Se confirmó una salida que ya era un secreto a voces. El -por ahora- jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur dejará su cargo el miércoles 15, restando por ver quién ocupará el sitial en medio de las tensiones de la gestión de Alberto Fernández.
Es que, con la salida del tucumano, el Presidente se encontró, por enésima vez, en un brete para sostener su capacidad de maniobra. Uno de sus funcionarios de mayor confianza, quizás a sabiendas de un revés electivo en las presidenciales venideras, prefirió ir a su terruño a asegurar la jugada.
Sí, Manzur dejará la Jefatura de Gabinete para ponerse al frente de la campaña en Tucumán, donde Osvaldo Jaldo intentará retener las riendas de la Provincia en manos del justicialismo.
«Ahora que viene un tiempo de inflexión, vamos a devolverle a Juan a los tucumanos para que trabaje con los tucumanos, para que lleve al triunfo al peronismo», anunció Fernández al inaugurar las estaciones transformadoras Los Nogales y El Manantial.
«Gracias Juan por acompañarme todo este tiempo que lo hiciste. Lo hiciste lealmente, lo hiciste bien, lo hiciste con mucha fuerza, lo hiciste con las consignas que teníamos de buscar la unidad», dijo el primer mandatario. La salida de Manzur del Gabinete había sido adelantada hace tiempo por EL LIBERTADOR y la especie adquirió fuerza el fin de semana último.
Mientras tanto, al Jefe de Estado le toca definir a la persona encargada de suceder a su amigo. Y según los trascendidos primarios, suenan para el cargo Juan Manuel Olmos (vicejefe de Gabinete), Daniel Scioli (embajador en Brasil) y Agustín Rossi (Agencia Federal de Inteligencia).
De acuerdo al balance que se hace en los corrillos de la Rosada, la gestión de Manzur no fue buena. Desde que arribó a Buenos Aires en septiembre de 2021, tras la derrota del gobierno en las Primarias, no pudo instalarse como nexo fijo entre el Presidente y los ministros, ni qué decir con los gobernadores. Si bien, en pocos días le imprimió una dinámica al Gabinete que no tenía cuando estaba a cargo Santiago Cafiero, no tuvo uñas de guitarrero para convertirse en un interlocutor fiable. Es más, fue opacado sobremanera por el ministro del Interior, «Wado» de Pedro, quien supo moverse en las aguas turbulentas, en medio de la sangría de funcionarios y con la crisis socioeconómica agravándose de manera constante.
Algunos sostienen que fue el propio Alberto, quien se vio amenazado por la figura del tucumano y lo sometió a un desgaste que lo arrojó a un plano totalmente secundario para un cargo de esa relevancia.
A los pocos meses de asumir ya se hablaba en la Rosada de la vuelta de Manzur a Tucumán. Más tarde, Alberto lo corrió definitivamente de la gestión y puso a Olmos a manejar los resortes diarios de la Jefatura.
En medio de ello, las peleas con el cristinismo se comenzaron a dar casi a diario, generando una gestión acostumbrada a los pleitos puertas adentro, que detonaron en un sinfín de renuncias en las diferentes órbitas de la administración nacional.
Esta coyuntura fue reconocida ayer por el propio Presidente: «Tuve que soportar una pandemia, la guerra. Tuve que soportar conflictos internos, ¿Por qué no decirlo?», aseguró.
EL OTRO TEMA
En el medio de la salida de uno de los pocos fieles funcionarios, Alberto recibió un desplante subrepticio del ala kirchnerista del oficialismo. Fue luego de convocar a la mesa nacional del Frente de Todos. Ayer, desde la Casa Rosada, confirmaron que el encuentro será el jueves 16, a las 19, en la histórica sede del Partido Justicialista (PJ), ubicada en Matheu 130.
Al mitin fueron invitados representantes de distintos espacios políticos que integran la alianza gobernante. La intención del Presidente sería que en la reunión se comience a discutir la estrategia electoral de cara a las elecciones de este año.
El encargado de confirmar el convite fue el vicejefe de Gabinete y apoderado del PJ, Juan Manuel Olmos, uno de los integrantes del círculo chico que tiene Alberto Fernández y puente de diálogo con algunos dirigentes del kirchnerismo.
La discusión que aún está flotando en el peronismo es sobre el temario del encuentro. Pese a que el Jefe de Estado confirmó que la intención es que sólo se hable de la estrategia para afrontar las elecciones, en el kirchnerismo presionan para que la agenda se amplíe y en la mesa también se trate la gestión y las candidaturas.
En las últimas horas, la mayoría de los espacios que integran el Frente de Todos confirmó la presencia para integrar la mesa nacional. Los movimientos sociales y la CGT tendrán representantes, al igual que los gobernadores y los intendentes peronistas del Conurbano. También confirmaron Sergio Massa y el Frente Renovador.
Tras conocer la convocatoria formal de Alberto Fernández, desde el kirchnerismo aseguraron que habrá representantes del sector, pero quien no asistiría sería la vicepresidente, Cristina Kirchner ni el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. «En los próximos días resolveremos quiénes van a ir», indicaron a los medios porteños los voceros K.
Según señalaron, la ausencia de Máximo ya era un hecho. En las últimas dos entrevistas que brindó dejó en claro que no iba a formar parte de la mesa nacional. Así, lo que resta saber ahora son los nombres propios que representarán al sector K en el PJ.
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