haber aportado “al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional”.
El tema generó un círculo vicioso, porque Messi rechazó la posibilidad de quedarse con un plantel que no fuera competitivo. Siente que no tiene suficientes jugadores para pelear por la Champions Legaue. El mismo problema fue el que en la temporada pasada provocó la salida del uruguayo Luis Suárez a Atlético de Madrid.
El club, con Messi, se encontraba muy por arriba del límite de gastos impuesto por la UEFA y, según reglas de la entidad europea de fútbol, la masa salarial de los clubes miembros no puede superar el equivalente a 70% de los ingresos. No cumplir esa norma puede implicar sanciones, como deducción de puntos, retención de los ingresos percibidos en competiciones e incluso la quita de un título o premio obtenido. En el caso de Barcelona, esa proporción era de 110%. La salida de Messi soluciona todos los problemas desde ese punto de vista.
Hasta hace algunos días, la continuidad del 10 era un hecho. Sólo restaban pulir detalles. Los movimientos de la dirigencia dieron a entender que se movieron las fichas para renovar ese contrato y al mismo tiempo bajar el excedente de gastos. Incluso se habló de que el rosarino iba a aceptar un monto anual que se reduciría 45% en comparación con el que percibió hasta el 30 de junio.
El diario Mundo Deportivo, también catalán, tituló que fue un pase no concretado el que provocó el enojo de Lionel Messi. Según el periódico, el argentino había pedido el refuerzo en la defensa con su compatriota el Cuti Cristian Romero, de gran rendimiento en la última Copa América con la selección nacional.
Sin embargo, ayer se conoció que Romero jugará en la Premier League, con Tottenham, que le pagó a Atalanta 50 millones de euros por su pase.
En medio de la confusión, el mercado de pases se sacude como nunca en Europa. Lionel Messi es jugador libre y pasó la última semana en París, con varios de sus amigos que juegan en PSG: Neymar, Ángel Di María y Leandro Paredes, entre otros.
Los rumores se disparan en todas las direcciones y el futuro es aún incierto. Mientras tanto, Barcelona sufre porque tiene que aceptar que ha perdido al mejor jugador de su historia.
La Nación