Las cifras oficiales hablaron de alrededor de 5 millones de personas que salieron a las calles para recibir a la Selección Argentina que se consagró en Qatar (el Amba tiene 14.800.000 de habitantes según el último censo).
Una movilización espontánea, sin aparatos políticos detrás ni parangón en la historia nacional, dejando de lado de grieta política y social, mostrando al planeta entero el sentimiento único por la «albiceleste». Una revalorización hacia el país que lo instaló ante la mirada de todos, con potenciales efectos virtuosos como con el turismo, por ejemplo.
Lo de ayer superó todos los acontecimientos que, hasta hace un día tenían el récord de gente. Lo ocurrido con el festejo del 78 y el de Diego en la Casa de Gobierno por el Mundial 86 fueron superados holgadamente por la nunca antes vista masividad que copó las calles de la Capital Federal.
El micro en el que se trasladaba Messi y compañía no pudo continuar su paso, ante las calles y autopistas desbordadas.
Postales para la historia.
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