A 40 años de la gesta de Malvinas y hoy del hundimiento del crucero ARA General Belgrano que causó la muerte de 323 argentinos, cabe recordar también en esta fecha las declaraciones que brindó a EL LIBERTADOR el veterano de guerra correntino que se retiró de la Armada como Capitán de Navío, José César Arca, quien participó del hundimiento de un buque inglés y reafirma que «el mundo sabe que la Argentina está dispuesta a dar la vida por las islas Malvinas».
20-CONTRATAPA«Cuarenta años para la historia de un país es muy poco, es nada. Podría decir que es un segundo», remarca este héroe de aquel conflicto bélico para recuperar el archipiélago arrebatado por los ingleses, aunque sin embargo puntualiza que «los verdaderos héroes quedaron sembrando con su sangre las islas y los mares circundantes».
«El mundo sabe que la Argentina está dispuesta a incorporar su tierra a nuestro territorio. Las islas Malvinas están en nuestro patio. No lo dice caprichosamente una persona, lo dice la historia, lo dice el legado; lo dice el primer gobernador que tuvimos en las islas, Luis Vernet. Nuestras islas luego fueron usurpadas en 1833», sintetiza.
Insiste entonces que «el mundo sabe que la Argentina está dispuesta a dar la vida por las islas Malvinas» y recuerda que «los verdaderos héroes quedaron sembrando con su sangre las islas y los mares circundantes y ese debe ser nuestro faro de guía para que el día de mañana ellos estén enterrados (en el ejercicio pleno de la soberanía) en suelo argentino».
Señala que tal vez serán «otros 188 años de negociaciones, o será otro tiempo; lo que sí saben es lo que acabo de decir: las islas, en algún momento, van a volver a ser nuestras»
Durante la guerra, a consecuencia del ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror, se produjo el hundimiento de la nave que portó el nombre del creador de la Bandera de la Patria. Como se indicó, el ataque causó la muerte de 323 argentinos, prácticamente la mitad de las bajas del país en todo el conflicto.
El hecho generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el Gobierno británico alrededor de las islas. Es el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.
Era las 16.23 de aquél día cuando el comandante Héctor Elías Bonzo dio la orden de abandonar la nave.
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