Susana Álves, una mujer discapacitada visual y jubilada, llevó a juicio al Centro de Veteranos de Guerra de Paso de los Libres, les reclamó una porción de terreno que le permita ingresar y salir de su casa ubicada en un pulmón de manzana. La Justicia en primera instancia le dio la razón a la vecina, los veteranos apelaron y la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Curuzú Cuatiá también falló a favor de ella. Sin embargo, el conflicto continúa con acusaciones cruzadas.
En una charla con EL LIBERTADOR, Álves relató los pormenores de la disputa legal que se extendió por más de una década. Ambas partes se reunieron el jueves 4, en una audiencia de conciliación con el propósito de ponerle fin a esta cuestión, sin embargo no hubo acuerdo y tendrán que volver «a verse» la semana próxima.
«Hace mucho tiempo heredé una casa que se encuentra en un corazón de manzana, o sea que no tenía salida propia a la calle y el terreno de adelante -entonces baldío-, le fue donado al Centro de Ex Combatientes para la construcción de su sede y yo quedaría literalmente encerrada, sin salida», comentó Álves sobre el motivo de su reclamo.
La vivienda está ubicada en el corazón de la Manzana 216, entre las calles Bartolomé Mitre, Maestro Melogno, Bonpland y C. de los 108, en pleno centro de la ciudad fronteriza a tres cuadras de la plaza principal.
Álves pidió a la Justicia una porción de terreno de casi 70 metros de largo y 3 metros de ancho del predio donde los ex combatientes tienen su sede, inaugurada en 2014.
ACUSACIONES
Y DENUNCIAS
Para Álves, «este proceso que llevó más de 10 años» resultó agotador. Acusó al presidente del Centro de Ex Combatientes de agredirla y endilgó a los veteranos la rotura de cimientos, una pérdida de agua que inundó su patio, la instalación de «vallas» que entorpecen su acceso.
Dijo haber encontrado en el pasillo carteles intimidatorios «con la imagen de una calavera y la leyenda peligro minas, no entre, manténgase alejado». Pero refirió que el mayor obstáculo actualmente es «un pilar de luz de 1,70 metros de alto y 70 centímetros de ancho, que me limita aún más el ingreso».
«Yo lo único que quiero es que me dejen la salida libre. Yo no tengo modo de salir a la calle si no es por esa calle. Ellos tienen al lado una plazoleta que también les fue cedida por ley. Soy discapacitada visual y tengo que tener un pasillo libre de obstáculos», insistió.
«Pido solamente que cumplan lo que dice la sentencia de Cámara, que liberen la entrada. Yo no puedo hacer un muro y creo que queda hasta mejor otro tipo de divisoria, si hay que plantar árboles estoy dispuesta», expuso finalmente la vecina.
Los ex combatientes quieren ponerle punto final al
conflicto: propusieron que construya un muro perimetral
PASO DE LOS LIBRES. El Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Paso de los Libres, envuelto en un conflicto con una vecina que reclama una salida a la calle por el predio de la institución, tuvo un revés judicial al apelar la sentencia. En una audiencia de conciliación el jueves último, la abogada de los veteranos, María Laura Ugartemendia propuso a Susana Álves, que construya un muro perimetral de 2,80 metros de alto por casi 70 metros de largo. La vecina se negó, argumentando que no puede afrontar los costos de la obra que superarían el millón y medio de pesos.
En diálogo con EL LIBERTADOR, la letrada sostuvo que presentaron su propuesta a la vecina, como había pedido el Juez. «Le propusimos que hiciera un muro perimetral y que ella pueda tener su acceso pero no hubo acuerdo. Se llamará a un agrimensor que va a medir y se colocarán mojones a una distancia de 1,50 metros de ancho -desde el muro vecino-, como lo marcó el Juez y hacer un cerramiento en los fondos para proteger el terreno. Ella insistió en pedir 2,25 metros, pero le dijimos que no, se respetará el 1,50 que dice la sentencia», expresó Urgartemendia y adelantó que las partes deberán presentar un acuerdo para su homologación o una nueva propuesta en los próximos días.
Aclaró asimismo que el terreno sigue siendo propiedad del Centro de Ex Combatientes.
BLANCO DE AGRESIONES
La abogada también señaló que se pidió a Álves que cese con las agresiones a través de las redes sociales de las cuales son blanco permanente.
Consultada sobre los cruces con Álves, la letrada declaró que en todos estos años se dedicó a «atacar» a los ex combatientes; incluso denunció penalmente al presidente de la institución, Roberto Ghelardi y a ella por supuestas agresiones «que no existieron». «Insulta a los veteranos», señaló y por ello en la última audiencia se solicitó que deje de agredirlos.
Recordó que en una oportunidad se encontraron con que habían arriado la Bandera argentina y en su lugar izaron «la bandera del orgullo gay». También apareció un pilote que estaba pintado con los colores patrios, con los del colectivo Lgtb. «Fue el colmo», afirmó.
PRESTIGIO Y RESPETO
Para destacar es que todos integrantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas 2 de Abril gozan del respeto y el cariño de la sociedad libreña y se mantienen activos a través de la participación en los actos públicos.
Cuentan en su sede con un Museo de Malvinas, una biblioteca y promueven actividades educativas, además de realizar distintos actos en cada aniversario de la guerra en la que defendieron suelo argentino.
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