Pequeños y medianos empresarios textiles de Corrientes reconocieron la crisis que atraviesa el sector en cuanto a rentabilidad, al tiempo que manifestaron su malestar con autoridades nacionales por centralizarlos en las criticas sobre la suba de precios.
En contacto con EL LIBERTADOR, Franco Quintana, referente del sector, puntualizó: «La cuestión inflacionaria nos está matando poco a poco en cuanto a la provisión de materias primas, y si a eso le agregamos que hay problemas en la importación de insumos básicos para el sector, se hace todo aún más complicado. Debemos afrontar la suba tarifaria y ahora estamos viendo -a escala nacional- la posibilidad de una reapertura paritaria, no sé como vamos a terminar muchos este año».
Los textiles, a través de distintos representantes, anticiparon la potencial paralización de la actividad si no se libera de forma urgente el ingreso a la Argentina de prendas y telas. En ese sector aseguran que el rubro está a un paso del freno total por falta de hilados y dan por descontado que faltará ropa para el invierno de 2023.
«Los costos se vieron incrementados notablemente, imaginate que desde mayo estamos teniendo reservas por ventas de vestidos y trajes para recepciones y fiestas de fin de año porque el valor de las telas que estamos trayendo de Buenos Aires se disparó. Un vestido que en junio costaba 12 mil pesos llegará a noviembre a 18 mil. Países como Paraguay y Brasil siempre fueron un clásico para adquirir materias primas, pero con la devaluación del peso argentino eso ya no es posible. Que el Gobierno nacional quiera abrir la importación indiscriminada me parece un despropósito, las pymes dan trabajo genuino a miles de familias y empezar a meter ropas y calzados chinos para competir con los nacionales es una locura. Deberían ser más benévolos con el tema impositivo y permitirnos más accesibilidad a productos que no tenemos en el país», aseveró Leonora Mayol, empresaria del rubro, cuyo negocio se ubica en una de las galerías de peatonal Junín.
El sector mencionado y el Gobierno nacional mantienen un duro enfrentamiento, en tanto el oficialismo culpa a los textiles de acelerar la inflación a partir de incrementos en sus productos que, sólo en lo que va del año, acumulan subas de hasta el 90 por ciento. Por su parte, los empresarios de la actividad alegan que los incrementos no son más que el resultado de las restricciones para acceder a materias primas hechas en el exterior y la escasez de prendas que eso genera.
En el interior del país, empresas de Santa Fe y Córdoba comunicaron en las últimas horas que sigue sin tener acceso a insumos importados, además de señalar que la entrada en vigencia del Sistema de Importancionaes de la República Argentina (Sira) complicó todos los pagos al exterior.
El debut del nuevo Sira llegó acompañado de polémica y se multiplican las quejas y reclamos entre los industriales, la logística y el aparato de producción textil. Tras un primer día de funcionamiento en el que casi 2.800 importadores iniciaron el trámite para comprar mercaderías e insumos fuera del país, el nuevo mecanismo acumula críticas por su funcionamiento y la falta de claridad para el movimiento bancario.
.