EL LIBERTADOR charló con la bastonera de la batería de la comparsa Sapucay, Micaela Lagraña, quien comentó sobre lo que siente al estar al frente de la batería de comparsa del «gallo». Habló sobre sus inicios en la danza clásica, su formación como profesora de ritmos latinos y hasta una inolvidable experiencia en los carnavales de Río de Janeiro, que vivió el año pasado.
En el corsódromo la joven de 28 años, nacida en la ciudad de Resistencia, lleva consigo la pasión por la samba a cada paso que da sobre la calzada, entregando su técnica y años de formación a la tribuna y para alegrar esta fiesta de todos los carnavaleros.
SUS INICIOS
Micaela comentó que empezó a participar en los corsos en el año 2014 con la agrupación musical Emperatriz, de la mano de sus profesoras de danzas clásicas, María y Erica Ferrazano. Unos cuatro años después, ingresó en Sapucay, con la coordinación de la actual coreógrafa y bastonera 2022, Gabriela Ceballos.
«Desde chica me llamo la atención, miraba los carnavales por la tele y los desfiles», destacó Micaela haciendo mención a su pasión por el carnaval. Y luego resumió: «Ingresé en 2014 o 2015 en la agrupación de los corsos oficiales y en 2018 empecé en la comisión de frente de Sapucay, en 2019 en el grupo cocó y en el año 2020 con los guacamayos acompañando a Gabriela».
Esta joven madrina de batería 2023, es profesora de danzas clásicas, instructora de ritmos latinos y está actualmente estudiando el profesorado de samba, que dicta la mencionada Gabriela Ceballos. Contó que, gracias a ella, conoció y se enamoró de la samba cuando incursionó en este género en el año 2013.
Al consultarle sobre sus comienzos recordó: «Empecé a bailar a los 5 años, en la rama del español, durante seis meses y después comencé clásico a lo largo de 14 años, hasta que me recibí de bailarina profesional», explicó quien se formó en la ciudad vecina de Resistencia (Chaco) en el estudio de Danzas Clásicas de María y Erica Ferrazzano. «Tomé clases con maestros de todo el mundo, sobre todo de Buenos Aires», indicó acerca de su formación.
COMANDANTE DE LA LOCURA
En la comparsa, que lleva como estandarte el tema «lunática fascinación», ella será la comandante del ejército de la locura.
«Este año viví lo que fue una preparación hermosa, me siento muy cómoda muy cuidada por los directores y los chicos de la batería. Lo estoy disfrutando más que cuando me nombraron bastonera, es todo muy lindo», remarcó. «Ensayábamos todos los días y con los ensayos de shows y de corsos, no se descansa», agregó entre risas.
«Voy y vengo, no tengo problema, porque sé que es algo que va a tener sus frutos en la calzada», indicó la comparsera, que se prepara muchas horas antes de salir a danzar, en la ciudad de Corrientes, donde se encuentra su maquilladora.
Por supuesto, su familia también es importante durante las horas que le dedica a su pasión: «Mi familia siempre está presente, en toda mi carrera estuvieron acompañándome. Entienden la locura que es, porque que uno sabe cuándo sale, pero no cuando vuelve a casa».
Acerca de sus expectativas para este 2023 y ante tan distinguido puesto, dijo con humildad: «Este año voy a disfrutar, voy a hacer que la gente conozca lo que es mi trabajo, no estoy tan pendiente de la competencia porque lo que le llega a la gente es lo que uno está sintiendo por lo que baila, voy a ir por ese camino. Somos cuatro bailarinas que tenemos distintos estilos y va a ser un lindo show con demostraciones de cada una».
UNA CARRERA A FUTURO
Al pensar en lo que depara su camino para dentro de unos años, vaticinó que seguirá «incursionando en esta hermosa cultura, de la que tenemos la posibilidad de conocer desde las raíces», indicó haciendo referencia a sus profesores. «Quiero seguir creciendo en la samba», dijo muy segura.
Al respecto recordó una experiencia que vivió el año pasado en la «Capital mundial del carnaval», más precisamente en abril: «Tuve la posibilidad de participar en la Marques da Sapucaí, junto a la comparsa Gres Unidos do Porto da Pedra, con la profe ‘Gabi’ que me llevó en el grupo como pasista internacional y pude desfilar. Mi idea es seguir creciendo y poder incursionar en la cultura desde lo más profundo, tanto en Río de Janeiro, como en sus alrededores».
Al hablar de esta fiesta internacional, mencionó: «Ellos lo viven al carnaval de otra manera, para ellos es una celebración, es como Navidad y Año Nuevo». «Es increíble, yo quedé enamorada. Eramos todos uno, no había diferencias. El compañerismo, la familia, se siente. Aparte fue un sueño cumplido, lo volvería a vivir un millón de veces», recordó emocionada.
.