El fuerte aumento en los precios de los insumos descartables que se registró en las últimas semanas impactó de lleno en el valor de la comida preparada que se vende en los locales gastronómicos. En algunos casos, el contenedor puede representar más del 20 por ciento de lo que paga el cliente.
Los productos para llevar comida de restaurantes, rotiserías, panaderías y cafeterías no escaparon a la aceleración inflacionaria desatada desde que el nuevo Gobierno nacional liberó y desreguló la mayoría de los precios de la economía.
Como era de esperarse, esta situación, sumada al estancamiento de los ingresos, hizo que se desplome el consumo en todos los rubros, según expresaron distintos gastronómicos a EL LIBERTADOR.
Lo que pocos saben es que en el caso de las comidas y bebidas hechas que se compran para consumir en casa, los productos descartables que se usan para el empaquetamiento y presentación tienen una injerencia cada vez mayor en el precio final.
«A principios de diciembre, un paquete con 1.000 sorbetes me costaba poco más de 2.000 pesos y ahora me cuesta 5.000. Después, cada vaso con tapa de los que uso para vender jugos y licuados me sale 400 pesos, lo que significa el 20 por ciento del precio de venta al público, que es 2.000», comentó a este medio la propietaria de una cafetería ubicada en pleno centro capitalino, quien lamentó que los valores de los descartables «se duplicaron y hasta triplicaron en pocas semanas».
Por su parte, el encargado de una panadería habló sobre el costo de las bolsas que les dan a los clientes. «Las bolsas de plástico normales, tipo camiseta, hasta hace no mucho salían un promedio de 7 u 8 pesos cada una, comprando al por mayor, pero ahora valen 20. Por el momento no las cobramos, pero estamos pensando en hacerlo», mencionó.
Las casas que se especializan en hamburguesas, que en los últimos tiempos proliferaron en la Capital, también sufren el impacto de los valores de los envoltorios y los paquetes. «Nosotros a cada hamburguesa la envolvemos en un papel de aluminio térmico, que ahora sale 150 pesos por unidad, aproximadamente.
Después, las bolsas de papel que usamos valen entre 50 y 90 pesos, dependiendo el tamaño, y los recipientes para cada porción de papas fritas valen 50. En total, para cada hamburguesa con papas tenemos un costo de presentación de entre 250 y 300 pesos», detalló una emprendedora que hace pocos meses abrió un local.
Finalmente, el dueño de una rotisería barrial se refirió al precio que tienen ahora los empaques para las pizzas y empanadas. «Una caja de pizza no baja de 400 pesos y si es más chica para empanadas o un sándwich, sale 300. Después, algo que usamos mucho son los separadores para que no traspasen los jugos y, comprando al por mayor, nos quedan a 16 pesos por unidad aproximadamente. Hasta hace menos de dos meses, todos esos precios eran menos de la mitad», detalló.
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