Hoy, a las 9, se celebrará la misa central de la 43ª Peregrinación Juneil del NEA tras la mega manifestación de los jóvenes de su seguimiento a Jesús y devoción a su Madre, la Virgen María, aquí con el nombre guaraní de Nuestra Señora de Itatí, edición en la que se reflexiona para comprometerse en la vida cotidina con el lema «Junto a María nos volvemos a encontrar como Iglesia sinodal», mientras aguardan que al concluir esa celebración se devele el del próximo año.
Respecto al sentido de esta iniciativa, que tímidamente pero con gran fervor cristiano en la pertenencia a la Iglesia se inició en 1979 con apenas unos 5 mil jóvenes, los encargados de la organización advirtieron que no es la cantidad de pereginos lo importante, sino que se testifique a Jesucristo ante el mundo y se proclame con firmeza la adhesión a su mensaje perenne.
Uno de aquellos jóvenes que comenzaron con la Peregrinación fue el actual obispo de Goya, Adolfo Canecín, quien ayer antes de bendecir para la partida a la delegación de esa ciudad y a través de ella a todas las delegaciones de las localidades que componen la Diócesis, dijo a EL LIBERTADOR que «Dios nos regala el marco de un día muy bello para iniciar esta experiencia y vamos con mucha alegría en el corazón, porque por dos años por la pandemia no pudimos peregrinar con esta modalidad presencial y ahora es una expresión más que masiva, porque había ganas enormes de volver».
El Obispo goyano, además, celebrará la Misa de las 6 de hoy, como se le asignó en la programación y luego concelebrará la misa central. «Muy muy contento», remarcó y «en lo personal haciendo memoria siempre de 1979 cuando iniciábamos esta experiencia, de lo cual nos reímos ahora porque claro, en ese entonces teníamos otra edad y vitalidad, sin embargo qué bueno que hayan pasado los años y podamos seguir participando».
Al señalar que enviaba un abrazo a todos los jóvenes, resaltó que «la actitud es peregrinar, caminando, en vehículos de apoyo o de otras maneras, pero todos peregrinos a la Casa de la Madre, sabiendo que Ella recoge todo lo que podemos entregarle en nuestro corazón. Así que recemos no sólo por nosotros, recemos por nuestra Patria, por toda la humanidad, recemos por todos y que sea una gran peregrinación y una gran intercesión por la familia humana, por la familia Iglesia y por la Argentina», insistió.
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