«En este grupo somos todos iguales. Somos padres y madres que tuvimos que afrontar la mayor de las tragedias que es la pérdida de un hijo. Decidimos unirnos para ayudarnos mutuamente y que nuestros hijos no sean un recuerdo doloroso sino un presente transformador». Gabriela Aromí, explica de esta manera en qué consiste Renacer Corrientes, un espacio en la provincia que acompaña a través de la empatía a todas las personas que deban atravesar este doloroso proceso.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Gabriela, mamá de Maxi, contó cómo se gestó la iniciativa del grupo local. «Renacer nació en Córdoba hace más de 34 años. Fueron Gustavo Berti y Alicia Schneider, padres de Nicolás, quienes decidieron crear este espacio tras la muerte de su hijo. Pensaron en una alternativa al duelo con la que ayudar a otros padres».
Relató que ella junto a Fabiana Apezteguía, mamá de Juan Bautista, participaban de los encuentros de ese grupo de forma virtual debido a la pandemia. Y de ahí surgió la idea de tener uno propio. «Nos preguntamos por qué no traer eso acá y poder dar una mano a nuestros papás que sufren lo mismo», agregó.
Así comenzó Renacer Corrientes, donde escuchan y acompañan a personas de toda la provincia. «Este es un grupo de paridad, nos une lo que nos tocó vivir y todos los que quieran acercarse o hablar con nosotros tienen las puertas siempre abiertas. Tienen que saber que vamos a estar siempre tendiendo una mano para abrir el corazón en nombre de nuestros hijos», expresó.
Gabriela insistió en que no hay diferencias de ningún tipo para que cualquiera que desee participar de los encuentros se sienta seguro de que será escuchado. «No hacemos ninguna distinción, ni religiosa, ni política, ni de jerarquías. Somos conscientes que nadie puede entender la dimensión de nuestro dolor sino otra persona que pasó por lo mismo», remarcó.
En su cuenta de Facebook explican: «Grupo de padres que han perdido hijos, donde es posible trascender el dolor y decir ‘sí a la vida'». El objetivo es encontrar un nuevo sentido a la vida a través de la empatía, la transformación y la aceptación.
Además de los encuentros que realizan cada mes, el grupo trabaja en actividades para fechas especiales. «Ahora estamos proyectando un taller para las fiestas, por ejemplo, porque se trata de una época en la que este vacío que siempre está se potencia», dijo Gabriela.
La ausencia es algo que tienen muy presente, pero juntos aprenden a darle un nuevo sentido. «Es algo que nos va a acompañar siempre, pero ese dolor se puede ir transformando en fraternidad y apoyo recíproco y solidario, agigantando el amor infinito a nuestros hijos que ya no están fisicamente, pero que viven siempre en nuestros corazones», cerró.
Siempre presentes
Los encuentros del grupo se hacen los primeros y terceros jueves de cada mes en el Colegio de Abogados de la Capital. Las reuniones se hacen a las 19.30, con las modalidades presencial y virtual en simultáneo para que las personas que viven más lejos puedan participar también. Los teléfonos de contacto están publicados en la página de Facebook Renacer Corrientes y las impulsoras invitan a todas las madres y padres que atraviesen el duelo de sus hijos a ser parte y ayudarse mutuamente en contacto con otras personas que pasan por lo mismo.
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